Opinión | AÑO NUEVO

¿Qué esperamos del 2024?

El optimismo nos invita a imaginar un mundo mejor, la realidad nos advierte de los peligros

La inteligencia artificial, clave en el futuro (y el presente) de los españoles.

La inteligencia artificial, clave en el futuro (y el presente) de los españoles. / Prensa Ibérica

Último jueves de un año intenso. Si hubiera que destacar los temas que han marcado la agenda social, política, económica y mediática a lo largo de este 2023 los primeros puestos estarían ocupados por los conflictos bélicos, la polarización política, el cambio climático y el desarrollo tecnológico de la mano de la inteligencia artificial.

La invasión rusa de Ucrania, que el próximo mes de febrero cumplirá dos años, sigue preocupando a la mayoría de los españoles (68% según el Barómetro de diciembre del Centro de Investigaciones Sociológicas). Y la más reciente guerra en Oriente Próximo entre Israel y Hamás, que comenzó el pasado 7 de octubre, preocupa al 73% de los ciudadanos de nuestro país. Un dato para el análisis: la preocupación aumenta con la edad, siendo los menores de 24 años quienes menor grado de inquietud manifiestan en el caso de ambos conflictos. Es probable que sus desvelos sean otros: más cercanos y que les afectan más directamente en su día a día. Más concretamente, y según datos de este instituto público, la economía, la educación y el trabajo.

La polarización política es otra de las cuestiones que también ha traspasado fronteras. Polarización ha sido la palabra del año 2023 según la FundéuRAE. Las tensiones políticas entre bloques ideológicos no son exclusivas de nuestro país y, en algunos casos, estas se han extremado hasta poner en riesgo la propia democracia. Parece que sucedió hace mucho tiempo, pero fue a comienzos de este año cuando se produjo el asalto al Capitolio en Brasil por parte de acérrimos partidarios de Bolsonaro que, como su líder, cuestionaban el resultado electoral. Sabemos que la polarización afectiva (la peligrosa) emana de las élites políticas y a ellas le corresponde, por tanto, rebajarla. En el caso de España, la agenda electoral del próximo año (gallegas, vascas, europeas y, quizá, catalanas) no augura buenas noticias en este sentido y, de hecho, un 63% de los españoles comparte la idea de que 2024 no nos hará ser más tolerantes.

Las tensiones políticas entre bloques ideológicos no son exclusivas de nuestro país y, en algunos casos, estas se han extremado hasta poner en riesgo la propia democracia

También en estas páginas se ha hablado del cambio climático y de la inteligencia artificial. Los españoles, en comparación con los ciudadanos del resto de países de nuestro entorno, somos los más críticos con nuestras instituciones, con las empresas, y con nosotros mismos en relación con la lucha contra el calentamiento global. Un tema que preocupa al 78% de los españoles, según el CIS. Más que cualquiera de las guerras internacionales. Con respecto a la IA, la principal inquietud gira en torno a la ciberseguridad, la privacidad y a la desinformación que puede conllevar un mal uso de las nuevas tecnologías, siendo España uno de los países europeos cuyos ciudadanos más zozobra manifiestan al respecto.

Pero con todo, 2023 sin ser un buen año, sí ha sido mejor que el 2022. Así lo recoge el estudio "Predicciones 2024" que anualmente publica Ipsos y en el que se analiza el balance que la población de 34 países hace de los últimos doce meses. Si bien la mitad de la población española (49%) piensa que este ha sido un mal año a nivel personal, este porcentaje es inferior en siete puntos al que expresaba el mismo sentir hace un año con respecto al 2022 (56%). Pero no solo ocurre esto en el plano personal. El 68% declara que ha sido un mal año también para el país en su conjunto, un dato elevado, pero inferior en 13 puntos al de 2022. En resumidas cuentas, a pesar de que 2023 no ha sido un año fácil, sí que ha sido un año mejor que el anterior. Pero ¿qué esperamos del 2024?

En estas últimas semanas del año es cuando hacemos balance, pero, también, cuando planeamos cómo nos gustaría que fuera el año que comienza. En este sentido, ocho de cada diez españoles admiten que hacen una lista de buenas acciones que quieren llevar a cabo el próximo año, ya sea para su beneficio o para el de los demás. España es así el tercer país europeo que más gente admite realizar estos propósitos, por detrás de Portugal (88%), y Rumanía (85%). Estos buenos propósitos contagian de optimismo la opinión sobre cómo será 2024: el 66% de los españoles cree que el próximo año será mejor para ellos que el que dejamos atrás, 11 puntos más que en 2022.

A pesar de todo, estos buenos deseos contrastan con la realidad percibida. Por lo menos en el plano económico donde el pesimismo se vuelve a imponer. Aunque los datos son algo mejores que los registrados el año pasado, sigue habiendo más españoles que comparten la idea de que 2024 no tendremos una economía mejor que en 2023 (56%). La explicación se encuentra en otros datos del estudio. Por ejemplo, el 84% cree que los precios seguirán escapando a la capacidad adquisitiva, situándose como el segundo país europeo que más lo piensa, solo por detrás de Portugal (90%). Además, el 72% piensa que la inflación será mayor en 2024 en relación con el año que ahora termina, dato que nos sitúa como el país europeo más pesimista en este sentido. El mismo porcentaje (72%) considera que los tipos de interés seguirán subiendo el próximo año. Y el 64% cree que el desempleo crecerá en nuestro país en los próximos meses. Datos mayoritariamente negativos, pero que se han reducido en más de diez puntos con respecto a los que arrojaba el estudio de hace un año. Seguimos siendo pesimistas, pero menos que a comienzos de 2023.

Con respecto a la IA, la población parece que mantendrá su recelo en cuanto al impacto de esta tecnología en sus vidas. De momento, el balance entre su capacidad para crear empleo o destruirlo es negativo: son más los españoles que piensan que la inteligencia artificial provocará la pérdida de muchos puestos de trabajo que quienes creen que las nuevas tecnologías crearán nuevos puestos: 64% frente a 41%. Y finalmente, ese pesimismo económico y tecnológico se traslada también al plano geoestratégico: la mitad de los españoles (49%) cree que la guerra de Ucrania no finalizará el año que viene (solo el 24% piensa que sí).

En definitiva, un año más contrasta el cierto optimismo con el que afrontamos el año con la realidad más objetiva. El optimismo nos invita a imaginar un mundo mejor, la realidad nos advierte de los peligros. "La incertidumbre es la única certeza", dijo Bauman. Tenemos que navegar por este océano de incertidumbre con una brújula de esperanza y realismo. ¡Feliz 2024!