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Radiadores de casa como nuevos: así debes limpiarlos para no pasar frío

El cepillo para limpiar radiadores de Leroy Merlin que ayuda a que funcionen con más potencia

Un radiador.

Un radiador.

H.G.

El otoño avanza lantamente. Los días empiezan a ser más cortos, el cambio de hora es inminente, estamos viviendo las primeras tormentas propias de la estación y las temperaturas van descendiendo gradualmente. Lo mejor, es estar preparados para el frío intenso que ya asoma. Resulta esencial, para ello, poner a punto los radiadores de casa para que estén listos para funcionar a pleno rendimiento.

Los radiadores son elementos esenciales para mantener una temperatura agradable en el hogar durante los meses más fríos del año. Sin embargo, con el paso del tiempo, pueden acumular suciedad, polvo y aire que afectan a su rendimiento y eficiencia. Por eso, es importante limpiarlos periódicamente y purgarlos antes de encender la calefacción. En este artículo te explicamos cómo hacerlo paso a paso de forma sencilla y segura.

¿Por qué es necesario limpiar los radiadores?

Limpiar los radiadores tiene varios beneficios, tanto para el confort como para el ahorro energético y la salud. Algunas de las ventajas son:

  • Mejora el funcionamiento de los radiadores y evita que se sobrecalienten o se enfríen.
  • Evita el desperdicio de energía y reduce el consumo y la factura de la calefacción.
  • Elimina el polvo y la suciedad que pueden provocar alergias, asma o problemas respiratorios.
  • Previene la corrosión y el óxido que pueden dañar los radiadores y las tuberías.
  • Alarga la vida útil de los radiadores y evita averías o fugas.

¿Cuándo y con qué frecuencia hay que limpiar los radiadores?

Lo ideal es limpiar los radiadores al menos una vez al año, preferiblemente antes de que empiece la temporada de frío. De esta forma, nos aseguramos de que funcionen correctamente cuando los necesitemos. Además, es conveniente revisarlos cada cierto tiempo para comprobar si hay algún problema o si necesitan una limpieza más profunda.

¿Qué materiales y herramientas se necesitan para limpiar los radiadores?

Para limpiar los radiadores no se necesitan muchos materiales ni herramientas. Lo básico es:

  • Un cubo o recipiente para recoger el agua que salga al purgar los radiadores.
  • Una llave inglesa o una llave específica para purgar los radiadores, según el modelo que tengamos.
  • Un trapo o una bayeta para limpiar la superficie exterior de los radiadores.
  • Un cepillo o una aspiradora para eliminar el polvo y la suciedad de los huecos entre las placas de los radiadores.
  • Un producto limpiador específico para radiadores o un detergente neutro diluido en agua.

¿Cómo limpiar paso a paso los radiadores?

El proceso de limpieza de los radiadores consta de dos partes: la purga y la limpieza exterior. A continuación te explicamos cómo hacer cada una de ellas.

1. Purga de los radiadores

La purga consiste en eliminar el aire que se acumula en el interior de los radiadores y que impide que circule el agua caliente de forma adecuada. Para hacerla, hay que seguir estos pasos:

  1. Apagar la calefacción y esperar a que los radiadores se enfríen por completo.
  2. Colocar un cubo o recipiente debajo del purgador del radiador, que suele estar en la parte superior derecha o izquierda del mismo.
  3. Abrir el purgador con una llave inglesa o una llave específica, según el tipo de purgador que tenga nuestro radiador. Al hacerlo, saldrá un poco de agua junto con el aire. Es normal que el agua esté sucia o tenga un color oscuro.
  4. Cerrar el purgador cuando solo salga agua limpia y sin burbujas. Si se cierra antes, puede quedar aire dentro del radiador.
  5. Repetir el proceso con todos los radiadores de la casa, empezando por los más cercanos a la caldera y terminando por los más alejados.
  6. Comprobar la presión del circuito de calefacción en el manómetro de la caldera. Si está por debajo del nivel recomendado por el fabricante, hay que rellenar el circuito con agua hasta alcanzar la presión adecuada.

2. Limpieza exterior de los radiadores

La limpieza exterior consiste en eliminar el polvo, la suciedad y las manchas que se acumulan en la superficie y los huecos de los radiadores. Para hacerla, hay que seguir estos pasos:

  1. Limpiar la superficie exterior de los radiadores con un trapo o una bayeta humedecida en agua o en un producto limpiador específico para radiadores. Si hay alguna mancha difícil, se puede frotar con un cepillo de dientes o un estropajo suave.
  2. Limpiar los huecos entre las placas de los radiadores con un cepillo o una aspiradora. Hay que hacerlo con cuidado para no dañar las placas ni el barniz que las recubre.
  3. Secar bien los radiadores con un trapo o una bayeta seca para evitar que se oxiden o se corroan.

Con estos sencillos pasos, tendremos nuestros radiadores limpios y listos para afrontar el invierno con la máxima eficiencia y confort. Recuerda que si tienes alguna duda o necesitas ayuda profesional, puedes contactar con un experto en calefacción que te asesore y te ofrezca el mejor servicio.