ANDALUCÍA

El asesino del conductor de VTC: miedo para Fuengirola

El asesino de 34 años era considerado por sus vecinos como alguien conflictivo

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Un coche de la Policía Nacional, en una imagen de archivo.

Un coche de la Policía Nacional, en una imagen de archivo. / EPE

Hace unos días surgió uno de los conflictos más aterradores de Fuengirola cuando mataron a puñaladas a un conductor de un vehículo VTC en la provincia de Málaga. El asesino de 34 años era considerado por sus vecinos como alguien conflictivo. Tan así se le consideraba a este hombre, que una mujer exigió una orden de alejamiento de una vecina del mismo edificio en el que residía y con la que, supuestamente, estaba obsesionado desde hacía años.

¿Qué ha ocurrido?

La mujer sentía tanto miedo de a presencia de dicho asesino que le daba miedo cruzarse con él o simplemente verle, hasta el punto de generarle ansiedad y solicitar ayuda psicológica. En la segunda orden, fechada a principios de junio, ampliaba la distancia de alejamiento a 300 metros y obligaba al denunciado, a cambiar su lugar de residencia. Sin embargo, como la burocracia es lenta, el detenido por la muerte del conductor de VTC no había llegado a recibirla, a pesar de la insistencia del entorno de la chica donde entendían que la presencia del denunciado en el mismo bloque que su víctima suponía un verdadero peligro para la vecina a la que acosaba.

Mientras ocurrió el accidente parece que el hombre había bebido y estaba nervioso, y por si fuera poco, padecía una enfermedad psiquiátrica y no se estaba medicando. Lo que hizo el protagonista fue que con dos cuchillos de grandes dimensiones, se bajó a la calle mientras esperaba la llegada del vehículo solicitado.

Un primer conductor recibió el encargo y se acercó hasta la dirección indicada, un edificio residencial de la Costa del Sol, la calle Burgos. Cuando llegó se percató del estado de agitación y nerviosismo que tenía. En ese momento no lo sabía, pero la decisión de no subir en su coche a un cliente le costó la vida a su compañero.

Ismail no tuvo esa suerte ya que su agresor lo estaba esperando en el coche al que se subió y sin ninguna conversación entre medias, sacó los dos cuchillos que llevaba ocultos entre la ropa y la emprendió a cuchilladas con el conductor. Fueron hasta treinta puñaladas lo que recibió la víctima , siendo la agresión que acabó con su vida.