Fernando de Miguel: "La casa de Correos tendrá su belén más grande"

¿De dónde le viene la pasión por los belenes?

La Navidad ya era un evento especial para mí desde los cuatro años, ya que con mi padre bajaba las cajas de un altillo con olor a musgo y corcho. Compartía momentos con ellos como ir a comprar la figura que cada año adquiríamos en la calle Torrijos. Una tradición heredada que nos unía a toda la familia y que ahora tengo el compromiso de transmitir. Hacíamos montañas gracias a la escoria de calefacciones centrales de carbón que recogíamos antes de que pasase el camión de la basura o el río con papel de plata de las tabletas de chocolate. La pasión por los belenes me lleva a la infancia, a los vínculos familiares y a esos pequeños detalles que dan vida a la magia de la Navidad. 

 ¿Siente que la estamos perdiendo?

No, es una costumbre muy arraigada en nuestra sociedad. Hay más de 250 entidades con 32.000 socios por todo el país que se dedican a difundir el belenismo, sin contar las personas que en cada casa ponen el belén. Hay agencias de viajes y ayuntamientos que hacen rutas de belenes que lo convierten en un potencial económico importante en muchas provincias. Es un arte efímero que solo se puede apreciar en Navidad. Tras un proceso de cuatro años, el belenismo, gracias al apoyo de la Comunidad de Madrid, ha sido declarado en el BOE como manifestación representativa del patrimonio cultural inmaterial en España. 

¿Cuál es la figura que no puede faltar?

 La Natividad, con la triada de San José, la Virgen y el Niño. También la Anunciación a los Pastores y la Adoración de los Reyes Magos, ofreciendo oro, incienso y mirra. Si hay más espacio, también la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel, el empadronamiento pidiendo posada, la adoración de los pastores, la presentación en el templo o la huida a Egipto. Hechos relevantes de la concepción, nacimiento y juventud de Jesús.

 ¿Y la que se niega a poner?

La matanza de los inocentes, porque fue un hecho truculento ordenado por Herodes, un gobernante extremadamente cruel y que vio en peligro su corona al enterarse por los Reyes Magos de que había nacido el Rey de los judíos.

¿Qué consejo daría a la gente que pone el belén en su casa?

Si es la primera vez, recomiendo adquirir la Natividad de un tamaño y artista acorde con nuestro presupuesto. Si hay niños, hay que hacerles partícipes con una escenografía sencilla a base de corcho y musgo con figuras más económicas para que sean los protagonistas del montaje y explicándoles lo que significa cada escena.

 ¿Va a participar este año en alguno de los belenes institucionales de Madrid?

Sí, alrededor de 25 que tenemos planificados en la Asociación de Belenistas de Madrid. Montaremos el de la Comunidad en la Puerta del Sol, el del Ayuntamiento en Cibeles o también en la Plaza Mayor, entre otros.

¿Y puede adelantar alguna novedad?

Hay muchas, pero el de la Comunidad, en el edificio de Correos, este año va a ser el más grande su historia, con 280 metros cuadrados de superficie, y donde el visitante va a tener una experiencia inmersiva. Llevamos ya 22 años montándolo.

 ¿Piensa dejar de poner nacimientos?

Mientras tenga salud y fuerzas, no. Espero poder seguir disfrutando de esta pasión. El belenismo ha sobrevivido hasta nuestros días gracias a los que amamos esta tradición. Que se perpetúe es nuestra responsabilidad. 

¿Algo más que debamos saber?

Estamos en las mejores condiciones para que España presente su candidatura a la lista representativa de patrimonio cultural inmaterial de la Unesco.