Laboral

Dos detenidos por explotar a inmigrantes en una fábrica pagándoles a 0,58 euros la hora

La Policía acusa a los arrestados de tener a los trabajadores en condiciones laborales de semiesclavitud en una empresa de palés en San Vicente

Las víctimas aseguran que les descontaban 25 euros si iban a ponerse la vacuna contra el Covid

Uno de los detenidos.

Uno de los detenidos.

P. Cerrada

Jornadas maratonianas de 12 horas por 30 euros -a 2,5 la hora- si trabajaban de lunes a sábado y si eran once días al mes la paga se reducía a unos míseros 58 céntimos por cada sesenta minutos de dedicación. Y todo ello sin estar dados de alta en la Seguridad Social. Así tenían a un grupo de siete inmigrantes senegaleses en una fábrica de reparación de palés de San Vicente del Raspeig (Alicante). La Policía Nacional puso fin a estas condiciones laborales de semiesclavitud de los inmigrantes, en situación irregular en España, y detuvo al empresario propietario de la fábrica, un español de 43 años sin antecedentes, y al encargado de la empresa, un varón de origen senegalés, como las víctimas, y con antecedentes policiales anteriores, según informó ayer la Comisaría Provincial.

Las detenciones fueron realizadas el pasado mes de agosto por agentes del Grupo 3 de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Alicante. La Policía Nacional acusó a los detenidos de sendos delitos contra el derecho de los trabajadores y amenazas.

Las pesquisas se iniciaron un mes antes de los arrestos. Una de las víctimas de este sangrante caso de explotación laboral presentó una denuncia y los agentes de la UCRIF establecieron un dispositivo de vigilancia sobre la empresa y el lugar donde se supone que recogía a los trabajadores para llevarlos a la nave, situada en el polígono del Canastell en San Vicente del Raspeig.

De este modo los policías pudieron comprobar que el empresario detenido acudía de lunes a viernes a un mismo punto del barrio Virgen del Remedio. Se desplazaba en una furgoneta de la empresa, recogía a varias personas de origen africano y las llevaba hasta la nave en San Vicente.

Traslado en furgoneta

Allí permanecía trabajando hasta las siete de la tarde y de nuevo les llevaban en la furgoneta hasta el barrio Virgen del Carmen. La jornada los sábados era hasta las doce y media, según la Policía.

Los investigadores de la UCRIF pudieron comprobar que los hechos denunciados no eran irreales. Los trabajadores no estaban dados de alta en la Seguridad Social y realizaban turnos de doce horas seguidas.

Por dicho trabajo percibían un salario de entre 600 a 700 euros al mes, unos 2,5 euros la hora los que trabajaban todos los días, mientras que a los inmigrantes que trabajaban once días al mes en jornadas de doce horas les pagaban a 0,58 euros la hora.

Si no iban al trabajo por encontrarse enfermos o, como declaró alguna de las víctimas por ir a vacunarse contra el covid-19, les descontaban 25 euros.

Los trabajadores no podían protestar porque cuando reclamaban un salario mayor recibían amenazas de muerte presuntamente del encargado de la empresa.

Una vez recabó la Policía todos los indicios para acusar a los explotadores de un delito contra los derechos de los trabajadores, los investigadores, coordinaron la investigación con la Inspección de Trabajo de Alicante para acudir juntos a la empresa. 

Según informó ayer la Comisaría Provincial, la explotación del operativo se saldó con las detenciones del empresario y del encargado de la fábrica de palés, que reclutaba a sus compatriotas y les amenazaba. La Policía identificó a siete trabajadores que estaban en la fábrica de San Vicente bajo las condiciones de semiesclavitud denunciadas por uno de los inmigrantes.