CONSEJO EUROPEO

Orbán veta la ayuda de 50.000 millones a Ucrania y obliga a la UE a posponer la decisión

El jarro de agua fría llegó horas después de que Viktor Orbán se ausentara para permitir al resto de 26 líderes de la UE dar luz verde al inicio de negociaciones de adhesión

Orban veta en el Consejo Europeo un paquete salvavidas de 50.000 millones para Ucrania

Video: Agencia ATLAS | Foto: EP

Silvia Martínez

Silvia Martínez

El primer ministro de HungríaViktor Orbán, sabe que en los Consejos Europeos tiene la sartén por el mango. Que la necesidad de adoptar decisiones por consenso le da un poder enorme y la capacidad de veto cuando no está satisfecho con el resultado al que llegan los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Este jueves, y tras ceder y aceptar la apertura de negociaciones de adhesión con Ucrania en la primera jornada de la cumbre europea de finales de año, hizo lo que ya había anticipado a su llegada a Bruselas: vetar el paquete de asistencia financiera de 50.000 millones de euros para Ucrania y la revisión del presupuesto de la UE.

El propio Orbán resumía el resultado de madrugada, tras una larga jornada de negociación que arrancaba al filo de las 11 de la mañana con un desayuno de trabajo entre Orbán y el núcleo central de líderes europeos formado por Charles Michel (Consejo Europeo), Ursula von der Leyen (Comisión Europea), Emmanuel Macron (Francia) y Olaf Scholz (Alemania) para intentar allanar el camino la negociación. “Resumen del turno de noche: veto sobre el dinero adicional para Ucrania. Veto sobre la revisión del marco financiero plurianual. Volveremos sobre esta cuestión el próximo año en un Consejo Europeo después de una preparación adecuada”, escribía en un mensaje en la red X.

El jarro de agua fría llegaba unas cuantas horas después de que el político húngaro se ausentara de la sala de reuniones, a sugerencia del canciller alemán, para permitir al resto de 26 líderes de la UE dar luz verde al inicio de negociaciones de adhesión con Ucrania y la adopción del duodécimo paquete de sanciones contra Rusia, que incluirá la prohibición de importar diamantes rusos desde principios del próximo año. “En las últimas horas en Bruselas el Consejo Europeo ha deliberado sobre la adhesión de Ucrania. La posición de Hungría se mantiene firme y sin cambios: no consideramos que Ucrania esté lista para las negociaciones con Ucrania y consecuentemente nos oponemos”, decía el director político del primer ministro, Balazs Orbán.

“Estados miembros tienen una opinión distinta” así que “tras extensas negociaciones Hungría ha optado por salir de la sala y abstenerse de votar no para no obstruir el resultado sino para evitar cooperar con lo que percibimos como una decisión equivocada”. Pese al fuerte espaldarazo político que supone la decisión en Budapest son conscientes que esta solo es la primera de muchas que tendrán que tomar y que seguirán teniendo capacidad de veto en todo el camino. “Los Estados miembros tendrán que acordar de forma unánime el marco de negociación y adicionalmente se necesitarán un mínimo de 70 decisiones unánimes en los próximos años para avalar la adhesión de Ucrania”, recordaba.

Bloqueo del dinero

El dinero es otra cosa. Y ahí Orbán no ha dado su brazo a torcer pese a que solo unas horas antes la Comisión Europea había desbloqueado una primera partida de 10.200 millones bloqueada a Hungría hace un año tras aprobar una serie de reformas para garantizar la independencia judicial. “Empezar negociaciones de adhesión con Ucrania es una mala decisión y el coste de esta mala decisión no lo vamos a pagar nosotros”, zanjó. Esto significa que los líderes europeos tendrán que volver a reunirse, ya bajo presidencia belga de la UE, a comienzos de 2024 para tratar de desbloquear la revisión de un presupuesto necesitado de fondos por el impacto de la crisis provocada por la pandemia de coronavirus y la guerra de Rusia en Ucrania.

La Comisión Europea presentó en junio pasado una propuesta que planteaba un desembolso adicional de 66.000 millones entre 2024 y 2027 para suplir las necesidades no solo en cuanto a Ucrania, sino a otras necesidades internas como la política migratoria e impulsar las prioridades digitales y verdes y la competitividad. Un volumen de dinero "fresco" que en la última propuesta de compromiso que negociaban anoche los 27 líderes se había reducido, tras la presión de los países contrarios a aumentar las aportaciones nacionales, hasta los 22.000 millones reduciendo el dinero “fresco” para las partidas internas y abogando por la redistribución de fondos.

La propuesta para Ucrania, sin embargo, se mantuvo intacta: 50.000 millones, 33.000 millones en forma de préstamos y 17.000 millones en forma de ayudas. 26 de los 27 Estados miembros estaban anoche de acuerdo en destinar el montante de ayudas a Kiev. Todos menos menos uno: Orbán que esta vez sí hizo valen su capacidad de veto e impedir la aprobación del dinero que el Gobierno de Volodímir Zelenski necesita de forma urgente para mantener a flote el país. Un dinero más necesario que anunca además ante el bloqueo de fondos en el Congreso de Estados Unidos.

“Tenemos a 26 líderes que están de acuerdo. Suecia tiene que consultarlo con su parlamento -porque es el procedimiento habitual- pero hay un país que no puede”, anunciaba Charles Michel de madrugada. El resultado es que tendrán que volver a intentarlo en enero. “Quiero mandar un mensaje positivo y tranquilizador porque tenemos los instrumentos para garantizar que somos de confianza y los ucranianos pueden contar con nuestro apoyo”, aseguró el presidente del Consejo Europeo.