ALERTA SANITARIA

Los pediatras dicen que "no hay una hipótesis fiable" ante el aumento de casos de hepatitis agudas en niños

Las sociedades científicas recomiendan que los profesionales extremen su vigilancia ante la posible aparición de nuevos casos para poder establecer un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Los médicos transmiten cautela porque dicen que, a día de hoy, no existe una hipótesis fiable que haga pensar en un crecimiento importante del número de nuevos casos.

Un pediatra atiende a un bebé

Un pediatra atiende a un bebé / EPE

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Las sociedades científicas están siguiendo "de manera exhaustiva" las novedades que sobre el aumento de casos de hepatitis agudas en niños (algunas de ellas sin filiar, algunas de ellas graves, precisan) que se han comunicado en las últimas semanas. Los médicos transmiten cautela porque dicen que, a día de hoy, "no existe una hipótesis fiable" que haga pensar en un crecimiento importante del número de nuevos casos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene contabilizados, hasta el 21 de abril, un total de 169 casos en 11 países de hepatitis aguda de origen desconocido en niños; unos 17 niños (aproximadamente el 10%) han necesitado un trasplante de hígado y se ha notificado al menos una muerte en Reino Unido.

Ante la alerta sanitaria sobre el incremento de casos, la Sociedad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHNP), la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) y la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP), junto con la Asociación Española de Pediatría (AEP), han emitido un comunicado en el que, primero, indican que "a día de hoy no se ha identificado una causa única que justifique el aumento de casos que algunos centros han experimentado".

Los médicos señalan que la aparición de casos de hepatitis aguda grave "es un fenómeno habitualmente poco frecuente y no siempre relacionado con agentes infecciosos más o menos conocidos".

Los médicos recuerdan que la alteración de las pruebas de función hepática "es un fenómeno relativamente frecuente en una serie de enfermedades comunes en la infancia". Citan los procesos infecciosos. Inciden también en que, en la mayoría de estos casos, "la afectación hepática es leve y autolimitada", y que la aparición de casos de hepatitis aguda grave y complicada "es un fenómeno habitualmente poco frecuente y no siempre relacionado con agentes infecciosos más o menos conocidos". Especifican los pediatras que, en ocasiones, se producen en el contexto de intoxicaciones, interacciones medicamentosas o enfermedades crónicas hepáticas ya existentes.

Extremar la vigilancia

Así, tanto la SEGHNP, la SEIP y la SEUP, conjuntamente con la Asociación Española de Pediatría (AEP), recomiendan que los profesionales implicados en la atención pediátrica "extremen su vigilancia ante la posible aparición de nuevos casos de hepatitis graves, de cara a poder establecer un diagnóstico y tratamiento adecuados, así como registrar y comunicar los mismos".

Finalmente, los especialista transmiten "cautela y serenidad a la población y a la opinión pública, pues no tenemos, a día de hoy, una hipótesis fiable que haga pensar en un crecimiento importante del número de nuevos casos". Explican que la hepatitis es una inflamación del hígado que cursa con una elevación en sangre de unas proteínas llamadas transaminasas. Las causas que pueden ocasionar este proceso inflamatorio son múltiples y, dependiendo de la edad del paciente, habrá algunas más o menos prevalentes.

Causas tóxicas

En la edad pediátrica, las causas infecciosas –y, dentro de estas, las víricas- son las más comunes, aunque no hay que olvidar las causas tóxicas, como el uso de fármacos o hierbas medicinales, o las inmunológicas, detallan los especialistas. También puede haber causas crónicas originadas por enfermedades metabólicas o genéticas.

Lo más habitual es que las hepatitis cursen con síntomas generales como cansancio, dolor abdominal, náuseas, vómitos o diarrea.

En circunstancias normales, lo más habitual, indican los médicos, es que las hepatitis cursen con pocos síntomas o con síntomas generales como el cansancio marcado, dolor abdominal, náuseas, vómitos o diarrea. Los síntomas más específicos de hepatitis son la ictericia, que es la coloración amarilla de piel y mucosas; la coluria, que es la coloración oscura de la orina; o incluso la acolia, que son deposiciones de color muy claro. También se puede presentar picor en la piel. Ante la aparición de alguno de estos signos, se aconseja acudir a un centro médico para ser evaluado por un pediatra.

Recientemente, el doctor Federico Martinón-Torres, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, aseguraba que los casos no guardan relación con la vacuna contra el coronavirus, ya que los menores no tenían edad de estar vacunados.