Telecinco

Las claves de la caída de 'Sálvame'

El emblemático programa de Telecinco busca soluciones a un desgaste que se refleja en los últimos datos de audiencias

Belén Esteban, al despedirse de Carlota Corredera.

Belén Esteban, al despedirse de Carlota Corredera. / Telecinco

A.R.

La sombra de la decadencia se cierne sobre un '

Sálvame

' al borde del S.O.S. Lo que se antojaba impensable ha tomado cuerpo en las últimas semanas. El buque insignia de la prensa rosa en televisión, el trasatlántico de las tardes de

Telecinco

, lejos de sus mejores audiencias, está en crisis.

Este lunes, el espacio que presenta

Jorge Javier Vázquez

estrenó una nueva etapa, otra reinvención, dividido en 'Sálvame limón' y 'Sálvame naranja', sin que la audiencia haya respondido. El programa de La Fábrica de la Tele marcó un 12% de 'share' y 1.304.000 espectadores para el 'limón' y un 14,6% y 1.332.000 para el 'naranja'. Los datos mejoran en aproximadamente un punto a los inmediatamente anteriores, pero se mantienen en un rango impensable hace solo algunos meses. Y no tanto por el 'share' nominal, sino porque siguen estando por debajo de los registros de

Antena 3

en diferentes tramos de la tarde.

Además, junto con el problema de audiencias, el espacio se ha visto envuelto en los últimos días en un grave escándalo de reputación. Según reveló El Mundo la pasada semana, la dirección de 'Sálvame' podría haber impulsado un espionaje ilegal a más de 140 famosos. Una investigación judicial, en fase "preliminar", según ha reconocido el propio espacio, trata de dilucidar si se han cometido delitos de descubrimiento y revelación de secretos a través de un policía que podría estar vinculado al periodista Gustavo González, colaborador del programa. En ese contexto es en el que parecen enmarcarse las salidas de los directores del programa, David Valldeperas y Alberto Díaz, aunque la investigación podría extenderse a más personas.

Jorge Javier Vázquez y David Valldeperas en 'Sálvame'.

Jorge Javier Vázquez y David Valldeperas en 'Sálvame'.

Un carrusel de cambios

Todas las alarmas se han encendido en Mediaset, que trata de achicar agua con un carrusel de cambios. Adela González, que aterrizó en el programa en febrero, presenta ahora la primera hora del espacio junto a Jorge Javier Vázquez. Ambos han relevado a

María Patiño

y

Terelu Campos

en ese cometido. En otro giro sorprendente, la productora anunció la pasada semana la salida de Carlota Corredera

, que conducía la tarde de los viernes. A la espera de conocer al relevo, las figuras de Terelu Campos y María Patiño ganan enteros para ocupar esa vacante.  

Todos esos cambios se suman a la expulsión fulminante de otro de sus iconos,

Paz Padilla, defenestrada a principios del mes por "incumplimiento de su obligación como presentadora". Además, esta semana se ha estrenado dentro del programa una nueva sección al estilo 'El diario de Patricia', un 'talk show' para el último tramo que conduce la colaboradora estrella del magacín, Belén Esteban

.

Demasiados bandazos para este gigante de la parrilla. Si ahora 'Sálvame' da palos de ciego o si está sentando las bases para perdurar, lo dirá el tiempo y una audiencia que en sus 13 años de andadura en la parrilla ha estado de su lado. Al menos hasta ahora.

Un universo propio

Durante más de una década, el espacio de Telecinco ha logrado trascender las fronteras de la prensa rosa y la etiqueta de 'telebasura' para marcar incluso agenda en la opinión pública. Y hasta en la política. En 2014, por ejemplo, Pedro Sánchez, entonces en su primera etapa como secretario general del PSOE, llamó por teléfono a su presentador, Jorge Javier Vázquez, en pleno directo para manifestar su rechazo a la celebración del Toro de la Vega en la localidad vallisoletana de Tordesillas. Un hito para el programa.

En todo este tiempo, el espacio ha llenado millones de hogares con los debates más inverosímiles sobre los famosos. También con muchas controversias y quejas de los espectadores. Pero ha logrado lo más difícil: crear un ecosistema propio en el que presentadores, tertulianos, colaboradores o concursantes del universo Mediset se han convertido en los protagonistas de una realidad paralela, clave en la televisión de entretenimiento en España.

Ahora, sin embargo, afronta su peor crisis, la que solo puede marcar la audiencia, mientras sopesa si es el modelo y su agenda o los mismos personajes que garantizaban su éxito los que han llevado al programa al límite del rescate.