Cuarta votación fallida

El caos en el Congreso de EEUU prosigue y ratifica el poder del ala ultra en el Partido Republicano

Por segundo día y tras el fracaso de una cuarta votación, la Cámara Baja sigue paralizada y sin presidente | Los rebeldes del ala dura no responden a la llamada de Trump urgiéndoles a apoyar a Kevin McCarthy

Congresistas de Estados Unidos durante la votación de este miércoles 4 de enero.

Congresistas de Estados Unidos durante la votación de este miércoles 4 de enero. / Reuters

Idoya Noain

El Partido Republicano de Estados Unidos, inmerso en su propia guerra civil, ha vuelto este miércoles a exponer su crisis, una que sacude a la formación pero también tiene serias y preocupantes consecuencias para el país. Por segundo día consecutivo, y después de tres votaciones fallidas el martes, la formación conservadora que en las últimas elecciones legislativas recuperó el control de la Cámara de Representantes con una frágil mayoría se ha sumido este miércoles en otra entrega de espectáculo caótico y por ahora los republicanos siguen sin lograr unirse para elegir ‘speaker’, un paso obligado para que pueda iniciarse la actividad legislativa en la cámara.

Aunque se había rumoreado que los republicanos intentarían posponer la sesión para seguir negociando entre ellos finalmente se ha iniciado otra ronda de votaciones. Y en la primera de este miércoles, cuarta del proceso, se ha hecho evidente que persiste la rebelión de congresistas de ala ultra contra Kevin McCarthy, el nominado para el cargo de presidente de la Cámara, segundo en la línea de sucesión política del presidente del país (tras la vicepresidencia).

El resultado de la cuarta votación, de hecho, ha mostrado el creciente reto para McCarthy, que en las dos primeras rondas tuvo la oposición de 19 republicanos y en la tercera de 20. Este miércoles, cuando el candidato propuesto por los rebeldes ha sido Byron Donalds, otra vez 20 votos se han ido a ese congresista. Pero además McCarthy ha perdido uno de sus votos de respaldo, que ha pasado a votar “presente” (lo que ahora rebaja la mayoría de votos necesarios para ser elegido a 217). Al final el republicano que ha obtenido 201 votos frente a los 212 del candidato demócrata Hakeem Jeffries.

Este resultado empeorado llega tras horas de negociaciones después del estrepitoso fracaso de la primera jornada. Y, más significativamente, después de que el expresidente Donald Trump hiciera este miércoles por la mañana en su red social Truth y en una entrevista una llamada directa urgiendo a todos los republicanos a respaldar a McCarthy. “Republicanos, no convirtáis un gran triunfo en una derrota gigante y vergonzosa”, ha escrito.

Trump y la deriva ultra

El nulo impacto del reclamo directo de Trump podría ser una mala señal para el propio exmandatario, que ya ha anunciado su candidatura para ser nominado presidencial republicano en 2024 y parece incapaz de dirigir siquiera a sus mayores acólitos. A la vez, señala a la potencia del control que los ultras y populistas han tomado sobre el Partido Republicano, una deriva hacia el extremismo y el asalto a las instituciones que se lleva labrando décadas pero se disparó tras la elección de Barack Obama con el surgimiento del Tea Party y se intensificó exponencialmente bajo el liderazgo de Trump.