Crimen no resuelto

¿Por qué el juez ha decidido seguir investigando el ADN en el caso de Helena Jubany?

El juez ha tomado esta decisión después de que la Policía Nacional y el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses hayan descartado en sendos estudios que el ADN hallado en el jersey de Jubany pertenezca a Laiglesia o Jimenéz

Una de las última imágenes de Helena Jubany.

Una de las última imágenes de Helena Jubany. / EPC

Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

El juez Juan Díaz Villar, a cargo del juzgado de Sabadell en el que se ha reabierto la causa para aclarar el asesinato de Helena Jubany en 2001, ha ordenado practicar más pruebas de ADN para seguir comprobando si entre los restos biológicos hallados en un jersey que la víctima vestía el día de los hechos hay rastro de Xavi Jiménez y Santi Laiglesia, los dos únicos sospechosos que formalmente están siendo investigados por el momento en este crimen.  

Díaz Villar ha tomado esta decisión después de que la Policía Nacional y el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses hayan descartado en sendos estudios que el ADN hallado en el jersey de Jubany pertenezca a Laiglesia o Jimenéz. ¿Por qué ordena entonces revisarlo de nuevo?

Para responder a esta pregunta El Periódico de Catalunya, de Prensa Ibérica, ha contactado con un experto en la materia, el doctor Keyvan Torabi, corresponsable del centro ADN Institut, especializado en diagnóstico y asesoramiento genético

Torabi comienza por explicar que estas comparaciones se hacen con los perfiles genéticos de cada persona. A través de la saliva, se puede extraer una muestra que permite obtener de forma sencilla "unos 20 marcadores repartidos a lo largo del genoma de los distintos cromosomas de los seres humanos". De esta manera se han obtenido, por orden judicial, los perfiles genéticos de Laiglesia y Jiménez.

La comparativa en el caso del crimen de Jubany se ha efectuado entre esos perfiles de los dos sospechosos con una mezcla de ADN hallada en el jersey que vestía la víctima el día de los hechos. "Un primer problema para llevar a cabo esa comparativa es que las muestras que se extraen de piezas de ropa –más en una extraída en 2001– acostumbran a ser de menor calidad y resulta más difícil obtener los 20 marcadores", aclara. Al haber menos marcadores, también hay "menor certeza estadística para atribuir un resto de ADN a una determinada persona".

Un segundo problema técnico, prosigue Torabi, es que en la muestra que se ha extraído del jersey de Jubany hay una mezcla de ADN de varias personas: de la propia Jubany y de al menos otra persona más. Se desconoce si es de una única persona más, en cuyo caso se trataría de un varón porque está presente el cromosoma Y, o de varias, en cuyo caso podría tratarse de como mínimo de un varón y de otros que podrían ser hombre o mujer.

Hasta la fecha se ha comparado esa mezcla de ADN –aislando los marcadores que son de Jubany– con el perfil de Jiménez y, después, en una segunda comparación, con el de Laiglesia. En ambos casos el resultado ha sido negativo.

La familia Jubany ha pedido que se repita ese análisis pero de forma conjunta, una petición a la que la fiscalía se opuso pero que el juez Díaz Villar ha acordado. Torabi explica que esa petición tiene sentido porque lo que ha podido ocurrir es que los resultados anteriores hayan sido negativos porque se estaban atribuyendo todos los marcadores que no son de Jubany a Jiménez, primero, o a Laiglesia, después. Y podrían ser, hipotéticamente de ambos. Si ese fuera el caso, el resultado sería negativo al compararlos por separado pero podría ser distinto al hacerlo juntos. 

Perfiles de dos mujeres

La acusación particular ha solicitado también que en esa nueva comparativa se incluyan asimismo perfiles genéticos de dos mujeres investigadas por su implicación en este crimen hasta su archivo en 2005: Montse Careta –que se suicidó en la cárcel por estos hechos– y de Ana Echaguibel. Sobre este punto, el juez ha rechazado la petición pero ha accedido a revisar si existe ADN de mujer en esa mezcla o en otras muestras biológicas –se conservan algunas obtenidas durante la autopsia de los genitales de la víctima o de una de sus uñas–. En caso de que la respuesta fuera positiva, entonces se valoraría ampliar la comparativa de la mezcla del jersey incluyendo los perfiles de Careta o Echaguibel.

El juez ha accedido a revisar si existe ADN de mujeres en las muestras investigadas

Torabi remarca, en cualquier caso, que a través de estas nuevas comparativas resultará "difícil" poder hallar "una respuesta firme" aunque sí puede ocurrir que ayudes a la investigación indicando estadísticamente qué posibilidades existen de que en esa mezcla de ADN queden restos biológicos de los investigados.  

"Indicios suficientes"

El juez insiste en las pruebas de ADN porque considera que hay "indicios suficientes" de que Jiménez participó en el asesinato de Jubany –se le considera autor de los dos anónimos que recibió la víctima semanas antes de la muerte y que contenían bebidas con Noctamid, el medicamento que se halló en el cuerpo de la mujer– y también de que pudo haberlo hecho Laiglesia, a quien un investigador de la Policía Nacional señaló en el programa de 'Crims' como el principal sospechoso.

Laiglesia vivía de forma intermitente en el bloque desde el que se arrojó el cuerpo de Jubany. Pernoctaba a menudo en ese edificio porque allí estaba el apartamento de Careta –pareja de Laiglesia en 2001–. En ese piso se encontraron cajas del medicamento Noctamid. En ese mismo domicilio había también cerillas como las que se localizaron en la azotea y que se habrían usado para quemar partes del cuerpo de Jubany. Laiglesia, además, cayó en contradicciones con Careta al ser ambos interrogados ambos por la Policía Nacional tras el crimen. También están las llamadas telefónicas que recibió Jubany desde el teléfono fijo del domicilio de Careta en los días anteriores al crimen y que también podría haber realizado el propio Laiglesia.

El asesinato de Jubany prescribió a finales de 2021, cuando se cumplieron 20 años del crimen. Sin embargo, Laiglesia fue investigado formalmente hasta 2005, cuando el caso se archivó. También lo fueron la difunta Careta y Echaguibel. Por ese motivo, para Laiglesia y para Echaguibel el crimen no prescribirá hasta 2025. Todos los implicados eran miembros de la secció Natura de la Unió Excursionista de Sabadell (UES), un grupo que el juez sitúa en el centro de la trama urdida para acabar con Jubany.