Fertilidad

España sigue con una de las tasas de fecundidad más bajas del mundo

Un estudio del Observatorio Social de la Fundación "la Caixa" destaca que, en todas las franjas de edad, las mujeres españolas manifiestan su deseo de tener o de haber tenido dos hijos.

Sin embargo, España donde la edad media de las mujeres en el nacimiento del primer hijo es de las más altas a nivel internacional, registra una de las mayores brechas de Europa entre fecundidad deseada y lograda

Imagen de una mujer embarazada

Imagen de una mujer embarazada / Fundación "la Caixa"

Nieves Salinas

Nieves Salinas

España

registra una de las tasas de fecundidad más bajas del mundo (1,3 de hijos por mujer según datos de 2019) y la edad media de las mujeres en el nacimiento de su primer hijo está entre las más altas a nivel internacional (30,9 años). Son datos de un estudio del Observatorio Social de la Fundación "la Caixa" que se ha presentado hoy en Madrid y que pone de manifiesto la brecha entre la fecundidad deseada, en todas las franjas de edad las mujeres muestran su deseo de tener o haber tenido dos hijos, y la finalmente lograda.

Según las autoras del estudio, Alícia Adserà, profesora e investigadora en la School of Public and International Affairs de la Universidad de Princeton (USA), y de Mariona Lozano, del Centro de Estudios Demográficos, los indicadores contrastan claramente entre los deseos de las mujeres de ser madres y la fecundidad lograda. Es más, la de España es una de las mayores brechas de toda Europa, apuntan las investigadoras.

La natalidad en nuestro país sigue en caída libre

/ Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EP

El informe forma parte del dossier 'Estado del bienestar, ciclo vital y demografía' coordinado por Concepció Patxot, investigadora del Barcelona Economic Analysis Team (BEAT) de la Universidad de

Barcelona

. El documento también incluye un análisis en profundidad sobre la equidad entre generaciones como garantía del bienestar social. En este sentido, la doctora Patxot llamó la atención sobre un tema de plena actualidad: la reforma de las pensiones. "Es dramático afrontar esa reforma subiendo las cotizaciones", apuntó la investigadora en la presentación del nuevo trabajo.

Bajo el epígrafe de '¿Por qué las mujeres no tienen todos los hijos que dicen querer tener?', la investigación establece los motivos que han llevado a las mujeres españolas a retrasar la maternidad y, en muchos casos, a sentirse frustradas ante la imposibilidad de concebir los hijos que hubieran deseado.

Alrededor del 35 % de las mujeres que han superado la edad reproductiva querría haber tenido más descendencia y aproximadamente el 19 % de más de 45 no tiene hijos

De hecho, según estos datos, alrededor del 35 % de las mujeres que han superado la edad reproductiva óptima querría haber tenido más descendencia y aproximadamente el 19 % de más de 45 no tiene hijos. Este último porcentaje está por encima de la media europea y solo por debajo de países como Italia,

Reino Unido

y Países Bajos, que se acercan más al 20 %.

Un empleo digno

Una primera explicación sobre esa brecha "excepcionalmente alta" entre fertilidad deseada y lograda, según las autoras del trabajo, son, fundamentalmente, las dificultades para alcanzar la estabilidad en distintas esferas de la vida: marcharse del domicilio de los padres, encontrar un empleo digno y formar una pareja estable

El retraso a la hora de formar una familia refleja el aumento de la precariedad de las generaciones más jóvenes

Las investigadoras han destacado en la presentación del estudio que las condiciones económicas destacan de manera especial cuando se pregunta a las mujeres cuál es la principal razón por la que no han cumplido sus planes de ser madres. La falta de oportunidades profesionales o el formar parte de las listas del paro, apuntan, es definitiva. El retraso a la hora de formar una familia refleja el aumento de la precariedad que están sufriendo las generaciones más jóvenes. El paro juvenil y el porcentaje de trabajo temporal en España están entre los más altos de Europa.

Así, lograr la independencia económica -como requisito previo en la mayoría de los casos para formar una pareja estable y para tener hijos-, es un primer escollo con el que se encuentran las parejas jóvenes. Esta inestabilidad, resaltaron, no sólo afecta a los adultos que poseen una menor formación, sino también a aquellos con estudios universitarios, que tardan en encontrar un trabajo que esté a la altura de las aspiraciones que tenían.

Apoyo a la natalidad

La baja fecundidad tiene importantes implicaciones políticas, entre las que destaca el impacto negativo en la sostenibilidad del estado del bienestar, resaltaron las autoras del trabajo. A las parejas les resulta difícil lograr que todo esté preparado antes de tener descendencia. Además, según las investigadoras, las políticas con las que se ha intentado aumentar la fecundidad a través de transferencias de efectivo a corto plazo no han tenido éxito y solo han afectado de forma temporal al momento en que se han producido los nacimientos.

Los cambios en la conciliación entre vida laboral y familiar, la dedicación de más tiempo por parte de los hombres a tareas domésticas para reducir la segunda jornada laboral que les espera a muchas mujeres al llegar a casa tras el trabajo, y las mejoras en el mercado laboral parecen ser los ingredientes básicos para favorecer la fecundidad. Invertir en los niños y en las futuras generaciones, subrayaron las investigadoras, es fundamental.