MADRID

Puertas bloqueadas y fallos en el sistema antiincendios: las deficiencias en la residencia de Madrid en la que murieron tres ancianas

El fuego en el geriátrico de Aravaca (Madrid) se originó por la combustión de un radio casete antiguo

Imagen de la residencia de mayores de Aravaca tras el incendio.

Imagen de la residencia de mayores de Aravaca tras el incendio. / Matías Chopla

Elena Marín

Elena Marín

Tres mujeres han fallecido entre el domingo y el lunes por el incendio generado en la residencia de mayores Juan XXIII de Aravaca, en Madrid. Y la información trasladada por la Policía Municipal a la investigación apunta al caos y la falta de seguridad del centro. La documentación a la que ha tenido acceso este diario señala que los agentes encontraron que la "puerta de emergencias" de acceso al exterior estaba "bloqueada" en la primera planta, y lo mismo ocurría con la que daba acceso a la terraza. Además, no existían "luces de emergencia en ninguna estancia y el pulsador de alarma de incendios no emite señal luminosa ni acústica", indica el documento.

Las dificultades con las que se encontraron agentes, bomberos y sanitarios fueron múltiples. Partiendo de las dificultades provocadas por el humo tóxico, el bloqueo de las salidas de emergencia y también la ubicación del propio centro y la cantidad de vehículos apelotonados en el acceso al centro. El documento policial apunta que uno de los agentes, al llegar al centro de mayores se encuentra con "una valla metálica y la puerta peatonal de acceso al interior de la finca cerradas", de manera que se ven obligados a "saltar para acceder a la residencia".

Ya en en interior, se encuentran gran cantidad de humo y escuchan "gritos de auxilio" de las personas que se encuentran allí. Tras lograr acceder a las habitaciones, localizan a dos mujeres en una misma cama individual con barandilla de seguridad, que una vez trasladadas al exterior se comprueba que tienen quemaduras en el cuerpo. Una de ellas sin constantes vitales falleció al no reaccionar a la reanimación, la segunda aún tenía aliento pero su respiración era "agónica", según relata el acta, por lo que fue trasladada en estado crítico al Hospital de La Paz, donde falleció al día siguiente.

Otro de los problemas que impiden que la labor de rescate se realice adecuadamente es la que describen los bomberos municipales que participaron en la operación. La bomba de presión carecía de corriente eléctrica en el momento del incendio, de manera que "no presentaba presión" cuando los policías quisieron echar mano de la manguera para sofocar el fuego en el pasillo principal de la primera planta. Según el acta, el motivo es que la bomba estaba conectada al cuadro general de la vivienda y no a uno independiente que no hubiera sido afectado por el incendio.

A todas estas medidas de seguridad que fallaron, los agentes relatan que las vías de acceso y salida de la finca se encuentran colapsadas por la acumulación de los vehículos de emergencia. Al menos dos agentes tuvieron que ser igualmente atendidos por el incendio, uno por quemaduras en el antebrazo y el otro, al que han tenido que darle de baja, por lesiones en la muñeca.

Más Madrid exige responsabilidades

La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, ha calificado los hechos de "escalofriantes" y ha solicitado la comparecencia del alcalde, José Luis Martínez Almeida, y explicaciones de su número dos, Inma Sanz, responsable de Seguridad y Emergencias. Además, sus compañeros de la regional han registrado ya en la Asamblea de Madrid la comparecencia de la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, para que dé explicaciones en la cámara sobre "los protocolos existentes en la residencia de mayores Juan XXIII". Dávila apuntó tras conocer el incendio que el centro había superado las inspecciones realizadas en abril y febrero.

Maestre ha recordado que las residencias deben ofrecer un servicio que de "tranquilidad" a las familias. Su formación ha exigido a Almeida las actas, informes e inspecciones de las residencias de la capital para evitar "negligencias".