CRÓNICA

La noche en el fuego de Valencia

Las llamas continuaron calcinando el interior de los dos edificios hasta cerca de las cuatro de la madrugada

El objetivo de la noche fue sofocar los focos del interior de las viviendas

Emergencias de la Generalitat Valenciana confirma cuatro fallecidos y 19 desaparecidos pasada la media noche

El dron de los bomberos analiza los restos del edificio en busca de víctimas mortales

Germán Caballero / Arturo Iranzo

Las ventanas de los dos edificios de Campanar (Valencia) incendiados la tarde del jueves dejaban entrever en la oscuridad de la noche una luz naranja parpadeante que se acentuaba por momentos. Pese a haber calmado las llamaradas que salían del edificio, su interior continuó ardiendo durante gran parte de la noche (hasta cerca de las cuatro de la madrugada) y los bomberos trabajaron sin descanso.

Atendidos los heridos y afectados y rescatados los que permanecían atrapados en un balcon, el objetivo de la noche fue apagar la llama que siguió devorando el interior de las fincas hasta al menos las cuatro de la madrugada.

Tras el primer despliegue de medios de bomberos, fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y sanitarios, quedaron los equipos de guardia de la noche. Periodistas esperaban información en su zona acotada y los profesionales no descansaban ni un minuto. El puesto de mando con las autoridades seguía de cerca los avances y el silencio en las calles era la tónica principal.

"Lo material se recupera, pero la vida no"

Vecinos y vecinas observaban sin mediar palabra la tragedia. Algunos bajaban mantas y ropa al local habilitado por una asociación para ayudar a las familias que lo perdieron todo. “Lo material se recupera, la vida no”, presagiaba una de las vecinas de las fincas colindantes. Los habitantes de los edificios de al lado vivían con intranquilidad y preocupación la situación. “En un momento se desmorona la vida, la verdad que hemos pasado miedo y esta noche no pensaremos en otra cosa”, apuntaban.

Trabajos nocturnos para sofocar las llamadas del edificio más alto.

Trabajos nocturnos para sofocar las llamadas del edificio más alto. / Germán Caballero

Una madre y una hija destacaban que habían llegado muchas personas de otras partes de València e incluso de otros municipios del área metropolitana ofreciendo su ayuda y sus casas para acoger a las personas evacuadas. Algo que en la mayoría de casos no hizo falta al desplazarse los desalojados a casas de familiares o a hoteles habilitados para acogerles.

Local del barrio donde los vecinos fueron llevando mantas y ropa para los desalojados que han perdido todas sus pertenencias.

Local del barrio donde los vecinos fueron llevando mantas y ropa para los desalojados que han perdido todas sus pertenencias. / Germán Caballero

Confirmados cuatro fallecidos y 19 desaparecidos

No fue hasta pasada la media noche cuando los responsables de emergencias de la Generalitat confirmaron las peores hipótesis. Cuatro personas fallecidas localizadas por drones aéreos y 19 desaparecidas a las que los bomberos no esperan encontrar con vida.

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, junto al president de la Generalitat, Carlos Mazón, envió todo el cariño a las familias y prestó el apoyo total de la institución local. Avanzó el decreto de luto en la ciudad y el aplazamiento de la Crida y otros actos falleros programados para este fin de semana. La ministra Diana Morant atendió a los medios junto a la delegada el Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, y también se puso a disposición de la Generalitat y el consistorio y dio el pésame a las familias tras confirmarse los fallecimientos de parte del Gobierno de España y del presidente, Pedro Sánchez.

Drones sobrevuelan los edificios calcinados para identificar posibles víctimas mortales.

Drones sobrevuelan los edificios calcinados para identificar posibles víctimas mortales. / Germán Caballero

Trabajos exteriores para apagar el fuego del interior

Desde ese momento, pasadas las 00:30 horas, el trabajo de los bomberos fue eminentemente exterior pues las características y el estado en llamas del edificio impedía la expedición a su interior. Un acceso que podrá confirmar y aportar más informaciones en las próximas horas.

A la una de la mañana comenzó a llover levemente y las gotas que caían en el césped de las zonas ajardinadas colindantes provocaba ese olor a tierra mojada tan característico. Con todo, las sirenas seguían sonando y el agua, sobre todo el de las mangueras, continuaba rociando sin descanso la fachada de ambos edificios de la avenida de Maestro Rodrigo.

El fuego continuaba en distintas plantas de ambas fincas, por fuera totalmente calcinadas. El silencio en las calles y las sirenas de los bomberos eran los sonidos que una percibía en los alrededores. Algunos bomberos salían y otros les relevaban ante la mirada de vecinos, efectivos de la UME y de la policía local y nacional. Las sirenas indicaban la incorporación de una grúa que expedía agua como un aspersor en los pisos más elevados del edificio.

La noche fue larga y el fuego logró disminuirse considerablemente sobre las cuatro de la mañana. Fue entonces cuando los trabajos de búsqueda de víctimas mortales con los drones dentro de las viviendas se reanudaron en profundidad y, a la espera de las informaciones de las próximas horas, los primeros hallazgos y balances dejaron ver que esta ya es una de las mayores tragedias que ha azotado a València en los últimos años.