Más allá del Retiro: conoce los jardines escondidos del centro de Madrid

Madrid es una ciudad frenética, con un gran tránsito de visitantes y gente corriendo al trabajo, y por eso, encontrar un remanso de paz entre tanto ajetreo es casi misión imposible.

Sin embargo, existen lugares en el corazón de Madrid que se encuentran en algunos de los barrios más céntricos en los que poder alejarse durante un rato de la vida de la ciudad.

Un paseo por el Retiro

Por eso, en EL PERIÓDICO DE ESPAÑA hemos elaborado una lista con algunos de los jardines escondidos más tranquilos y agradables de Madrid.

Jardín del Príncipe de Anglona

Este pequeño rincón de Madrid es uno de los pocos jardines nobiliarios del siglo XVIII que se conservan en la capital. El jardín del Príncipe de Anglona se encuentra escondido en la plaza de la Paja, en la Latina, pero resulta desconocido para la mayoría de los madrileños y visitantes ya que sus altas tapias dificultan su visión. Una de las características más destacadas de este lugar es su estructura colgante, pues está levantado sobre un terraplén artificial creado en un desnivel de la calle de Segovia, con la que limita. 

Ahora, aunque conserva muchos detalles y la estructura original del espacio, el jardín del Príncipe de Anglona ha modificado algunos de sus elementos. Un ejemplo claro es la fuente, que pasó de ser de taza baja en mármol blanco sin pulir a ser sustituida por otra alta de piedra lustrosa.

El espacio tiene 800 metros cuadrados y un diseño neoclásico. Cuenta con bancos para poder sentarse y disfrutar de la tranquilidad del lugar, mientras escuchas el ruido de los pájaros o el sonido del agua fluyendo por los diferentes conductos.

Asimismo, constituye un reducido espacio verde en el que relajarse, leer o escuchar el agua de la fuente que lo caracteriza, una pausa en pleno corazón de Madrid para salir del alboroto y el frenesí de la gran ciudad durante un rato.

De acceso gratuito y libre, este jardín abre todos los días aunque los horarios varían dependiendo de la estación del año. De octubre a febrero puedes visitarlo de lunes a domingo de 10:00 a 18:30 horas, mientras que de marzo a septiembre amplía su horario durante la toda la semana de 10:00 a 22:00 horas.

Jardín del Museo Sorolla

Situado dentro de La Casa-Museo Sorolla en pleno barrio de Chamberí, este jardín secreto es un agradable lugar de contemplación que evoca un ambiente romántico en el que poder pasar un rato íntimo, lejos del ajetreo de la capital, y volar hacia otros tiempos.

Este oasis escondido entre edificios del centro urbano está inspirado en el típico jardín andaluz para lo que su autor, el ilustre pintor Joaquín Sorolla, tomó como referencia los Reales Alcázares de Sevilla y en el Generalife de Granada.

Para él este jardín era muy importante y, por ello, quiso plasmar en este espacio junto a su residencia habitual, la esencia de los jardines históricos que había visitado en sus viajes por España e Italia. Esta influencia se puede ver reflejada en algunos dibujos que representan rincones de Florencia y otros en los que hace referencia a la jardinería de la región andaluza.

En su interior, podemos encontrar esculturas de carácter clasicista y setos de boj, para separar los espacios. Su estilo está muy relacionado con la cultura hispanoárabe, que se puede apreciar en elementos como la decoración cerámica en sus estanques, bancos y demás pavimento. 

Si quieres visitar el jardín del Museo Sorolla de Madrid, tan solo tendrás que desplazarte en el horario de apertura del museo y para acceder no tendrás que pagar nada. Además, si quieres visitar la Casa-Museo tendrás que pasar obligatoriamente por este área.

Jardines de Cecilio Rodríguez

Aunque el parque del Retiro es muy extenso, existe dentro de él un lugar que pocos conocen y en el que se respira un ambiente de paz y tranquilidad, sin tener que irnos muy lejos: los jardines de Cecilio Rodríguez. Es habitual encontrarse a pocas personas en su interior y por eso, pasear por sus rincones se convierte en algo muy especial.

Algunos de los elementos curiosos que podemos encontrar en esta zona son sus estanques, esculturas, enredaderas en las columnas y pérgolas, bancos para sentarse, setos recortados con diferentes formas, e incluso, a veces, se pueden ver animales, como pavos reales con sus increíbles plumas de colores.

