RUSIA

Moscú, la capital europea sin turistas

Desde el 2022 Rusia quedó desconectada del sistema Swift de pagos internacionales, algo que complica los pagos para los extranjeros en el país y a los rusos en el extranjero

Retratos de Vladímir Putin y Xi Jinping en una tienda de ’souvenirs’.

Retratos de Vladímir Putin y Xi Jinping en una tienda de ’souvenirs’. / ÁLEX BUSTOS

Cuando se acerca el punto más álgido del verano, las capitales europeas se convierten en un bullicio de turistas de todas partes que buscan comer, fotografiar y visitar lo más típico de cada sitio. Pero una más, Moscú no va a experimentar esta sensación en 2023 ya que desde que empezó el conflicto con Ucrania el número de turistas extranjeros ha caído en picado. Sitios tan emblemáticos como la plaza Roja, la céntrica calle Arbat o el parque Gorki, antaño algunos de los lugares favoritos de los turistas, son ahora sitios en los que los moscovitas pasean sin el bullicio de los grupos organizados o sin que alguien les pregunte en inglés como ir a algún sitio.

Antes de 2020, de la epidemia COVID y de la ofensiva rusa en Ucrania, en el metro los anuncios se hacían en ruso y en inglés. "Next station, Okhotny Ryad” se podía escuchar en la megafonía. Desde la pandemia estos anuncios se eliminaron, algo que no se recuperó cuando el covid 19 abandonó el centro de atención global. Tampoco regresaron los grupos de turistas en los mismos túneles del metro, que acompañados por un guía, normalmente local, escuchaban la historia detrás de las columnas de mármol o los mosaicos de las estaciones.

Tazas de 'souvenir' en Moscú.

Tazas de 'souvenir' en Moscú. / ÁLEX BUSTOS

En los aledaños de la Plaza Roja, donde antes se escuchaba mucho inglés y otros idiomas extranjeros, el idioma prácticamente omnipresente ahora solo es el ruso, como en cualquier otro lugar del país. En los años previos, hombres y mujeres disfrazados de época paseaban por los lugares más céntricos de la capital, ya fuera de aristócratas rusos, de bolcheviques, de Stalin, Lenin o Putin. En la actualidad solo unos pocos perduran en esta costumbre y ya no están siempre alrededor de la calle Nikolskaya o en la Plaza Roja.

Uno de los pocos turistas que han optado por viajar a Rusia es Rakesh, de India. Apunta que eligió visitar San Petersburgo y Moscú porque cree “que el vínculo de amor y amistad entre indios y rusos es único”, además de que buscaba “experimentar como es visitar un país en el que hay una crisis, para ver como era la situación”. No encontró a muchos turistas en sus días de viaje y lamenta que tuvo “algunos problemas porque no llevaba una tarjeta apropiada, si necesitaba comprar algo a veces tenía que pedir ayuda y pagar a otra persona en efectivo”.

Desde el 2022 Rusia quedó desconectada del sistema Swift de pagos internacionales, algo que complica los pagos para los extranjeros en el país y a los rusos en el extranjero. Esta y otras razones – la falta de vuelos directos a la mayor parte de capitales europeas, el encarecimiento de las escalas, el miedo a la inseguridad y la crisis reputacional -fueron las causas que provocaron que en 2022 solo visitaran el país 200.000 turistas extranjeros, un nivel parecido al de países como Mali, Bosnia o Angola, nada que ver con los 5.1 millones de 2019. La industria turística ha intentado salvarse con el turismo nacional, aunque parece no ser suficiente.

Los nuevos 'souvenirs'

En la calle Arbat, muchas tiendas de recuerdos lucen lo más típico del país: imanes de la catedral de San Basilio, llaveros de “I Love Moscow”... Entre ellos se cuela la política más actual, como las Zs de apoyo al ejército ruso en Ucrania o la imagen del propio presidente ruso Vladímir Putin en todo tipo de objetos como imanes, llaveros, tazas y camisetas. La falta de clientes hace que incluso en julio se vean promociones y ofertas fuera de lo habitual. Pocas personas paran en las tiendas de souvenirs y entre los pocos que lo hacen se escucha hablar mucho ruso.

Malik, dependiente en una tienda de 'souvenirs' de la calle Arbat – en pleno corazón de Moscú- cuenta que prácticamente “ya no vienen occidentales”. Si apunta que vienen “indios, chinos o de países árabes”. Lamenta que antes, especialmente alrededor del 2018 – año del Mundial de fútbol de Rusia – los “italianos, franceses, ingleses venían y se dejaban el dinero en buenos souvenirs”.

Ilnara, confía que “en dos años la situación sea mejor”. Ahora afirma que hay “muchos iranís y chinos, algún americano pero pocos", pero no hay turistas suficientes para su negocio, que vive una mala época. “Antes del covid teníamos cerca de cuatro veces más turistas” apunta. En el interior de la tienda se pueden ver ofertas para incitar a los compradores, además de un Putin de tamaño real con el que algunas personas se hacen 'selfies' en el exterior.