Patrimonio dañado

La fachada de la antigua Bolsa de Copenhague se hunde por los estragos del incendio

Dos días después de darse por controladas las llamas que habían arrasado sus estructuras, los servicios de emergencia daneses comunicaron el derrumbe de la fachada

La fachada de la antigua Bolsa de Copenhague, derruida a consecuencia del incendio, este jueves.

La fachada de la antigua Bolsa de Copenhague, derruida a consecuencia del incendio, este jueves. / EFE

La fachada de la antigua Bolsa de Copenhague cedió este jueves a los estragos causados por el pavoroso incendio sufrido por el histórico edificio renacentista de la capital danesa. Dos días después de darse por controladas las llamas que habían arrasado sus estructuras, los servicios de emergencia daneses comunicaron el derrumbe de la fachada.

La zona seguía acordonada y el edificio,vecino a la sede del Parlamento, había sido completamente evacuado. No se han producido heridos, según confirmaron esas fuentes a través de su cuenta en X. Pero con el derrumbe se complica la tarea de reconstrucción del edificio, que dejó de ser la sede de la Bolsa en 1970 y que ahora albergaba la Cámara de Comercio.

La antigua Bolsa, construida entre 1619 y 1623, era uno de los edificios más emblemáticos de la capital danesa y se encontraba envuelto en andamios a causa de las obras de restauración que se desarrollaban desde hace año y medio. El incendio se llevó por delante ya el martes su icónica torre de aguja, a lo que siguió el derrumbe del techo. No obstante, se consideraba que se podría salvar al menos la fachada.

Refuerzo de estructuras

El mismo martes, ocho horas después de desatarse el incendio, los equipos de emergencia comunicaron que el fuego estaba bajo control, aunque seguían los trabajos para la extinción completa de las llamas. Se trató de reforzar las estructuras con contenedores rellenos de cemento y hormigón, pero aun así no se ha logrado evitar el derrumbe de esa fachada. Las tareas se habían visto complicadas por el hundimiento del techo de cobre.

Las imágenes del incendio recordaron casi inmediatamente al sufrido por la catedral de Notre Dame, en París, del que justamente el lunes pasado se habían cumplido cinco años. Tanto el rey Federico X como la primera ministra, Mette Frederiksen, expresaron su conmoción por la terrible pérdida que supone para el patrimonio cultural danés.

La dirección de la Cámara de Comercio se ha comprometido a levantarlo de nuevo. El único alivio en medio de la conmoción es que se lograron salvar centenares de obras de arte que albergaba el edificio y que ni al desatarse el incendio ni en las tareas posteriores se han producido heridos.

Sigue sin haberse aclarado el origen del incendio. Las averiguaciones al respecto pueden llevar meses, según fuentes policiales.