ENTREVISTA

Eva Bailén, experta en educación y tecnología: "Tan difícil es ser 'youtuber' como presentador de televisión"

La divulgadora aconseja a las familias que hagan el esfuerzo de educar digitalmente a sus hijos: con curiosidad y buenas preguntas, la tecnología lleva el conocimiento a otro nivel 

Eva Bailén, ingeniera y autora de Conectados y empoderados.

Eva Bailén, ingeniera y autora de Conectados y empoderados.

Ingeniera de telecomunicaciones con un máster en Formación del profesorado, Eva Bailén cree firmemente en la tecnología como aliada educativa. Su último libro, 'Conectados y empoderados' (Plataforma Actual), tiene por objetivo seducir a las familias para que se responsabilicen de la educación digital de sus hijos e hijas, a los que se resiste a llamar nativos digitales.

-¿Por qué no le gusta el término 'nativo digital'?

-Lo acuñó el escritor y conferenciante Marc Prensky en 2001 y no me gusta porque creo que genera falsas expectativas. Si eres nativo digital parece que vienes con todo sabido y que los adultos no te tienen que ayudar y apoyar. Mi responsabilidad como madre también es educar en digital.

-Muchos expertos recomiendan, a la hora de aprovechar al máximo el tiempo de estudio, dejar el móvil fuera de la mesa. Incluso, desinstalar aplicaciones como Instagram si se necesita tiempo extra de estudio. Por ejemplo, preparar la selectividad. Usted, sin embargo, defiende que la tecnología puede ser una aliada educativa.

-En educación, la tecnología hay que usarla en el momento preciso. En la EBAU, donde se sigue evaluando a la antigua usanza, hay que ir al grano y necesitas concentrarte. La puedes usar para resolver determinadas dudas. ChatGPT puede ir muy bien, por ejemplo. Pero las redes sociales son distracciones constantes. Si abres el ordenador y usas la tecnología para distraerte con las redes en lugar de para ser más eficiente y eficaz en tu estudio, lo mejor es que lo apagues y te pongas con el libro, el papel y el bolígrafo.

"Si abres el ordenador y usas la tecnología para distraerte con las redes en lugar de para estudiar, lo mejor es que lo apagues y te pongas con el libro, el papel y el bolígrafo"

-Todas las administraciones se han puesto este año muy serias con el uso de los 'smartphones' en los institutos. ¿Qué opinión le merecen las nuevas regulaciones?

-Los móviles en las aulas pueden ser disruptivos, cierto. Hay peligros, como el 'grooming' (acoso sexual 'online' de un adulto a un menor) o el 'buylling', pero nos ha tocado vivir una época compleja y toca ponernos las pilas, no solo prohibir. Hay herramientas tecnológicas que nos llevan más allá del libro del texto y las experiencias tradicionales. Con curiosidad y buenas preguntas, la tecnología te permite llevar tu conocimiento a otro nivel. Por ejemplo, mejorando los trabajos de clase, incluida su presentación. La tecnología también es una aliada para personalizar el aprendizaje y hacerlo más inclusivo. Hay aplicaciones muy interesantes para aprender matemáticas. No digo que haya que desterrar los cuadernos y los bolígrafos de las aulas, pero hay que avanzar en la digitalización, en sintonía con toda la sociedad.

"No digo que haya que desterrar los cuadernos y los bolígrafos de las aulas, pero hay que avanzar en la digitalización, en sintonía con toda la sociedad"

-¿De quién es la responsabilidad de que los chavales y las chavalas usen bien ChatGPT y no solo para copiar un trabajo? ¿De las autoridades públicas, de los institutos o de las familias?

-Siempre se ha copiado. Antes ibas a la biblioteca y copiabas de la enciclopedia. Ahora cuesta mucho menos. El reto es para los docentes, que deben proponer un tipo de trabajos más complejos que hagan que los alumnos sientan curiosidad y ganas de investigar. ChatGPT también se equivoca, no es una solución única.

-¿No vamos demasiado rápido introduciendo la tecnología en las escuelas?

-Ahí está el caso de Suecia, que ha paralizado su plan. La digitalización se ha convertido en el fin y no en una herramienta. Es un error porque el fin tiene que ser el aprendizaje, no la digitalización. No hace falta que desde los 5 años los niños tengan un iPad. No puede ser que todo en el colegio se haga a través de la tecnología. Lo importante es que haya capacidad de adaptación. Una unidad didáctica puede ser con tecnología, y otra sin ella. No hay que desterrar los bolis y hacerlo todo con tecnología.

"Siempre se ha copiado. Ahora cuesta menos. El reto es para los docentes, que deben proponer un tipo de trabajos que hagan que los alumnos sientan ganas de investigar"

-Muchos miembros de las generaciones Zeta y Alfa sueñan con ser 'streamers' y vivir de jugar a videojuegos, opción que usted defiende en su libro. Muchos padres y madres se pueden llevar las manos a la cabeza.

-Tan difícil es ser 'youtuber' como presentador de televisión. Ser un buen 'youtuber', saber comunicar y llegar a mucha gente no es fácil. El problema es que los chavales piensan que es sencillo. No lo es, no le puedes dedicar 10 minutos al día o unas horas. Entiendo que sean sus referentes porque hablan de temas que a un joven o un niño le interesan y se identifican con ellos. Pero que les quede claro: no te cae del cielo. Además, es pasajero. Te da éxito durante unos años y no sabes lo que puede venir después.

-Usted acaparó muchos titulares, hace tiempo, cuando encabezó una campaña contra los deberes.

-Contra un determinado tipo de deberes. Pedir todos los días que los niños copien el enunciado del libro de texto y hagan cuentas y deberes repetitivos que no suponen ningún reto es una pérdida de tiempo. Les tenemos tres horas sentados en casa después de pasar siete u ocho horas en el cole. Si los adultos nos pasamos todo el día trabajando y llegamos a casa y seguimos trabajando, terminaríamos odiando nuestro trabajo. Que los deberes sean una manera de fomentar un hábito de estudio tampoco lo veo. Ya tienen el hábito en el aula. Los deberes tienen que ser racionales, moderados y adaptados a cada niño.