Este producto de higiene personal dejará tu vitrocerámica brillante

Estamos siempre investigando y buscando formas de mantener limpio nuestro hogar de forma fácil y sencilla. Nuestro ritmo de vida necesita que las rutinas de limpieza nos faciliten la vida y sean efectivas con muy poco. Por eso, nos encanta descubrir fórmulas caseras que nos ayuden en una sola pasada a eliminar todo tipo de suciedad y mantener nuestro hogar siempre limpio. Sobre todo, cuando se trata de espacios como la cocina nos gusta que su mantenimiento, limpieza y desinfección sea casi tras su uso, por eso encontrar fórmulas que nos ayuden a limpiar y abrillantar es todo lo que buscamos. 

Mantener nuestro hogar siempre limpio y ordenado está entre esas tareas rutinarias. Sin embargo, hay algunos espacios de nuestro hogar que necesitan de limpiezas mucho más exhaustivas y, sobre todo, de una mayor higiene y desinfección que puede resolverse con limpiezas en cada uno de sus usos y fórmulas caseras efectivas que logren eliminar toda suciedad y abrillantar.

La cocina necesita de un mantenimiento constante. En ella, manipulamos muchos alimentos y cocinamos cientos de recetas que pueden manchar, acumular grasa y que, a la larga, puede provocar muchos otros problemas que pueden afectar al estado inicial de la cocina. La acumulación de suciedad es foco directo de hongos y bacterias, pero también puede afectar al estado físico de la encimera o vitro. Por eso, la cocina es un espacio que debe estar muy limpio y controlado para conseguir que la zona esté libre de bacterias y que la superficie permanezca como nueva. 

Sin embargo, en la cocina hay una parte esencial que debe encontrar una fórmula efectiva que no solo desinfecte y limpie en profundidad, sino que deje un resultado brillante: la vitrocerámica. 

El truco para abrillantar la vitrocerámica

Por supuesto, antes debemos tener en cuenta la desinfección de los estropajos y las bayetas para iniciar la limpieza de la vitrocerámica. Encontrar desengrasantes adecuados al tipo de vitrocerámica y, a partir de ahí, dar con productos específicos con los que lograremos conseguir el brillo de una vitrocerámica nueva.

Porque además de utilizar el producto desengrasante para eliminar toda la suciedad de la vitrocerámica, este pequeño gesto devolverá el brillo a la superficie y lucirá como nueva. Te sorprenderá, pero todo lo que necesitas para conseguir que tu vitrocerámica vuelva a brillar como el primer día es pasta de dientes.

Aplica un poco de pasta de dientes sobre la placa y extiéndelo por toda la superficie. Deja actuar durante unos minutos y con ayuda de un paño limpio y húmedo retira todo el producto. Seca bien la placa con un paño y presume de vitrocerámica siempre limpia, desinfectada y, por supuesto, deslumbrante.