Opinión | DESPERFECTOS

El sobresalto Trump o Biden

En los tribunales de Washington DC y Georgia es donde tiene más riesgo el republicado. Incluso así, puede llegar a la Casa Blanca, por delante del demócrata

El presidente de EEUU, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu.

El presidente de EEUU, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu. / EFE

La desmemoria senil que está afectando a Joe Biden y el ego psicopático de Donald Trump añaden turbulencia al proceso electoral norteamericano, ese espectáculo que imitamos en lo peor olvidándonos de lo mejor. En los 10 meses próximos los Estados Unidos se estancarán en una incertidumbre que cualquier enemigo puede intentar aprovechar. Para la Unión Europea, la espera será larguísima, de cara a un desenlace de dimensiones desconocidas. 

Trump ha sido siempre explícito en su desdén hacia los poderes de Bruselas y más que crítico con la OTAN. Es cierto que, incluso desde Eisenhower, los presidentes de los Estados Unidos se han quejado –y con parte de razón- de lo que les cuesta proteger a Europa, pero solo Trump ha llegado a formularlo con tanta procacidad hasta el punto de decir que se alegrará si Rusia ataca a un país europeo. Biden es más próximo a las formas atlantistas.

Más allá de la indignación inicial ante del ataque de Putin a Ucrania, no parece que las opiniones públicas europeas sean partidarias de incrementar sus aportaciones económicas a la OTAN. Aún más, si la Unión Europea se decide por tener una defensa propia –la autonomía estratégica tan en boga-, el obligado incremento de esa partida presupuestaria chocaría con el gasto social. Para disuadir a quien intente agredirte también hace falta gastar mucho. En fin, hay que invertir a fondo en drones, los nuevos protagonistas de la guerra. Además, ¿qué pasa con las cabezas nucleares de Francia y de la Gran Bretaña post-Brexit? 

Trump sigue como candidato republicano con más apoyos. Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur, en su Estado solo tiene un respaldo del 29%. Trump, un 65%. Aunque Haley pretende seguir en la brecha hasta el supermartes tan decisivo, un Trump inmerso en cuatro trances judiciales lleva ventaja. En los tribunales de Washington DC y Georgia es donde tiene más riesgo. Incluso así, puede llegar a la Casa Blanca, por delante de Biden.

El actual presidente, además de la fatiga manifiesta que le procura su aliado Netanyahu, se ha visto zarandeado por dudas sobre su capacidad memorística. En las encuestas, un 76% cree que puede faltarle claridad mental. Según las casas de apuestas, tiene un 70% de probabilidades de perder. Si ganase, el partido demócrata tiene pavor a lo que ocurriría si entonces falla la salud de Biden porque le sucedería la actual vicepresidenta, Kamala Harris –segunda en el 'tíquet' electoral-, en quien no se tiene ninguna confianza política, según la mayoría de comentaristas. En momentos tan convulsos abundan las especulaciones de alta tensión.

La más reciente es una retirada oportuna de Biden -improbable dado que se considera “la persona más cualificada para presidir los Estados Unidos”- al final de las primarias. Llega la convención demócrata en agosto, Biden se baja del tren electoral y estalla la adrenalina de una 'open convention', en la que facciones y delegados eligen un candidato. 'The Wall Street Journal' atribuye la idea a la camarilla de Obama, hostil a Biden. Trump y Biden son dos viejos luchadores de sumo, con dificultades para acogotarse.