REGUETONERO CHINO

Rao Fu, el primer chino reguetonero: "Conocer la música en español me cambió la vida"

Su éxito "Yo soy tu chen" le ha llevado a conseguir casi 300 mil followers en redes sociales

Cantaba hip-hop, pero asistió a un festival de verano de reguetón que le cambió la vida

Rao de China, metido en una canasta con una camiseta de UCLA, en una imagen promocional

Rao de China, metido en una canasta con una camiseta de UCLA, en una imagen promocional / Cedida

David López Frías

David López Frías

Para Rao Fu, un joven nacido en China en 1987, comprar la entrada para un festival de reguetón en 2021 le cambió la vida. Concretamente para el Baja Beach Fest. Un evento que se celebra en Rosarito (México) y al que suelen acudir las principales estrellas mundiales de la música latina.

“Fue allí donde conocí a Wisin y a Yandel. Escuché canciones de Karol J y de J Balvin. Eso supuso un cambio en mi vida. Porque yo cantaba hip-hop desde joven. Pero me di cuenta de que el hip-hop está en declive. El hip-hop habla de matar, del ego y de cosas de gangsters. A mí eso no me gusta. El reguetón es otra cosa. Y me sentí muy bien allí”.

Se lo cuenta a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA el propio Rao Fu, el primer reguetonero chino de la historia. Su nombre artístico es Rao de China. Así, en castellano, porque ese es el idioma que emplea en sus canciones. Este artista originario de la provincia de Sichuan se ha convertido en una rareza que acumula cientos de miles de seguidores en sus redes sociales.

Rao de China, en el videoclip de su éxito "Yo soy tu Chen"

Rao de China, en el videoclip de su éxito "Yo soy tu Chen" / Cedida

“Yo soy tu chen”

“Gracias a Dios, ya tengo 265.000 followers”, le cuenta Rao a este diario. Es extraño escuchar a un chino decir “gracias a Dios” o dirigirse a su interlocutor como “hermano”. O hacerse fotos metido en una canasta de baloncesto con la camiseta de UCLA. O escuchar que le gusta “el reguetón. Me gusta el perreo, el cumbiatón y el mexitón”. Pero es que la influencia latina ya es demasiado grande para Rao. Una vez que ha conocido el perreo, ya no quiere bajarse de ese carro.

Su principal éxito se titula “Yo soy tu chen”, que vendría a ser un juego de palabras en este lenguaje híbrido que emplea en sus letras, y que divaga entre el chino mandarín y el spanglish latinoamericano. “Es un juego de palabras con Barbie y Ken. En lugar de “Yo soy tu Ken” lo que yo digo es “Yo soy tu Chen”, porque Chen es un apellido muy popular en China. Como López en español”, aclara desde Las Vegas.

“Actualmente resido en Las Vegas, pero ya no quiero volver a Estados Unidos. Estoy a punto de viajar a España para rodar nuevos videoclips. Dentro de dos semanas llegaré a Madrid. No sé mucho sobre España, pero quiero grabar aquí mis nuevos vídeos musicales”, nos explica desde el estado de Nevada, preparando ya su primer asalto a Europa, entrando por España.

Rao, bien fachero en el desierto de Nevada

Rao, bien fachero en el desierto de Nevada / Cedida

Un padre abusivo

Rao nació en 1987 en la ciudad de Changdu, en la provincia china de Sichuan, que es famosa por los osos panda y la comida picante. Y confiesa que la música fue en el único refugio que tuvo para esconderse durante una infancia dura de abusos paternos.

“Mi padre fue muy abusivo y la música se convirtió en el escape de mi situación familiar. Desde pequeño, siempre he estado escuchando música para evadirme”. Además de esos abusos, a Rao le tocó lidiar con constantes cambios de residencia, habiéndose criado hasta en 4 lugares bien distintos antes de cumplir la mayoría de edad.

