PALABRA DE MADRID

"El lenguaje inclusivo es necesario"

Filólogo, corrector de textos y socio director de la agencia de servicios editoriales y escuela Cálamo & Cran, Antonio Martín lleva desde 1997 a vueltas con el idioma. Su caballo de batalla, el uso de un lenguaje claro

El codirector de la agencia editorial y escuela Cálamo & Cran, Antonio Martín.

El codirector de la agencia editorial y escuela Cálamo & Cran, Antonio Martín. / Alba Vigaray

Víctor Rodríguez

Víctor Rodríguez

En general, ¿qué tal hablamos y escribimos?

Bastante mejor de lo que se suele decir, también los jóvenes. Que los jóvenes escriben mal es algo que ya decían los griegos. Pero es una cuestión de edad: con los años se va adquiriendo cada vez más precisión. Se tarda mucho en aprender muy bien todos los matices de lo que significan las palabras. Los jóvenes escriben como pueden.

A lo mejor la pregunta es qué es escribir bien.

Sí, y creo que, afortunadamente, ha cambiado mucho el punto de vista en los últimos 20 años. Estamos en el movimiento del lenguaje claro. Había una concepción del lenguaje muy académica, se seguía diciendo que el mejor texto en español era el Informe sobre la Ley Agraria de Gaspar Melchor de Jovellanos, del siglo XVIII y, a ver, las cosas han cambiado un poco. Hay muchos actos comunicativos, y en cualquier lado un texto tiene que estar adaptado a quien lo va a leer.

¿Hay interés en ello, en escribir claro, en particular desde administraciones y empresas?

Hubo un punto de inflexión muy grande en 2014 cuando salió la sentencia por las preferentes, porque esa dichosa palabra, 'preferentes' significó una estafa generalizada a los jubilados. Muchísimos bancos y aseguradoras se dieron cuenta de que si el público los entendía se iban a ganar mejor su confianza. Y son muchísimas las administraciones que están empezando. Del gabinete de comunicación de Moncloa nos llamaron para que les impartiéramos un curso de lenguaje claro. Y hemos trabajado con varias comunidades autónomas.

¿La inteligencia artificial habla y escribe claro?

Sí. Dentro de que tiene algunos límites: de hecho no puede contra la estupidez humana. Si la sabes utilizar, la inteligencia artificial está muy bien.

¿No es percibida en su entorno como una amenaza?

Sí, siempre todo es una amenaza... Salir de la máquina de escribir al ordenador ya era una amenaza... Los traductores están muy preocupados, y con razón, porque absorbe información de textos sobre los que existe la propiedad intelectual. De ahí que haya aparecido una normativa europea para proteger la propiedad intelectual. Pero tú puedes enseñar a esa máquina para que te ayude a traducir. Y habrá textos que los pueda traducir DeepL y otros que no. Nosotros fundamos Cálamo & Cran en el año 97, que fue el año en que apareció en español la versión del corrector de Office. Se decía que los correctores estábamos arruinados. Bueno, pues llevamos veintitantos años...

Me pasa como al niño de 'El sexto sentido': veo erratas por todos sitios

¿Cuántos alumnos han pasado por la escuela desde entonces?

Empezamos a dar formación en seguida, básicamente porque el negocio iba bien, necesitábamos más profesionales, no los encontrábamos y dijimos: "Vamos a formarlos nosotros". Empezamos con los cursos de corrección y seguimos con los de profesor de español, edición, traducción, composición, maquetación, redacción… Entre particulares y empresas, fácilmente estaremos cerca de los 40.000 alumnos, que es muchísimo.

¿A la RAE hay que obedecerla o saltársela?

Se tiende a discutir muchísimo con la RAE y por la RAE, es fácil atacarla, pero lo cierto es que, en la mayor parte de las cosas, en el 98%, se está de acuerdo. Sí creo que hace falta que su departamento de lexicografía se oree un poco, que le dé un poquito el aire y que empiecen a utilizar datos. Y nos vendría muy bien que sus obras incluyeran referencias bibliográficas. Ninguna obra de la RAE tiene por costumbre ofrecer su aparato bibliográfico, que es lo que hace cualquier académico.

Martín, en un momento de la entrevista.

Martín, en un momento de la entrevista. / ALBA VIGARAY

¿Se quita el traje de corrector cuando sale de aquí?

En realidad, no. Me pasa como al niño de 'El sexto sentido': veo erratas por todos sitios. Por cierto, que alguien hable con el Ministerio de Transportes, por favor. En los carteles de las carreteras, como en los de las calles, no se utilizan tildes. Sin el menor pudor.

¿Cuál es el error que le saca de quicio?

Hay mucho anglicismo que sobra. A ver, uno coge una tapa de jamón, tomate y aceite y 'jamón' es un galicismo, el tomate venía de América y no lo conocíamos y 'aceite' es un arabismo en vez de 'oleum'. De la misma forma, hay anglicismos que se quedan. Pero muchos sobran, hay mucha tontuna. Y me revienta, mis alumnos se ríen cuando lo ven, la palabra 'ti' con tilde.

¿Y el gazapo más glorioso que ha cazado?

Uno que me encanta fue un letrero en una tienda de ropa, en fin de temporada, cuando tenían que saldar: "Aniquilación total".

El purismo es una bandera que destiñe pronto

Tres consejos para escribir con claridad y corrección.

El primero, pensar con claridad qué quieres decir. Después para qué lo quieres decir. Y lo tercero, que creo que es muy importante, la base del lenguaje claro, empatía: ponte en el lugar de la persona que va a recibir ese mensaje, saluda, sé cortés, adapta el mensaje, nunca escribas frases largas, utiliza el vocabulario que la otra persona pueda entender… En definitiva, pórtate bien con la otra persona.

¿No hay cierto esnobismo, cierta especie de conciencia de superioridad intelectual entre quienes creen escribir bien?

No sé si esnobismo. Sí puede haber cierto pavoneo cuando hay intención de utilizar un lenguaje confuso para decir: "Mira qué palabras conozco". Es como invitar a unas cañas y ofrecer esferificaciones. Hombre, pues con unas patatas y unos mejillones a lo mejor están más contentos. Y luego están los puristas del lenguaje. No conduce a nada. El lenguaje evoluciona muy rápido. El purismo es una bandera que destiñe pronto.

¿Es sexista el lenguaje?

Si quieres sí, claro. Pero se puede utilizar incluso un lenguaje no binario y hacer un discurso despectivo, de maltrato y humillante para otras personas. Hay cuestiones no resueltas. Cuando la anterior ministra de Igualdad, por ejemplo, usó la palabra 'portavoza' lo hizo con una clara intención política. ¿Era necesario lingüísticamente? No. Pero el mismo sesgo político había en las críticas y los ataques que siguieron. ¿Hay machismo? Sí. ¿Se puede corregir esa situación a través del lenguaje? Una parte sí. Insisto, se puede utilizar un lenguaje inclusivo y ser el más machista del mundo. A pesar de todo, es necesario el lenguaje inclusivo.