Opinión | TELETRABAJO

Teletrabajo para la natalidad

Las razones que han ayudado a la maternidad aún están por confirmarse, pero una de las hipótesis con las que se trabaja es que haya sido debido al aumento del teletrabajo

Una mujer teletrabaja en casa.

Una mujer teletrabaja en casa.

A partir de los 35 años, las mujeres no tienen hijos por motivos laborales, de conciliación y económicos. Lo que más les ayudaría a tenerlos es la flexibilidad en los horarios tanto para padres como para madres ¿Podría ser el trabajo en remoto un incentivo para fomentar la natalidad?

Desde que la pandemia cambiara nuestras vidas hemos asistido a dos reacciones relacionadas con el teletrabajo: se ha demostrado que se puede ser igual o más productivo en otros lugares distintos a la oficina y que además esto supone importantes ahorros en términos de desplazamientos, malestar, o gastos adicionales. Para sorpresa de nadie, la mayoría de las personas prefieren teletrabajar más de la mitad de la semana.

Al mismo tiempo, por la parte contraria, se ha intentado acotar el teletrabajo al menor número de días posibles, reduciendo con ello las posibilidades de deslocalización que ofrece una buena conectividad y que sin duda contribuirían a mejorar la calidad de vida de las personas que pudieran libremente elegir otros lugares de residencia; accediendo quizá a mejores viviendas y revitalizando al mismo tiempo esos otros lugares de nuestro país que no son las grandes ciudades donde se ubican los centros de trabajo.

Obviamente, no hay nada malo en trabajar desde la oficina, lo que propongo es que asimilemos de una vez, que tampoco lo hay en hacerlo desde otro lugar. Y que poder teletrabajar un par de días a la semana es un avance, pero que el cambio real vendría de poder hacerlo siempre que quieras y, por tanto, tener la capacidad de cambiar tu residencia.

Durante el gran confinamiento, en España se teletrabajó más que nunca, pero no hubo aumento de la natalidad. Sin embargo, en Estados Unidos se ha demostrado que, aunque aparentemente la fertilidad se redujera en este periodo, el descenso fue debido principalmente a las madres nacidas en el extranjero y que hubo, por el contrario, un pequeño boom de madres nacidas en Estados Unidos. Esto supone por primera vez revertir la tendencia decreciente desde 2007, y además con más madres primerizas y más jóvenes.

Las razones que han ayudado a la maternidad aún están por confirmarse, pero una de las hipótesis con las que se trabaja es que haya sido debido al aumento del teletrabajo (flexibilidad, deslocalización y conciliación) y en este primer estudio observan que las mujeres que han sido madres responden al perfil de aquel grupo privilegiado que puede teletrabajar. Otra de las hipótesis contempladas supone que, a pesar del aumento del desempleo durante este periodo, muchas mujeres han decidido ser madres porque los programas de protección desplegados durante la crisis han permitido mantener durante la pandemia el nivel económico sin trabajar.

No hace falta aclarar que el teletrabajo debe ser estudiado en términos de unidad familiar, no solo de la madre y además complementado con viviendas que permitan disponer del espacio adecuado para hacerlo. Es cierto que no todo el mundo tiene un empleo teletrabajable igual que no todas las mujeres quieren tener hijos, pero también lo es que el modelo de nuestras sociedades tras la maternidad es el del coste de oportunidad para la mujer y cada vez se hace más difícil renunciar a los ingresos o a la carrera profesional por serlo; por eso nunca es demasiado pronto para empezar a experimentar con nuevas formas de promoción de la natalidad.