GESTIÓN DE LA PANDEMIA

El Gobierno de Lambán en Aragón rechazó el contrato de Koldo porque "olía mal a la legua"

El elevado precio de las mascarillas y la maquinaria ofrecida por el exasesor de Ábalos hicieron desconfiar a la DGA y la CEOE

Llegada de material sanitario de China al Aeropuerto de Zaragoza, que gracias a Inditex jugó un papel clave en la pandemia.

Llegada de material sanitario de China al Aeropuerto de Zaragoza, que gracias a Inditex jugó un papel clave en la pandemia. / JAIME GALINDO

Laura Carnicero

Koldo García, el que fuera escolta y asesor de José Luis Ábalos, trató de colocar sin éxito al Gobierno de Aragón un pedido de varios millones de mascarillas. No lo consiguió a pesar de darse la particularidad de que tenía su sede en Zaragoza la empresa Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL, la mercantil con la que se firmaban los contratos de la presunta trama corrupta. El hecho de ser una administración gobernada por el PSOE no le sirvió para lograr su objetivo.

El Ejecutivo autonómico de Javier Lambán rechazó el ofrecimiento al no convencerle las condiciones que ofertaba, tanto por su elevado precio como por la mecánica en la que quería que se hiciese la compra. "Olía mal a la legua lo que ofrecía", confiesa una de las personas que habló con quien ahora está siendo investigado por el cobro de comisiones ilegales, una operación dirigida desde la Audiencia Nacional por la que han sido detenidas otras 19 personas.

Que la propuesta del hombre de confianza del exministro de Transportes cayera en saco roto no fue casualidad. La manera en cómo se organizó el Ejecutivo autonómico para buscar y coordinar la compra de material sanitario contribuyó a separar el grano de la paja entre los contratistas y proveedores de todo pelaje que se pusieron en contacto con esta Administración. Todo ello en un momento de zozobra de "total desabastecimiento" de los productos más básicos que hacían falta para frenar la propagación del virus.

El entonces gobierno cuatripartito, formado por PSOE, PAR, CHA y Podemos, contó desde el primer momento con los agentes sociales en su estrategia para hacer frente a la crisis sanitaria. La alianza fue especialmente fructífera con la organización empresarial CEOE Aragón, que por entonces presidía Ricardo Mur. A través de la iniciativa 'Aragón en marcha', la patronal se volcó para arrimar el hombro en medio de la tormenta canalizando la actividad de todas aquellas empresas que podían producir o suministrar equipos de protección individual. También colaboró en la compra de material sanitario que pagaba con las donaciones de los empresarios y luego donaba a la DGA.

Quien primero atendió la llamada de Koldo fue Mayte Pérez, consejera de Presidencia y portavoz del Gobierno de Aragón, quien se limitó a derivar el contacto a Mur, quien se ocupaba de filtrar. "Hablé con él por teléfono. Era una persona bastante arrogante", recuerda el exlíder empresarial. La mano derecha de Ábalos le ofreció un pedido de dos o tres millones de mascarillas que decía tener "reservadas"para Aragón.

"Hablé con él (Koldo) por teléfono. Era una persona bastante arrogante"

Ricardo Mur

— Expresidente de CEOE Aragón

Los requisitos que ofrecía no convencieron a Mur. En primer lugar por el precio, que era "más caro de lo que estábamos comprando". Unos 60 céntimos más por mascarilla, es decir, entre unos 1,2 y 1,8 millones por encima de lo que Aragón había pagado en otros pedidos por la cantidad que ofrecía. Pero también le hizo desconfiar de la "mecánica"que planteaba para cerrar el contrato, que la compra fuera previa a la entrada a la aduana, "con lo cual el importador éramos nosotros", explica. "Esa mecánica no me pareció normal ni razonable". "Daba a entender que el Ministerio de Transportes las traía. Dejaba caer que era algo como oficial", relata.

"Si no las quieres, las colocaré en Baleares, Canarias o La Rioja", recuerda que le respondió Koldo García al rechazar la oferta. Mur precisa que no recibió ninguna "presión ni recomendación"para que aceptara la propuesta de Koldo.

La exconsejera Mayte Pérez recuerda que, cuando Mur le devolvió la llamada para explicarle la oferta, "era más cara, no recuerdo si un 30% más". "Le dijimos que no nos encajaba su oferta, y punto pelota", explica. Fue a finales de abril de 2020, en uno de los momentos más duros de la pandemia. "Los profesionales no tenían material y nosotros teníamos la obligación de coger todas las llamadas y contactos que nos llegaban con posible material. Luego todas pasaban por un filtro de calidad porque veíamos que había gente que quería mercadear", rememora. También señala que, tras rechazar la oferta, no hubo más contactos.

El estallido del caso Koldo, el presunto escándalo de corrupción política y comisiones ilegales relacionado con contratos de mascarillas durante la pandemia de covid-19, "no me extrañó", asegura quien fuera presidente de la CEOE Aragón hasta diciembre de 2022. "Me pareció que había algo raro", apunta, pero recuerda que no fue el único ofrecimiento que le hizo sospechar. "Hubo más gente excéntrica que intentó aprovecharse de la tragedia. Vivimos historias kafkianas", rememora, entre ellas las que recuerda la de un "príncipe africano" que también trató de intermediar.

En cualquier caso, Mur considera que la gestión de la compra de material en Aragón fue "ejemplar"en una situación de crisis en la que, reitera, "hubo gente con pocos escrúpulos que se quisieron aprovechar". La laboral de diferencia "lo que era de fiar y lo que no"funcionó. "Nos permitió dotarnos de un instrumento ágil que hizo que fuéramos de las primeras comunidades donde hubo material". La ayuda de Inditex fue clave en esos momentos gracias a su colaboración para el transporte del material en sus rutas aéreas con China que tiene en el aeropuerto de Zaragoza.

"Filtramos todo lo que tuvimos. Solo tuvimos problemas con un proveedor. El resto cumplieron", asegura Mur. El único garbanzo negro fue la compra frustrada de 200 respiradores a un proveedor chino que resultó rana, una mercancía que nunca llegó. "Nos engañó a pesar de que venía recomendado por una gran empresa de Aragón que trabajaba con él", se lamenta. La patronal ganó un juicio en China, pero todavía está pendiente la devolución de un millón de euros que pagó por el recurso que presentó la firma demandada, Shenzhen City Furuji.