AUTONÓMICAS DE MAYO

El PP peleará por incluir a los diputados díscolos en el acuerdo con UPN en Navarra

Los populares creen que "no puede haber vetos" y que se debe reunificar el espacio, con Sayas y García Adanero dentro

El PP retomará las conversaciones con UPN cuando pase su propio congreso el 4 de diciembre

La predisposición en Génova sigue siendo lograr una única lista, pero insisten en que "no todo vale" y en el peso que ahora debe tener el PP

Feijóo con su comité de dirección en Génova.

Feijóo con su comité de dirección en Génova. / DAVID MUDARRA.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Mientras los meses avanzan camino de mayo de 2023, el centro derecha en Navarra sigue sin tener claro cómo acudirá a las próximas elecciones. Y las relaciones entre el PP y UPN están congeladas esperando novedades. En Génova siguen pensando que la mejor vía para concurrir sería una sola opción con la marca de ambas formaciones. Pero los populares, a tenor de las encuestas nacionales y los estudios que han hecho en la propia comunidad, se sienten fuertes para elevar su nivel de exigencia. Como publicó este diario, la intención pasa por contar con “peso propio” y no una mera integración en la lista y las condiciones del partido de Javier Esparza, que es el hegemónico.

Las negociaciones deben continuar, pero aún tardarán unas semanas. La prioridad del PP era resolver su propio proceso orgánico y después reanudar las conversaciones entre los dos partidos para abordar la cita electoral. Lo que los populares pedirán es que “no haya vetos” a la hora de unificar el espacio político, recordando que UPN fija al cabeza de cartel, Esparza. En los últimos meses el debate sobre el liderazgo del líder de ese partido ha estado encima de la mesa, especialmente por la crisis interna que supuso la votación de la reforma laboral y la expulsión de sus dos diputados en el Congreso. En el PP existe el convencimiento de que ambos deben seguir formando parte del proyecto.

Según confirman fuentes de la dirección nacional, Génova piensa plantear que tanto Sergio Sayas como Carlos García Adanero estén dentro del acuerdo si así lo deciden. Ponen el ejemplo de que si uno de los dos diputados quisiera ir en la lista navarra, el PP presionará para que así sea. 

La cuestión es que no hay síntomas de que esa reconciliación pueda llegar a buen término. Al menos hasta ahora. No solo por las decisiones que se tomaron en los órganos de UPN con la expulsión después de que Sayas y García Adanero se rebelaran y votaran en contra de la reforma laboral del Gobierno (la habrían tumbado si no hubiera sido por el error de otro diputado del PP, Alberto Casero, que dio al botón del sí), sino porque según trasladan a este diario dirigentes de esa comunidad, “la confianza se ha roto por completo” y resultaría muy difícil que volvieran a convivir en el estado actual.

A pesar de lo complicado del escenario, en el entorno de Feijóo reiteran que su voluntad es que en el proyecto de centro derecha de las próximas elecciones “quepa todo el mundo” y “nadie que quiera estar y aporte se quede fuera”. La interlocución del grupo popular con los diputados es constante porque, en realidad, siguen funcionando como un bloque en el Congreso a la hora de fijar posición en los debates. 

¿ÓRDAGO DEL PP?

El congreso del PP de Navarra se celebrará el 4 de diciembre y aupará al diputado autonómico Javier García como nuevo líder. Su segunda será Amelia Salanueva, senadora con experiencia en política en esa comunidad y actual secretaria general del grupo parlamentario en la Cámara Alta. La salida y el paso al lado de Ana Beltrán, apuesta de Pablo Casado, ha facilitado mucho el proceso, como reconocen en Génova. 

En la dirección nacional aseguran que el objetivo pasa por volver a tener un equipo propio en Navarra donde Feijóo quiere restituir presencia del partido, igual que en otros territorios como Cataluña o el País Vasco, donde la nueva cúpula está echando el resto. A partir de ese momento es cuando los populares piensan retomar las conversaciones con UPN.

“Predisposición toda. Pero el PP hará valer su peso”, vuelven a repetir a este diario en la cúpula nacional, enviando el mensaje de que a pesar de querer un acuerdo con UPN, “no valdrá todo”. A las encuestas nacionales y la fortaleza de Feijóo se unen los sondeos que en Génova manejan sobre Navarra y que confirmarían un crecimiento importante de los populares. Los datos a los que ha tenido acceso este periódico ponen negro sobre blanco que el PP aumentaría su presencia en el Parlamento navarro aunque fuera separado de UPN. Y es un escenario que en Génova no descartan si las negociaciones no llegan a buen puerto. Pero, en todo caso, son solo encuestas y hasta ahora UPN ha sido la principal fuerza en todas las elecciones.

Distintos dirigentes consultados por este diario insisten en que no deberían llegar a esa pantalla y siguen confiando en un acuerdo. Pero en el entorno de Feijóo muestran dudas sobre las pretensiones de UPN y siguen exigiendo a su líder que “deje claro el camino por el que quiere optar”. Eso significa, reconocen, que ir de la mano del PP es “incompatible” con cualquier futurible que incluya al PSN en la ecuación. Los cargos populares más críticos con Esparza siguen pensando que su objetivo de ser presidente de Navarra está “por encima de todo”.

En los últimos días, durante el debate sobre el estado de la comunidad en el Parlamento regional, Esparza tuvo duros enfrentamientos con la presidenta de la comunidad foral, María Chivite, que también llevó al pleno las dudas sobre el liderazgo en UPN. Esparza no dudó en reprocharle sus palabras que, a su juicio, rompieron la tradición de no hablar sobre asuntos internos de los partidos rivales. Aún así, el dirigente aprovechó para recordarle el poco peso que ella tuvo en la negociación de su Gobierno que por primera vez dio carta de naturaleza a EH Bildu.

Tras acusar a Chivite de blanquear a la izquierda abertzale, Esparza elevó el tono con un discurso que comparte el constitucionalismo navarro: “Va a ser la primera dirigente del PSN que ha entregado las llaves de Navarra a Bildu y que se ha plegado a sus exigencias sin requerirles a cambio que reconozcan su pasado, que condenen los asesinatos y el dolor que causó ETA”, zanjó.