“Cuando yo tenía 5 años, emigramos desde China al barrio chino de Toronto (Canadá), una ciudad multicultural”. Ahí vivió hasta los 10 años, momento en el que su familia dejó Canadá para instalarse en Estados Unidos. Un cambio decisivo: “Nos fuimos a vivir a la ciudad de Buffalo, en el estado de Nueva York. Y aquello no es un sitio multicultural. Allí no hay asiáticos, ni latinos, ni indios. Allí sólo hay negros y blancos. 50% negros, 50% blancos”.

En Buffalo empezó Rao a cantar, aunque el lugar en el que le tocó crecer le condicionó por completo el estilo de música que eligió: “En esa ciudad tuve que adaptarme a la música que había, que era solamente el hip-hop. Mis amigos negros cantaban hip-hop. Mis amigos blancos cantaban hip-hop. Todos eran raperos. Entonces, mi destino también fue acabar siendo cantante de hip-hop”, revela.

Del frío neoyorquino, al calor de California, donde se instaló con su familia cuando cumplió 13 años. Fue su primer contacto con el mundo hispano. “Lo que encontré en California fueron mexicanos. Por todas partes. Yo, además de a la música, me dedico al marketing. Y en mi oficina, los únicos que no somos mexicanos somos mi familia y yo. Todos los demás son latinos”.

Rao Fu con su bro, latino, durante una sesión de fotos

Rao Fu con su bro, latino, durante una sesión de fotos / Cedida

Una novia hispana

Se mudó a Las Vegas, se echó una novia latina y ahí la inmersión en el mundo hispano fue total: “Me di cuenta de lo diferente que era todo. Los chinos somos muy fríos. Pero me di cuenta de que la familia de mi novia, aunque no son ricos, siempre están alegres. Cuando hacen una fiesta hay un montón de niños. Siempre están cantando, bailando, tomando [bebiendo]. Hay mucho ruido y muchas piñatas”.

Aquella percepción de la cultura hispana le cambió la vida: “Los niños siempre son muy importantes en las familias latinas. Siempre bailan con sus familias. Me di cuenta de que a los chinos nos falta eso en nuestras vidas. Somos gente muy educada, pero somos tristes y hay muchos abusos contra los niños en las familias”, relata.

Rao empezó a viajar por México y por las zonas latinas de Estados Unidos. Por California, Texas o Florida, pero también por Tijuana o Rosarito. Todo con la intención de seguir empapándose de la cultura latina, que tanto le había fascinado.

El único varón

Nunca abandonó el tema de la música, aunque siempre lo hizo a modo de hobby. Porque Rao fue el único descendiente varón en su familia, con lo que ello conlleva en el seno de una familia asiática. Recayó sobre sus hombros toda la responsabilidad de sacar adelante a la familia: “Siempre estudié “cosas de doctores”, porque fui el único niño de mi familia y todo el futuro de los míos dependía de mí. Y aunque nunca dejé de lado mi amor por la música, tampoco imaginé que iba a acabar cantando de forma profesional”, explica.

Y ha sido ahora, a su edad adulta y compatibilizando con sus negocios de marketing, cuando ha decidido dar el salto: “Con 34 años empecé a cantar reguetón. Fui al festival Baja Beach Fest y allí me di cuenta de que eso era lo mío. Me sentí muy bien con esa musica. Puedo sentir el alma de lo que me faltaba en Estados Unidos. Invertí mas en aprender español, y poco a poco decidí que ser un artista de reguetón chino. Es un buen riesgo porque mis raíces iban a llamar la atención”.

Se viene a Madrid en un par de semanas a grabar vídeos. Pero lo que tiene claro es que ya no va a volver a Estados Unidos. “Como mucho volveré a visitar a la familia. Pero he decidido ser un nómada. Voy a ir viajando por el mundo con mi música. Quiero llevar el reguetón hasta la India y mezclar mi estilo de música latina con instrumentos asiáticos.

Por el momento no tiene novia, ni tiene hijos, ni tiene más limitaciones “que los negocios que tengo que seguir llevando para poder vivir. Ahora mi vida es un 50% música, 25% el negocio y 25% hacer ejercicio”. Rao de China espera que, más pronto que tarde, ese 50% de música se convierta en el 100% de su vida.