La figura de Venus, a la que le falta un brazo, recibe a los visitantes que se adentran a este lugar escondido de Madrid y confiere al lugar un estilo clásico inspirado en los jardines romanos. Dentro del estanque, encontramos la Fuente de las Gaviotas, que representa a estas aves volando en bandada. Como curiosidad, este elemento fue un regalo de la embajada noruega al Ayuntamiento de Madrid.

Y no podía faltar la imagen del diseñador que da nombre a este pequeño escondite oculto dentro del parque más famoso de Madrid. Cecilio Rodríguez cuenta con un busto que representa al Jardinero Mayor sobre un pedestal en el que se puede leer su nombre y de paso conocer la fecha en la que se creó el jardín.

Jardín del Museo Lázaro Galdiano

El jardín del Museo Lázaro Galdiano, también conocido también como Parque Florido en memoria de Paula Florido -mujer de Lázaro Galdiano-, cuenta con una amplia riqueza botánica y simboliza la más viva representación de la jardinería privada madrileña de principios del siglo XX. 

Esta joya paisajística está situada en un antiguo palacete de la calle Serrano en el Barrio de Salamanca. El Museo fue inaugurado en 1951 y exhibe una espectacular colección de arte en su interior entre las que cuenta con obras de Goya, El Greco, Zurbarán y el Bosco. Este recinto, formado por el palacete y el jardín, es uno de los pocos conjuntos de este estilo que se conservan en Madrid a día de hoy.

La colección de arte no se detiene en el interior de este edificio sino que la percepción es que continúa más allá de sus paredes, en el jardín, con estatuas repartidas por los caminos; isletas de formas irregulares, recubiertas con pradera y plantas; y canastillos de flores con emblemas y escudos de armas.

El acceso al jardín es libre para todos aquellos que quieran visitarlo, siempre y cuando se haga durante el horario de apertura del Museo y a excepción de fechas en las que se celebren eventos privados.

Jardines de San Francisco el Grande

En este solar de 4.200 metros cuadrados estuvo hasta su demolición a mediados del siglo XX del convento de San Francisco en la zona de Las Vistillas y se encuentra justo al lado de la Real Basílica de San Francisco el Grande. 

Más tarde este lugar comenzó a llamarse Dalieda de San Francisco debido a la presencia de estas flores, aunque posteriormente fueron sustituidas por 21 variedades diferentes de rosales, una especie floral más adaptada al clima y las exigencias madrileñas y pasó a llamarse los jardines de San Francisco el Grande.

Dentro del jardín se puede observar un conjunto arquitectónico que representa El sueño de San Isidro. Esta obra de Santiago Costa que data de 1952 muestra al patrón de Madrid recostado y un ángel posando la mano sobre su cabeza.

El Huerto de las Monjas

El huerto de las Monjas, también llamado jardín del palacio O’Reilly, se encuentra situado en el número 7 de la calle de Sacramento. Tras atravesar un pasaje entre modernos edificios encontramos un recóndito jardín, que hasta 1972 estaba protegido por los altos muros del convento. En un primer momento, este rincón se utilizaba por las hermanas Bernardas Descalzas para cultivar hortalizas, verduras y árboles frutales.

Actualmente, uno de sus encantos es La Fuente de la Priora, un elemento decorativo que se encuentra en el centro del jardín y que fue esculpida en bronce y compuesta por cuatro querubines. El acceso a este rincón secreto en el que reina el silencio, es totalmente gratuito.

Jardines de la Finca de Vista Alegre

Declarados como Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico, los jardines de la Finca de Vista Alegre forman un conjunto de variados jardines. 

De sombra, geométricos, de plantas exóticas, de propósito ornamental o rústico y carácter productivo, son algunos de los estilos que alberga. Esto se debe a la participación de diferentes arquitectos y jardineros en su diseño y construcción.

Este espacio está situado en el madrileño barrio de Carabanchel, una zona que antiguamente era un lugar de recreo para la alta burguesía y su acceso es gratuito hasta completar aforo.  Está considerado el cuarto jardín histórico más grande de la ciudad, por detrás de Casa de Campo, El Retiro y el parque del Oeste.

Entre su vegetación se encuentra un cedro, incluido en el catálogo regional de la Comunidad de Madrid en la categoría de ‘Árbol Singular' por su extraño tamaño. De hecho, se piensa que podría ser el cedro más antiguo de Madrid.