NEGOCIACIÓN DE GOBIERNO

La negativa del PSOE a reducir la jornada laboral bloquea a última hora el acuerdo con Sumar

Los socialistas sí se abren a incluir el reconocimiento a Palestina o a abordar el impuesto a la banca en el acuerdo programático

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en la reunión de la ronda de contactos para la investidura.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en la reunión de la ronda de contactos para la investidura. / EFE

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz fijaron octubre como fecha límite para alcanzar el acuerdo de programa para un futuro Gobierno de coalición. A una semana de que acabe el mes, ambas partes confían en poder cumplir los plazos, en medio de unas intensas negociaciones de última hora que avanzan a buen ritmo, pero que han tropezado con la reducción de jornada, una condición que Sumar sitúa como "imprescindible" y que el PSOE se niega a incluir.

Según el equipo de Díaz en la última propuesta que trasladaron los socialistas al equipo negociador de Díaz, liderado por Nacho Álvarez y Joaquín Pérez Rey, no se incluía ninguna referencia a este asunto, una de las prioridades que Sumar lleva defendiendo desde la campaña electoral. El partido de Yolanda Díaz reclamaba reducir la jornada a 37,5 horas semanales para el año 2024 y llegar progresivamente hasta las 35 horas, sin ver reducido el salario que pagan las empresas.

Pese a los numerosos llamamientos públicos de Sumar, los socialistas se resisten a introducir referencia alguna a este asunto en los documentos que se intercambian estos días en las negociaciones, que son continuas y que este domingo se prolongaron hasta la madrugada.

En el equipo de Díaz admiten que las conversaciones avanzan, pero advierten que no habrá acuerdo cerrado hasta que "el PSOE no desbloquee" la reducción de jornada. Ironizan con las prisas que airea el PSOE sobre la inminencia del acuerdo como una forma de presión, pero insisten en que este asunto debe estar sí o sí en el texto. No descartan que, como ha sucedido en otras ocasiones, sean finalmente el propio Pedro Sánchez y Yolanda Díaz quienes tengan que desbloquear este asunto, en caso de complicarse ese acuerdo. Una vez este punto sea incluido, reseñan, el resto del acuerdo no tardará tampoco en cerrarse.

OTRAS PRIORIDADES

En rueda de prensa este lunes, el portavoz de Sumar Ernest Urtasun ha planteado otra serie de "prioridades" para Sumar que todavía tendrían que definirse dentro del programa de Gobierno, aunque el obstáculo principal es en estos momentos la reducción de jornada.

El estatuto de becario, que en la anterior legislatura quedó al borde de la aprobación por el bloqueo del Ministerio de Economía, es otro de los asuntos que Sumar quiere rescatar para este acuerdo programático, y lo fija como un elemento también imprescindible para dar el 'sí'.

Uno de los otros asuntos que genera disenso entre los socios es la vivienda, donde Sumar quiere poner en marcha el índice de precios de alquiler para hacer efectivo el control de los alquileres, y la regulación de los pisos turísticos, que quedó fuera de la Ley de Vivienda.

En cuanto al impuesto a la banca que este mismo fin de semana ha vuelto a reclamar Yolanda Díaz, desde Sumar admiten que los socialistas se han "abierto" a esta propuesta, después de que algunas entidades bancarias como Bankinter hayan disparado sus beneficios casi un 60% en el tercer trimestre de este año respecto al año anterior. Pese a la disposición del PSOE; la fórmula está todavía por definir.

Otra de las cuestiones prioritarias para Sumar es el encarecimiento del despido, donde el socio minoritario reclamaba un modelo de despido restaurativo, para adaptar la indemnización a la situación personal del trabajador. Los socialistas no se cierran a esta propuesta, que de cualquier forma no iría incluida en una reforma del Estatuto de los Trabajadores, como había reclamado Díaz.

La última exigencia planteada por Sumar, que pidió a Sánchez reconocer el estado de Palestina de manera "inmediata", "incondicional" y "urgente", también ha sido bien recibida por los socialistas, que se abren a incluir el reconocimiento del estado palestino, como ya avanzó el presidente de Gobierno en funciones, aunque está por ver el nivel de concreción que acceden a darle.

Respecto a la estructura de Gobierno, Urtasun ha señalado que se negociará en una "segunda fase", puesto que serán las prioridades ideológicas las que marquen las materias de cada socio en la futura coalición.