BALANCE DEL AÑO

Casado reprocha a Sánchez cerrar 2021 sin una llamada en ocho meses

El líder del PP califica al Gobierno como "nefasto" en todas sus vertientes y reprocha duramente las cifras de la pandemia y de la situación económica en España

Se mantiene firme en su no a la reforma laboral y asegura que no admitirá "presiones de ningún tipo"

Ordena al partido a centrarse de lleno en ganar Castilla y León

Pablo Casado en el balance del año político.

Pablo Casado en el balance del año político. / Tarek.

"Incompetencia, arrogancia, mentira". Pablo Casado aprovechó su balance del año político para cargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez, —"no puede ser más nefasto"— reprochó el líder de la oposición, al señalar las malas cifras que la pandemia ha dejado en España, y muy especialmente, en la situación económica actual. "Somos el peor país en cifras de inflación, el que menos crece, el peor en déficit público y el que más deuda acumula. Tenemos el peor gobierno en el peor momento", zanjó.

Pedro Sánchez y el líder del PP cerrarán este 2021 sin haber mantenido una conversación telefónica desde hace ocho meses y sin sentarse a una reunión bilateral en un año y medio a pesar de las distintas olas de la crisis sanitaria que han sacudido al país.

El ejemplo más reciente en esa falta de comunicación, apuntó Casado, es la reforma laboral que ayer aprobó el Consejo de Ministros “sin una sola llamada al PP”. Mientras crece la presión para que el partido de Casado cambie su posición y se plantee, al menos, una abstención, el dirigente niega esa posibilidad y apunta a que “no serán muleta” del Gobierno para aprobar contrarreformas del PP. 

“Quieren entorpecer la flexibilidad laboral y quienes cambian nuestra ley pretenden que le hagamos un enjuague”, reprochó a pesar de que también los empresarios (CEOE y ATA) han asegurado que ven difícil la oposición total de los populares a un acuerdo que no deroga la reforma laboral de 2012 y que, ni siquiera, cuestiona la parte mollar de la norma. Es el mismo motivo por el que los socios habituales (ERC y Bildu) se oponen y acusan al Ejecutivo de “vender humo”. 

Precisamente, Casado dejó claro que “no cederá a presiones” de ningún tipo, recordando otros momentos en los que el PP se vio en una situación similar. Por ejemplo, cuando José Luis Rodríguez Zapatero pidió apoyo a Mariano Rajoy en 2010 para ejecutar los recortes que exigió la crisis económica. Casado dejó claro que aguantará ("hablan de manual de resistencia, pero para manual el nuestro"), y que no respaldará políticas del Ejecutivo de coalición.

El CGPJ: si hay cambio de ley

A pesar de que todo apunta a que los acuerdos entre los dos grandes partidos serán casi imposibles en lo que queda de legislatura, Casado volvió a sacar pecho de los acuerdos nacionales que ofreció a Sánchez en su último encuentro en la Moncloa, incluida la creación de una agencia independiente para gestionar los fondos europeos, y que el presidente rechazó.

Y, eso sí, consideró que es posible desbloquear el acuerdo relativo al Consejo General del Poder Judicial si el Gobierno finalmente se aviene a modificar la ley orgánica que regula el sistema de elección de los vocales. El PP mantiene en firme esa única condición para renovar el órgano de gobierno de los jueces. “Creo que no va a tener más remedio que aceptarlo”, auguró Casado recordando las exigencias de la Unión Europea sobre avanzar en una mayor independencia judicial.

El líder del PP dedicó buena parte de su intervención a desgranar “las mentiras” que, según él, acompañan al presidente del Gobierno desde que llegó a la Moncloa. “Mintió en su programa. Todo lo que dijo que no haría es lo que después hizo. Gobernar con Podemos, indultar a los independentistas que dieron un golpe”, enumeró uno a uno. Atacó “las mentiras” en las previsiones económicas “que siguen sin corregir” a pesar de que todos los organismos las han corregido, recordando también la promesa incumplida sobre la factura de la luz. Y dejó claro que la mentira también “se ha cebado en la crisis institucional” que, en opinión del PP, merece un reforzamiento inmediato. 

La segunda parte de su intervención buscó un tono más amable para exhibir “la alternativa responsable y firme” que presentó en la convención nacional de Valencia a principios de octubre, recapitulando los grandes hitos del programa que supondrá “un nuevo contrato social” y “recuperar el papel internacional de España”.

Centrarse en Castilla y León

Y en esa insistencia de demostrar la alternativa que representa el PP encuadró las próximas elecciones en Castilla y León, convocadas para el 13 de febrero. Lo hizo en presencia del presidente Alfonso Fernández Mañueco, que se desplazó a Génova para acudir al comité ejecutivo nacional. Casado afirmó que la intención del partido es gobernar en solitario y obtener una mayoría muy amplia, como ocurrió en Madrid. También dejó claro que el partido tiene orden de volcarse con esta cita electoral, igual que con la andaluza.

Será después de las autonómicas castellanoleonesas cuando se retomen los congresos regionales del PP. Muchos siguen sin fecha. También el de Madrid, sobre el que evitó pronunciarse, dejando claro que “no perderán el tiempo en las cuestiones orgánicas” porque ahora están centrados en representar la alternativa. Preguntado directamente por Isabel Díaz Ayuso y su apoyo a que presida el PP madrileño, Casado insistió en que “todos los presidentes autonómicos están haciendo un gran trabajo”, sin entrar en la cuestión.