DESPEDIDAS DE SOLTERA O PEDIDAS DE MANO

Los 'picnics de lujo' hacen negocio en parques públicos de Madrid: 190€ por cava, queso y manta

El picnic se sofistica en la capital: al menos cuatro pequeñas empresas los montan bajo demanda en parques públicos

Una ordenanza lo prohíbe, pero en la práctica ni la policía ni el Ayuntamiento dicen nada

Picnics de lujo en Madrid

Picnics de lujo en Madrid / MadridPicnic / VibePicnic

Analía Plaza

Analía Plaza

Mantel cubierto de pétalos de rosa, cojines de color beige, cestas, mantas, flores frescas, velas, una botella de cava en su enfriador, una tabla de quesos y una mesa baja con la vajilla —cubiertos dorados incluidos— dispuesta. Montaje y recogida incluidos: usted solo tiene que llegar y disfrutar. Motivo: pedida de mano. Precio: 190 euros. Localización: parque público a elegir.

Es una de las posibilidades de "picnic de lujo" que ofrece Vibe Picnics, una compañía que lleva tres veranos funcionando en Madrid. No es la única: el picnic, la comida campestre, la actividad de llevar comida en tuppers o envuelta en papel albal y tomarla en una manta sobre el césped se sofistica en la capital. Al menos cuatro pequeñas empresas han entrado en este negocio aprovechando el 'boom' de eventos al aire libre que hubo con la pandemia.

"En los meses buenos hacemos hasta cuatro picnics por semana", dice Yaiza Martínez, fundadora de Vibe Picnics. "Empezamos enfocándonos en parejas y grupos pequeños, pero ahora sobre todo hacemos grupos grandes: empresas, un montón de despedidas de soltera, cumpleaños de niños pequeños con toda la familia, bautizos, comuniones... Lo que más, despedidas. Viene gente de cualquier parte del mundo a Madrid a hacerla".

"Es una de las experiencias que más piden enamorados que quieren sorprender a su pareja", añade María José Jordá, CEO de la compañía de tours privados Gastro and Cult, que incluye los picnics de Vibe Picnics en su oferta de actividades. "También nos llama gente que va a estar tres días en Madrid y pide un programa. Les decimos: puedes ir al Museo del Prado y a mediodía te relajas con un picnic. Sale caro, así que son clientes exclusivos. Nuestra empresa está dirigida al cliente internacional, pero esto lo cogen sobre todo españoles".

Aunque la Ordenanza de Protección del Medio Ambiente Urbano, actualizada en 2022, prohíbe la "privatización" de zonas verdes con "actos organizados" que utilicen dichas zonas verdes con fines particulares (art.206), las compañías no han tenido hasta ahora problemas en ningún parque. "Solo vino la policía una vez y porque era un grupo grande de chavales de quince años. No llevábamos alcohol. Nos dijeron que no dejáramos suciedad", cuenta Carlos Cebrián, socio de Picnic Madrid. "Nunca hemos hablado con el Ayuntamiento. Lo que hemos intentado es ser responsables".

Bolsas de una empresa de picnics en El Retiro

Bolsas de una empresa de picnics en El Retiro / A.V Retiro Norte

Consultada por este diario, desde el Área de Gobierno de Medio Ambiente no aclaran por qué se permiten constantes actividades con ánimo de lucro —no solo picnics: también clases de patinaje, clubs de 'running', paseos en kart y cursos de adiestramiento canino, entre otras— en parques públicos si está prohibido. Por su situación y atractivo turístico, El Retiro es el que más presión sufre. "Es un parque vivo y está bien que sucedan cosas", dice Félix Sánchez, de la Asociación de Vecinos Retiro Norte. "Pero si en vez de una persona haciendo fotos de boda, yoga, taichi o masajes hay cincuenta y con ánimo de lucro, a ver cómo lo regulas". Los vecinos solicitan un plan de usos ("que separe los usos particulares de los lucrativos; que si alguien se lucra, al menos pase por un procedimiento informativo") y temen un desenlace como el del Park Güell en Barcelona, donde el Ayuntamiento terminó implantando un aforo y venta de entradas.

Súper picnics

El nivel de complejidad de cada picnic depende del cliente y su presupuesto: hay eventos organizados que incluyen poco más que el mantel, la cesta, tortilla, hummus y pan y otros en los que se montan estructuras gigantes con tipis, globos, paraguas asiáticos e incluso se contratan músicos que amenicen el momento y fotógrafos que lo capturen para compartirlo en redes sociales. Los organizadores llevan el material en coche o furgoneta hasta la entrada de los parques y de ahí, en carros hasta el punto concreto de celebración. Los precios van de 60 euros para dos personas a 495 euros para un grupo de nueve. MadridPicnic, la iniciativa con el Instagram más popular y fundada por una emprendedora venezolana, hace precios personalizados.

Cuenta Martínez que tuvo la idea mientras vivía en San Francisco. "Allí se veía mucho. Y con la pandemia vimos que aquí podía funcionar", dice. En Queensland, en Australia, se inspiró Johana, una joven boliviana que ha empezado a organizar sus picnics en el parque Tierno Galván. "Allí es muy común, muchas empresas lo hacen. Vine a España este año y busqué oportunidades de emprendimiento. Me di cuenta de que podía funcionar cuando lo hice para unos amigos y mucha gente me dijo que era muy bonito", dice.

Entre sus primeras clientas ha habido un grupo de chicas procedentes de Londres. De momento, Johana solo puede vender comida de otras empresas porque no tiene licencia para manipular alimentos. En Vibe Picnic también trabajan con distintos proveedores. En Picnic Madrid disponen de un almacén con frigoríficos, aunque ellos no cocinan nada.

Las empresas organizan los picnics en distintos parques públicos de la capital —El Retiro, Tierno Galván, el lago de la Casa de Campo, la pradera de San Isidro o el Cerro del Tío Pío en Vallecas—, además de acudir a casas con jardín privado si así se lo piden. "Nosotros solemos recomendar en base a lo que quiera el cliente. Por ejemplo, en El Retiro no se pueden poner estructuras altas ni tipis. Pero en el Juan Carlos I la gente lleva sus propias carpas", dice Martínez.

En Madrid está prohibido beber alcohol en la vía pública, de modo que dejan la responsabilidad en el cliente. "Nosotros avisamos", cotinúa la emprendedora. "Realmente, lo que hacemos es alquilar la decoración. El evento se hace bajo la responsabilidad del organizador".

Con todo, los consultados reconocen que es un negocio estacional y complicado. "Para los picnics de pareja los números no dan: no compensa dedicar tres horas a algo con lo que vas a ganar diez euros", dice el fundador de Picnic Madrid. "Deja buenos márgenes, pero lleva mucho tiempo y es un negocio muy limitado por la época del año. Necesitas algo más que dé dinero en los meses de invierno", añade Martínez. En su caso, como en el de la emprendedora venezolana de MadridPicnic, están trasladando su expertise a cualquier otro tipo de evento.

TEMAS