ANALIZANDO SU PROGRAMA ELECTORAL

La incoherencia de Vox: de denostar las autonomías a querer gobernarlas

La formación ultra reclama desde hace años la disolución de las autonomías y propone un solo gobierno y un solo parlamento

Abascal exige la vicepresidencia de Castilla y León y varias consejerías a cambio de sus votos para hacer presidente a Fernández Mañueco

El presidente de Vox, Santiago Abascal, junto al candidato a la Junta, Juan García-Gallardo, celebran los resultados en las elecciones de Castilla y León en Valladolid.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, junto al candidato a la Junta, Juan García-Gallardo, celebran los resultados en las elecciones de Castilla y León en Valladolid. / Europa Press/Claudia Alba

Miguel Ángel Rodríguez

Vox quiere entrar en el Gobierno de Castilla y León. Santiago Abascal, que siempre ha renegado del sistema autonómico español, dejó claro el pasado domingo que quieren formar parte de él. "¡Qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan García-Gallardo!", dijo el líder ultra sobre su candidato a los comicios tras obtener 13 procuradores y hacerse con la llave de la gobernabilidad.

El entusiasmo de Abascal resulta cuanto menos sorprendente a la vista de las cientos de veces que ha arremetido contra las comunidades autónomas. Dejando a un lado las palabras en mítines y actos -siempre se las lleva el viento-, el partido de extrema derecha ha dejado por escrito en cada programa electoral su rechazo al sistema autonómico.

"El Régimen político del Estado de las Autonomías de 1978 está agonizante obsoleto, y ha caído en la corrupción generalizada por su ausencia de valores, mostrando también una inaceptable incapacidad para resolver los problemas actuales de una sociedad civil cada vez más madura y exigente", recoge el programa con el que Vox se presentó a las elecciones generales de 2015. [Aquí en PDF]

Unas líneas más abajo se hablaba de "un solo gobierno y un solo parlamento" para toda España e incluso se detallaban las fases del "proceso de desmantelamiento del Estado de las Autonomías". En total, planteaban tres etapas: retirar las competencias; modificar la Constitución; y restaurar el "carácter efectivamente unitario del Estado constitucional español, eliminando el derecho a la autonomía política de las "nacionalidades y regiones".

Un Estado unitario

En las elecciones generales de 2019, cuatro años después y tras haber irrumpido en el Parlamento de Andalucía, Vox resumió su programa [aquí en PDF] en 100 medidas. Las primeras 10 estaban dirigidas a acabar con las comunidades. Nuevamente, proponían "transformar el Estado autonómico en un Estado de Derecho unitaria que promueva la igualdad y la solidaridad en vez de los privilegios y la división". Otra vez se repetía el mantra de "un solo gobierno y un solo parlamento para toda España".

A los pocos meses, ante los comicios autonómicos de 2019, sacaron un nuevo programa [aquí en PDF] en el que mantenían su agresividad contra el sistema autonómico. "El Estado español es un Estado unitario por definición, nunca compuesto o federal lo que sería un artificio o invención política interesada claramente inconveniente para el bien común o interés general de los ciudadanos españoles", arrancaba el texto. Unas líneas más abajo recalcaban el "experimento fallido, muy perjudicial para los intereses" de España que suponen las autonomías. En este documento hablan sobre la "confusión generada y la amenaza, incluso, de la unidad de mercado".

Las incoherencias

En octubre de 2021, hace escasos cuatro meses, Vox lanzó su último programa. En contraposición de la Agenda 2030 que rige los objetivos marcados por la ONU, los ultras redactaron su Agenda España [aquí en PDF]. Por quinta vez, en la primera página del documento, se habla de "enorme caos administrativo, lazos afectivos debilitados y un país sumamente desigual" provocado por las autonomías. "Una España sin distinciones ni fronteras internas es la mejor garantía de prosperidad y bienestar para todos", defienden. Así, plantean la devolución inmediatas de las competencias y la "creación de un estado unitario".

Sin embargo, los ultras quieren ahora gobernar en uno de esos "reinos de taifas", como ellos mismos llaman a las autonomías. Abascal abrió la puerta el pasado domingo y el candidato ultra, Juan García-Gallardo, ha recalcado este lunes que exigirán "lo mismo o más" que lo que obtuvo Cs en 2019: una vicepresidencia y tres consejerías. En un intento de explicar esta incoherencia, presente en otros muchos asuntos, el dirigente ultra ha admitido que "en el ADN de Vox está criticar el estado de las autonomías", pero que siempre han reivindicado "el papel de la provincia".

Este giro de guion era previsible a la vista del programa electoral que presentó Vox a los comicios en Castilla y León. En diez someros puntos, los ultras explican sin concreción ninguna sus propuestas. En este documento, colgado en su página web, solo se habla de "defender a las provincias y municipios frente a un sistema autonómico que pretende homogeneizar artificialmente a toda Castilla y León, que enfrenta a los territorios y dilapida el dinero de todos los españoles". El objetivo de "desarticular" el sistema se queda resumido en el propósito de "reducir sustancialmente el gasto de la estructura autonómica para reforzar municipios y provincias".