Los científicos confirman que los microplásticos penetran también en el cerebro

Un equipo de investigación de la División de Biotecnología de la Daegu Gyeongbuk Institute of Science and Technology (DGIST), en Corea del Sur, ha confirmado que los microplásticos ingeridos por vía oral terminan acumulándose en el cerebro y actúan como sustancias neurotóxicas. Este descubrimiento se suma a otros similares realizados en los últimos años, que revelan la llegada de los microplásticos al torrente sanguíneo, hígado y pulmones en las personas.

Los desechos plásticos, cuya cantidad asciende a ocho millones de toneladas anuales, se fragmentan en microplásticos a través de su exposición constante a los rayos solares o al agua marina. Estos fragmentos son consumidos después por organismos de nivel inferior, como el plancton, ingresando así en la cadena alimentaria hasta llegar al ser humano.

El equipo de investigación surcoreano llevó a cabo un experimento en el que se administraron microplásticos de dos microgramos o menos por vía oral a ratones durante siete días para aclarar el alcance de sus perjuicios a la salud. El equipo descubrió que los nanoplásticos con un tamaño de hasta 2 microgramos atravesaban la llamada 'barrera hematoencefálica', una especie de escudo situado antes del cerebro que le impide absorber sustancias peligrosas. Hasta ahora, era muy inusual observar cuerpos sólidos atravesar la barrera cerebro-sangre-cerebro, según los científicos.

Reducen la proliferación celular

Además, el equipo también reveló que los microplásticos se acumulan en las células microgliales del cerebro. Se trata de células del tejido nervioso que forman el 10% de las células del cerebro.  A través de los experimentos realizados, el equipo pudo confirmar que las fragmentos de hasta dos microgramos se acumulaban en el citoplasma de las células microgliales y reducían significativamente la proliferación celular después de varias decenas de horas. El equipo explicó que las células microgliales reconocen los microplásticos como una amenaza externa, lo que luego conduce a la apoptosis o muerte de células.

Durante los experimentos con los ratones, se observó que la disminución de células “indica que cuando los microplásticos se acumulan durante un cierto período de tiempo, pueden actuar como sustancias neurotóxicas induciendo la apoptosis en el cerebro”.

El doctor Choi, investigador principal de la División de Biotecnología de DGIST, comentó: "El estudio muestra que los microplásticos, especialmente los de un tamaño de 2㎛ o menos, comienzan a depositarse en el cerebro al cabo de siete días, incluso después de una ingestión breve, lo que resulta en apoptosis y alteraciones en las respuestas inmunitarias y las respuestas inflamatorias”.

La investigación se realizó gracias al apoyo de una beca de investigación del proyecto 'Evaluación de riesgos de los parlamentarios', uno de los proyectos clave del Instituto de Investigación de Convergencia DGIST. La investigación se llevó a cabo en colaboración con los equipos de investigación del Prof. Jin-Kyu Park y Jee Eun Han de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional de Kyungpook. Los resultados se publicaron en la revista 'Science of the Total Environment'.

Estudio de referencia: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0048969721058952?via%3Dihub

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