GUERRA EN UCRANIA

La nueva ofensiva rusa en Járkov pone en más aprietos al Ejército de Ucrania

Las autoridades de Kiev apremian a Occidente a acelerar el envío de armas para frenar los últimos avances terrestres del Kremlin

Imagen de archivo de ataques rusos en Járkov

Imagen de archivo de ataques rusos en Járkov / Europa Press/Contacto/Vyacheslav Madiyevskyy

En Moscú, el presidente ruso Vladímir Putin vuelve a sacar pecho ante los progresos que, según sostiene, ha realizado su Ejército en Ucrania en los últimos días. En Kiev, mientras tanto, Volodímir Zelenski se ve obligado a suspender un viaje a España obligado precisamente por la crítica situación en los frentes bélicos creada por la reciente ofensiva de los soldados del Kremlin en las poblaciones fronterizas próximas a Járkov, la segunda ciudad del país. Pese a la reciente aprobación de un millonario paquete de ayuda financiera para la adquisición de armas por parte del Congreso de EEUU, las fuerzas de ocupación rusas continúan poniendo en aprietos a unas tropas ucranianas defensoras que, de momento, siguen recibiendo con lentitud de forma discontinua esas ansiadas remesas de armamento que, sobre el papel, debería permitirles frenar los avances rusos.

La situación para Kiev es grave, pero no crítica, coinciden en diagnosticar los expertos, ya que la incursión militar rusa en la frontera común a la altura de Járkov no parece tener como objetivo, por el momento, la conquista de la ciudad. "Los expertos militares aseguran que las capacidades (de las tropas rusas) en esa parte del frente no son suficientes para lanzarse a la conquista de la ciudad", asegura telefónicamente para El Periódico, del grupo Prensa Ibérica, desde Kiev Serhiy Gerasymchuk, vicedirector de iniciativas regionales en Prisma Ucraniano, un centro de análisis internacional que colabora con el poder legislativo y local. No obstante, ello no quiere decir que el ataque no esté creando nuevos problemas a las tropas de Kiev, que se hallan desde hace meses en una precaria situación de verlas venir tras el fracaso de la contraofensiva del pasado verano. El ataque obliga a Kiev a "retirar" hombres de otros lugares como el Donbás y a luchar "simultáneamente" en varios frentes, subraya el analista.

El Instituto de Estudios sobre la Guerra (ISW), la fuente de información más fiable respecto a la situación militar en el país eslavo, confirma este análisis en su último informe diario, al tiempo que reporta una estabilización del frente bélico de Járkov, sobre todo debido a las grandes pérdidas humanas acumuladas por las fuerzas rusas en los últimos días. "El ritmo de las operaciones ofensivas en el norte del óblast de Járkov parece haberse reducido... las fuerzas rusas están priorizando la creación de una zona tampón en la frontera, más que adentrarse en profundidad" en territorio ucraniano. El instituto cita al jefe del Estado Mayor ucraniano, el general Anatoliy Barhylevych a la hora de cifrar las ´pérdidas rusas -unos 1.750 soldados- y, aunque admite que no puede confirmar el dato, sí cree que la ralentización de la ofensiva rusa "es consistente" con esta afirmación.

Otros objetivos

Otros objetivos que el Kremlin pudiera tener en mente a la hora de lanzar la operación podrían tener que ver con los movimientos diplomáticos que se producirán en breve en el exterior, en concreto con la conferencia de paz que se celebrará a mediados de junio en Suiza impulsada por el presidente Zelenski que pretende "crear un entendimiento común" para alcanzar "una paz duradera y justa", en palabras del propio Ejecutivo de Berna, y al que no acudirán representantes de Rusia. De cara al encuentro, Kiev insiste en la retirada de las tropas rusas y, según aventura Gerasymchuk, el Kremlin pretende enviar el mensaje a Occidente de que un eventual repliegue "no es una opción".

El impacto de esta nueva ofensiva en la moral del ciudadano de a pie está aún por ver. "Es evidente que no estamos haciendo lo suficiente, y en ello incluyo a Occidente, a nuestro Gobierno y al propio pueblo", se lamenta Pavlo, un ciudadano ucraniano, desde el oeste del país. "Occidente sigue sin entender que no se está jaleando la guerra, sino todo lo contrario, se está invirtiendo en su futuro", insiste. "El Gobierno también constituye un problema, porque algunos miembros están haciendo dinero y no se está produciendo munición; en el Ejército existe demasiada burocracia, y en cuanto a la ciudadanía, debería haber más unidad entre la gente que está en el frente y la retaguardia", subraya Pavlo, antes de enumerar algunos incidentes y faltas de coordinación que le han reportado conocidos voluntarios que están evacuando a civiles en Vovchansk, una de las localidades fronterizas bajo ataque de las tropas de ocupación rusas.

El viaje de Zelenski a Madrid, donde debía firmar un acuerdo de defensa con el Ejecutivo de Pedro Sánchez e iba a ser recibido en el Palacio Real por Felipe VI ha sido el gran damnificado de la nueva ofensiva rusa. La visita, además, se producía en un contexto de cierta tensión ante la imposibilidad del Gobierno español de satisfacer algunas de las demandas de material bélico realizadas por Kiev, en particular radares que permitan frenar los ataques aéreos sobre las ciudades ucranianas. Según fuentes ucranianas, la efectividad de las defensas antiaéreas ucranianas se ha reducido en unos meses, de más del 70% a cerca del 40% actual. "Pese a algunas disensiones, percibimos que el apoyo del Gobierno español a Ucrania es sólido", subrayan fuentes ucranianas en España a EL PERIÓDICO. Y aunque las cantidades de material militar remitido a Kiev son menores que otros países "como EEUU, Alemania o el Reino Unido", el Ejecutivo de Zelenski está "muy agradecido" al presidente del Gobierno Pedro Sánchez porque "cada anuncio de nuevos envíos, cada muestra pública de apoyo cuenta", concluyen dichas fuentes.