SOFTWARE ADAPTADO

Un hospital instala un simulador de rallys para ayudar a conducir a pacientes con daño cerebral

 El madrileño hospital Beata María Ana ha estrenado un dispositivo que reproduce el puesto de pilotaje de los vehículos de competición con un software adaptado al uso terapéutico

El medio millón de pacientes con daño cerebral que viven en España reclaman más recursos y menos tiempo para acceder a la rehabilitación

Un paciente con daño cerebral frente al simulador

Un paciente con daño cerebral frente al simulador / Hospital Beata María Ana

Nieves Salinas

Nieves Salinas

En España hay medio millón de personas con Daño Cerebral Adquirido (DCA). Los ictus y los traumatismos cráneoencefálicos, son las causas más habituales tras este tipo de lesión. Cada año se registran más de cien mil nuevos casos. En Madrid, el Hospital Beata María Ana acaba de estrenar un simulador de conducción -similar a los de los mundiales de rallys- para ayudar a los pacientes a que aprendan a conducir de nuevo o, por el contrario, a que se den cuenta de sus limitaciones a la hora de enfrentarse al volante tras sufrir un episodio este tipo.

De la marca surcoreana Hyundai, el simulador es el primero de sus características que se instala en un hospital de nuestro país, explica el doctor Marcos Ríos-Lago, coordinador de la Unidad de Daño Cerebral del centro privado. Sólo existe un recurso similar, precisa el médico, en el Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (Ceadac), un centro público también ubicado en Madrid y que depende del Imserso.

El simulador es mucho más que un dispositivo para los pacientes comiencen de nuevo a conducir, tras por ejemplo, sufrir un ictus. De hecho, su razón de ser es utilizarlo en la rehabilitación de personas con este tipo de lesiones y no sólo desde el punto de vista de la conducción, sino también para ayudarles en aspectos como controlar sus impulsos, mejorar su autoestima o integrarse socialmente. También como algo lúdico.

Tras sufrir un ictus, Antonio López se ha puesto de nuevo al volante para retomar lo aprendido. Irónico, explica, porque comenzó a conducir jovencísimo

Tras sufrir un ictus, Antonio López, de 57 años se ha puesto de nuevo al volante para retomar lo aprendido. Irónico, explica, si se tiene en cuenta que comenzó a conducir jovencísimo. El simulador de conducción que esta mañana se ha presentado en la Beata María Ana lleva poco tiempo en las instalaciones. De hecho, el dispositivo se está adaptando a cada una de las personas que están en rehabilitación según sus necesidades, explica el doctor Ríos-Lago.

Un vehículo de competición

Porque no todas las personas que sufren un episodio de daño cerebral podrán volver a ponerse al volante. Sobre todo los pacientes más graves, los que tienen mayores secuelas. Por eso, el especialista detalla que el dispositivo también es válido para que tomen conciencia de sus nuevas limitaciones. Es decir, que se den cuenta de que, por importante que sea para ellos por la libertad que les da ponerse al volante, habrá casos en los que no será posible.

El simulador de Hyundai reproduce el puesto de pilotaje del i20 WRC, un coche de competición cuyo software se ha diseñado para el uso terapéutico

También, indica, el dispositivo es útil para que esos pacientes se reinicien en ese camino de aprender nuevamente a conducir pero con limitaciones. "A lo mejor no en grandes distancias. Al final hay que hacer un traje a medida de cada persona", añade.

El simulador de Hyundai reproduce minuciosamente el puesto de pilotaje del i20 WRC, un coche de competición cuyo software se ha diseñado para el uso terapéutico. Es decir, se han adaptado los parámetros para realizar una conducción más suave -parecida a la de un turismo normal- y también se ha adaptado la modalidad del juego para que el paciente pueda sumergirse en el ejercicio trabajando en los giros, las frenadas, el rastreo visual o las normas de circulación.

Los pacientes piden una estrategia nacional

Este martes, coincidiendo con el Día Nacional, la Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE) volvía a llamar la atención sobre las necesidades de un colectivo de pacientes de casi medio millón de personas para que puedan acceder a una rehabilitación especializada; independientemente de su localidad de residencia, edad, secuelas o capacidad económica.

La rehabilitación, resaltan desde la Federación, es fundamental para que estos pacientes recuperen su antigua normalidad en las mejores condiciones. Sin embargo, muchos de ellos no tienen acceso a esas terapias por no poder costeársela, porque no hay ningún recurso de atención cerca de su localidad o, simplemente, por no tener información sobre las secuelas y la rehabilitación a la que deben acudir.

Una estrategia nacional

FEDACE pide una Estrategia Nacional de Atención al Daño Cerebral que garantice la máxima calidad de vida posible a cada persona con esta discapacidad, así como un censo que ayude a dimensionar los recursos precisos para la rehabilitación e inclusión social de este colectivo. Esta misma mañana, la entidad ha leído su manifiesto de este año 2021. Por primera vez, han sido afectados de todo el país quienes se han encargado de poner voz a esas reclamaciones.

Las asociaciones piden que se cree la categoría diagnóstica “daño cerebral” para el momento del alta hospitalaria

Entre las reivindicaciones de la Federación, que exista equidad en las oportunidades de los pacientes. En la actualidad, denuncian, ante la escasez y desigualdad territorial de recursos, buena parte de las personas afectadas deben desplazarse fuera de su localidad para ir al centro de atención que se cree la categoría diagnóstica “daño cerebral”, aplicable en el momento del alta hospitalaria o se incluya a la familia como parte beneficiaria del proceso de atención para que también reciban información y apoyo psicológico.

Una lesión repentina

El Daño Cerebral es una lesión repentina en el cerebro. Entre sus singularidades, su aparición brusca y el conjunto variado de secuelas que presenta según el área del cerebro lesionada y la gravedad del daño. Esas secuelas anomalías en la percepción y en la comunicación. También alteraciones físicas, cognitivas y emocionales.

La principal causa de Daño Cerebral es, en un alto porcentaje de casos, el ictus

La principal causa de Daño Cerebral es, en un alto porcentaje de casos, el ictus. Le siguen los traumatismos craneoencefálicos y enfermedades como las anoxias, los tumores cerebrales o las infecciones. En el caso de los ictus, el 44% de las personas que sobreviven, según datos de FEDACE, desarrollan discapacidad grave.

Entre las reclamaciones de las distintas asociaciones que forman parte de FEDACE, que en los planes de atención sociosanitaria se tengan en cuenta las necesidades específicas de las personas con mayor vulnerabilidad, como son las que tienen daño cerebral severo, los menores y los pacientes con alteraciones graves de la conducta, así como a sus familias.