Conflicto

La guerra contra Rusia aflora nuevos delitos de corrupción en Ucrania

Artem Syntnyk, el vicejefe de la Agencia Nacional de Prevención de la Corrupción (NACP), reconoce que todo lo relacionado con la defensa se ha convertido en un sector muy apetitoso para todo tipo de tráficos

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski / Europa Press/Contacto/Ukraine Presidency/Ukrainian

Irene Savio

Enero de 2024. Checkpoint de Chop/Tysa, frontera húngaro-ucraniana. Dos personas están intentando huir de Ucrania con la ley marcial en vigor, que prohíbe a los hombres en edad de servicio militar salir del país. La policía los detiene. Sus esposas intentan ayudar a revolver “el problema”. Ofrecen dinero, hasta 41.000 grivnas ucranianas, el equivalente a unos 1.000 euros. Pero el asunto no termina bien para ellos: los agentes los detienen y los acusan de intento de soborno.

Es uno de los últimos casos de un fenómeno nacido tras la invasión rusa a gran escala de Ucrania. Un caso, revelado por la propia Guardia de Frontera ucraniana, en cuyos registros públicos en el último año despuntan varios episodios más, incluyendo los de personas, también arrestadas y que habían creado verdaderos esquemas para sus actividades ilícitas, en sus intentos de atravesar ilegalmente los confines ucranianos con países como Rumania, Moldavia o Hungría. Más aún, según datos europeos, el año pasado al menos 15 guardias fronterizos fueron declarados culpables de delitos relacionados con la corrupción.

Ucrania está luchando contra su arraigada corrupción, pero el monstruo es duro de roer. Artem Syntnyk es el vicejefe de la Agencia Nacional de Prevención de la Corrupción (NACP), una de las grandes instituciones creadas por el país en la última década para combatir esta lacra. Reconoce que todo lo relacionado con la defensa se ha convertido en un sector muy apetitoso para todo tipo de tráficos. Tan solo en octubre pasado, la NACP identificó activos no justificados o indicios de enriquecimiento ilícito de militares por un total de más de 255 millones de grivnas en los seis meses anteriores.

20.000 dólares

“Un certificado médico falso para evitar ser alistados por el Ejército (se prevén excepciones para personas con patologías o enfermedades) puede costar hasta 20.000 dólares”, afirma Syntnyk. En cuanto a cruces fronterizos, la estimación es que el coste gire en torno a los 8.000 y 9.000 dólares. “Lamentablemente son realidades nuevas contra las que luchamos y de las que también se aprovecha mucho la propaganda de Rusia, que suele exagerar cada episodio. Eso lo complica todo”, añade este funcionario que, antes de la invasión, incluso recibió cabezas de cerdo en modo de amenaza.

Desde el Instituto de Ideas Legislativas de Kiev, centro que investiga la corrupción en Ucrania, confirman este análisis. “Uno de los principales sectores amenazados por la corrupción son las contratas (públicas) relacionadas con la defensa”, afirman las investigadoras Olena Kupina y Vladyslava Rudyka. Ambas recuerdan los conocidos casos de la comida y vestimenta para las tropas que, así como se reveló el año pasado, eran comprados a precios superiores a los del mercado. Lo que provocó que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, cesara en agosto a todos los responsables regionales de los centros de reclutamiento militar. Por lo mismo, también fue apartado Oleksii Reznikov, el entonces ministro de Defensa, no acusado directamente.

Avances

Desde entonces, otros oficiales también han sido relevados y el Ministerio de Defensa ha nombrado hace un mes a una nueva directora de la Entidad estatal de la Agencia de Adquisiciones de Defensa, que ahora es Marina Bezrukova. Además, desde el próximo 1 de febrero, se prevé que las contratas públicas en este sector se hagan a través de la plataforma Prozorro, lo que se espera reduzca los riesgos. El temor de Ucrania es, sobre todo, que la corrupción acabe por corroer la confianza de sus aliados internacionales cuando en el frente incluso escasean las municiones. 

La Comisión Europa (CE), en su último informe sobre el país publicado en noviembre, reconoce la corrupción en Ucrania como un fenómeno “generalizado”. Aún así, la CE también habla de avances del país y cita como ejemplo también las investigaciones contra oficiales de alto rango, entre ellos exdiputados, exministros y jueces. Uno de ellos fue el presidente de la Corte Suprema ucraniana, Vsevolod Knyazev, cuyo caso se destapó en mayo del año pasado. Según Transparencia Internacional, Ucrania ha subido tres puntos en el último año en su índice y ahora se encuentra en el puesto 104.