La reducción de vuelos domésticos en España rebajaría las emisiones de la aviación en un 20%

La puesta en marcha de la reducción de vuelos cortos que sea posible sustituir por el tren en España permitiría una fuerte disminución de las emisiones de CO2 que actualmente provoca la aviación en nuestro país, según un análisis efectuado por la investigadora de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) e ingeniera aeronáutica Adeline de Montlaur. Esta reducción de las emisiones oscilaría entre el 20% y el 32% respecto a las que ahora provocan los vuelos en la España peninsular.

En concreto, si se eliminaran los trayectos aéreos con una alternativa en tren de hasta dos horas y media de recorrido, el ahorro en emisiones con relación a la situación actual sería del 20%, lo que supone dejar de emitir 365 toneladas de CO2 al día.

Si la sustitución fuera más ambiciosa y alcanzara todo vuelo peninsular con alternativa en tren de hasta cuatro horas y media, el ahorro en CO2 llegaría al 32%, lo que supondría 580 toneladas al día.

Las conclusiones de este estudio serán presentadas la próxima semana en un simposio internacional sobre este tema que se celebrará en Toulouse (Francia).

Adeline de Montlaur, que es autora de un reciente estudio sobre el impacto climático de los vuelos de corta duración, señala que incluso estos últimos trayectos en tren de hasta cuatro horas y media “siguen siendo bastante competitivos en tiempo, si se considera el tiempo de viaje de puerta a puerta”, es decir, incluyendo los tiempos de espera en aeropuertos y otras cuestiones.

La exclusión de las conexiones con vuelos internacionales

Sobre el hecho de excluir, en el acuerdo entre PSOE y Sumar, los vuelos domésticos que conectan con otros vuelos internacionales, la experta señala que ello “limita significativamente el número de rutas afectadas y limita muchísimo el beneficio en cuanto a emisiones que tendría esta medida”. “Para conseguir un impacto significativo, hay que trabajar en la mejora de soluciones multimodales que permitan la conexión de trenes con vuelos internacionales”, añade.

En cuanto al hecho de que los billetes de tren son a menudo más caros que los de avión, la profesora de la UPC afirma que “hay margen para reducir el precio de los trenes, como está sucediendo con la aparición de nuevas operadoras (es posible encontrar trenes con Avlo, Ouigo e incluso Renfe entre Barcelona y Madrid por menos de 40 euros). Sin embargo, hay que plantear la posibilidad de que sean los billetes de avión los que deban incrementar su coste incluyendo paulatinamente los efectos medioambientales”.

Según considera, aquellos vuelos que tengan alternativa en tren “pueden ser penalizados, formentando la transición al tren o a otras alternativas”.

Por otra parte, el reciente acuerdo de la Comisión Europea que fija proporciones obligatorias de combustibles ecológicos en la aviación de aquí a 2050 no tiene visos de ser viable, según afirma. Para empezar, “en el pasado no se ha cumplido ninguno de los objetivos propuestos para el uso de estos combustibles” y, además, “hay estudios que demuestran que, con las técnicas actuales, el volumen de combustibles sostenibles que puede producirse es todavía bastante limitado”.

"En el pasado no se ha cumplido ninguno de los objetivos propuestos para el uso de combustibles sostenibles de aviación”

Adeline de Montlaur

— Universitat Politècnica de Catalunya

Por ello, y dado que “es extremadamente urgente bajar las emisiones de CO2” en la aviación, y en vista de que “no tenemos ni solución tecnológica (aviones eléctricos) ni disponibilidad en cantidades suficientes de combustibles ecológicos, la única medida eficiente actualmente es reducir el tráfico aéreo”, afirma.

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