ELECCIONES PAÍS VASCO

Sumar rebaja la presencia de Yolanda Díaz en la campaña vasca en su primer gran duelo con Podemos antes de las europeas

El papel de Irene Montero también será discreto en Euskadi, donde acude este jueves para abrir la campaña

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante un acto este miércoles.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante un acto este miércoles. / Jesús Hellín

Yolanda Díaz limitará su presencia en la campaña de las elecciones vascas a dos actos, en una apuesta por dotar de autonomía a la cita electoral y respetar la identidad propia de Euskadi como nacionalidad histórica. Sumar también prescindirá del desfile de ministros en esta carrera electoral, donde se mide directamente con Podemos en su principal duelo antes de las europeas. El éxito o fracaso de Sumar se verá en función de dos factores; por un lado, en si logran representación que les permita determinar las políticas que salgan del Parlamento Vasco y, en otro, en cómo queden respecto a los morados, y por qué margen.

Tanto Sumar como Podemos evitan ahora 'nacionalizar' la campaña de Euskadi, al entender que el territorio cuenta con sus propias dinámicas. Yolanda Díaz acudirá dos veces a País Vasco, una este sábado 6 de abril junto a su candidata Alba García, y otra en un acto central de campaña el 13 de abril.

Su portavoz parlamentario, Iñigo Errejón, acudirá este viernes, y los ministros también tendrán una presencia muy limitada, con Ernest Urtasun en el cierre de campaña y otro acto de la ministra Sira Rego, de IU. No está previsto que acudan la ministra de Sanidad y líder de Más Madrid, Mónica García, o el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy.

La candidata de Sumar a Lehendakari, Alba García y la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego.

La candidata de Sumar a Lehendakari, Alba García y la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego. / H.Bilbao

El objetivo es que la campaña vasca de Sumar sea autónoma del plano nacional. Una estrategia diametralmente opuesta a la que adoptó en Galicia, donde Iñigo Errejón diseñó una campaña electoral con un constante paseíllo de ministros, multiplicando los actos de Díaz en campaña. Los malos resultados, además de desgastar el liderazgo de la vicepresidenta, evidenciaron la importancia de las campañas hechas desde el territorio, y no desde Madrid.

En Podemos tampoco habrá un gran despliegue por parte de sus dos principales referentes, las exministras Irene Montero y Ione Belarra. La primera acudirá a Bilbao este jueves para la apertura de campaña y está previsto que acuda una segunda vez a lo largo de estas semanas. La secretaria general de Podemos ya ha visitado Euskadi varias veces en la precampaña y prevé un par de intervenciones más, aunque el calendario no está todavía cerrado.

En las filas moradas se solapa la carrera por las vascas y la principal apuesta electoral del partido, las europeas. La exministra de Igualdad lleva semanas de gira por el país defendiendo su proyecto, y Podemos ha marcado la cita del 9 de junio como su máxima prioridad frente a las vascas -a las catalanas de mayo renunciaron a presentarse-.

INCÓGNITA

El escenario vasco es una gran incógnita para el espacio a la izquierda del PSOE. Allí Bildu es la principal fuerza progresista, por delante del PSE, y hasta ahora Elkarrekin Podemos contaba con un hueco ideológico consolidado que ahora queda en suspenso, después de que la relación entre Podemos y Sumar saltara por los aires y tras el retroceso en votos de los últimos ciclos electorales.

Desde que confirmaron su ruptura, las encuestas sitúan a los de Yolanda Díaz por delante de Podemos, aunque nadie tiene certezas. El CIS otorgaba a los morados entre 0 y 1 escaño y a Sumar entre 0 y 2. La cautela se ha instalado tanto en Sumar como en Podemos, conscientes de la relevancia de los resultados a la hora de medir sus fuerzas en la previa a la batalla del 9 de junio, donde Irene Montero se medirá con la candidata de Yolanda Díaz, Estrella Galán.

EXPECTATIVAS

Después del fiasco gallego, en Sumar buscan salvar los muebles y asegurar su representación. Cuentan con dos bazas principales. La primera es que forman parte del Gobierno de coalición, algo que les da ventaja sobre Podemos a la hora de competir por el mismo votante. La subida del SMI, la reforma laboral o la reducción de la jornada serán bazas electorales que no dudarán en exhibir.

La otra circunstancia que puede jugar a su favor es que hace tan solo unos meses, en las generales, el electorado de Podemos escogió la papeleta de Sumar, que entonces concurría en coalición con los morados, y creen que es más sencillo que el votante reedite su apuesta a que vuelva a apoyar a una marca que consideran altamente desgastada.

No contemplan en ningún caso ser superados por los morados, que en las elecciones gallegas solo lograron un 0,3% del voto. Su principal reto es resultar decisivos en la nueva aritmética del Parlamento Vasco, y poder decantar la balanza hacia políticas progresistas uniendo sus votos a los de Bildu y PSE, más allá de que gobierne o no el PNV.

DISTINTO A GALICIA

Pero el desenlace de este pulso en la izquierda no está claro, por el peso que han tenido los morados en la política vasca. Euskadi es uno de los pocos bastiones donde Podemos ha resistido y mantenía sus posiciones. En las últimas vascas de 2020 logró seis diputados en coalición con IU, además de contar con representación a nivel municipal y cierta organización territorial.

Estos elementos le sitúan en una posición destacada respecto a otras regiones y que convierte los comicios en una contienda completamente distinta a las gallegas de febrero, donde los morados no tenían ninguna estructura y asumían de partida que no lograrían representación y que quedarían por detrás de Sumar.

Irene Montero y Ione Belarra con la candidata de Podemos a las elecciones gallegas, Isabel Faraldo.

Irene Montero y Ione Belarra con la candidata de Podemos a las elecciones gallegas, Isabel Faraldo. / Cabalar

En ambas partes asumen que las elecciones en Galicia no fueron "representativas" a la hora de medir las fuerzas de unos y otros por la tradicional mayoría del PP allí y la hegemonía del BNG en la izquierda, además del escaso arraigo de la izquierda alternativa desde su desaparición en 2020.

PODEMOS CONFÍA

En esta ocasión, Podemos sí se encuentra en disposición de dar la batalla para lograr escaño y fía sus resultados a la solidez de la marca Elkarrekin Podemos y al alto nivel de conocimiento de su candidata, Miren Gorrotxategi. Además, confían en sus propias estructuras frente a falta de organización de Sumar, que a su juicio "no tiene nada" en País Vasco, y creen que pueden superar a la marca de Yolanda Díaz. Un hecho que, de producirse, asestaría un duro golpe a la vicepresidenta segunda.

Podemos centra su discurso en el giro a la derecha de Bildu, que a su juicio les "deja hueco" a su izquierda

La estrategia de los morados irá orientada a reivindicarse como el único partido contrario a las políticas del PNV, después de que EH Bildu les deja un "hueco por la izquierda" después de tender la mano a colaborar con de Andoni Ortuzar tras las elecciones y al carácter excesivamente "transversal" que le achacan.

Consideran además que existe un descontento social por la gestión del PNV en los últimos años y están dispuestos a explotarlo. Esto, creen, abre una oportunidad para trascender por primera vez el debate puramente identitario que suele marcar estos comicios y permiten a Podemos abrir discusiones que hasta ahora no cabían en la política vasca, dominada por los nacionalistas.