CUMBRE

La OTAN llega tarde al avispero antioccidental y prorruso del Sahel

Expertos en geopolítica creen que la Alianza acude a los países de África vecinos de Canarias alarmada por el creciente control de la región por parte de Putin

Malienses celebran la salida de las tropas de Francia.

Malienses celebran la salida de las tropas de Francia. / HADAMA DIAKITE

Joaquín Anastasio

No le será fácil a la OTAN poner en práctica la nueva estrategia ideada para el continente africano expresada en el documento aprobado en la

cumbre de Madrid

 esta semana. Los expertos y analistas de la situación en África del Norte y el Sahel, las dos regiones del continente vecino sobre los que los socios atlantistas han alertado como puntos críticos para la seguridad de los países miembros y para la paz y estabilidad internacionales, coinciden en señalar que la preocupación por el ‘flanco sur’ llega tarde, y que muchos de esos países son un avispero en el que los "competidores estratégicos" de la Alianza, en referencia a Rusia, ya dominan sobre el terreno. De hecho, consideran que el "sentimiento antioccidental" es creciente en muchos de los países de la región, especialmente en Mali, el que mayor preocupación causa en la OTAN, y alertan contra actuaciones unilaterales y sin el consentimiento de los gobiernos locales.

La propaganda, las campañas de agitación y los mercenarios rusos dominan la zona

Sí hay entre los entendidos un consenso generalizado de que los países occidentales y demás socios de la OTAN tenían que dar necesariamente este paso para incluir en la agenda de sus prioridades la situación en África, y que España ha sido el principal impulsor de esta nueva mirada aunque solo sea para intentar contener los movimientos migratorios hacía Europa a través del Mediterráneo pero, sobre todo, a través de la peligrosa y trágica ruta canaria.

Canarias

es parte de la frontera sur de la OTAN y la mayor puerta de migrantes. Por ello entra de forma indirecta en la agenda de prioridades de la organización atlántica, pero los expertos advierten que el fenómeno migratorio irá a más en los próximos años.

Los analistas creen que África ha estado hasta ahora en los márgenes de las preocupaciones atlantistas y que la nueva mirada es más consecuencia de la preocupación por el avance ruso en la región –en el contexto de la ocupación de Ucrania– que por las consecuencia del crecimiento yihadista, la inestabilidad de los países, la emergencia alimentaria o los desplazamientos masivos de población. "La OTAN pone por fin el foco en eso que se ha dado en llamar ‘los conflictos olvidados’, es pertinente tras varios meses con la atención centrada en Ucrania recordar que en África hay una serie de conflictos en marcha con impactos humanitarios que reclaman la atención internacional inmediata y urgente", señala José Segura, director de Casa África.

Segura cree que el documento aprobado en Madrid apunta a todos los elementos que entran en juego en la crisis de la región vecina a las Islas aunque no comparte el enfoque que se hace sobre el fenómeno de las migraciones. "El movimiento migratorio no es una amenaza, como da a entender el texto, es un fenómeno humanitario", asegura antes de aclarar sin embargo que "alguna institución potente tenía que dar la voz de alarma ante lo que está ocurriendo en África". 

El nuevo Código Estratégico de la OTAN "sintetiza muy claramente los riesgos y amenazas que tiene todos esos países y cómo afectarían a Europa". "Desde luego es necesaria una llamada internacional y así lo venimos reclamando desde Casa África"

José Segura

— Director de Casa África

Tras enumerar todos los países de la franja más convulsa del continente, desde Etiopía hasta Mauritania, pasando por Sudán, Burkina Faso, Chad y, sobre todo, Malí, Segura afirma que "la seguridad en el Sahel es básica para garantizar la seguridad en Europa" y considera que el punto 11 del nuevo Código Estratégico de la OTAN, el referido a África y Oriente Próximo, "sintetiza muy claramente los riesgos y amenazas que tiene todos esos países y cómo afectarían a Europa". "Desde luego es necesaria una llamada internacional y así lo venimos reclamando desde Casa África", insiste.

Responder a las amenazas

Beatriz de León Cobos, investigadora especializada en asuntos de seguridad de África Subsahariana, asegura que "la OTAN lleva varios años haciendo un análisis estratégico sobre cómo mirar de una manera distinta al ‘flanco sur’, consciente de que uno de los próximos retos es cómo responder a las amenazas y oportunidades de todos nuestros vecinos del sur". Según ella, todas las alianzas con Marruecos "van por esa línea". Y que "a pesar de que ahora se está mirando sobre todo al Este europeo por la guerra en Ucrania, es muy importante que uno de los puntos principales de la cumbre haya sido sobre el ‘flanco sur'". 

"Lo que tenemos sobre el terreno son unos gobiernos en el África Occidental, Malí, Burkina Faso y Guinea, que están en plena transición democrática, que son prorrusos y antioccidentales"

Beatriz de León Cobos

— Experta en geopolítica

El diagnóstico en la zona es indiscutible: "Lo que tenemos sobre el terreno son unos gobiernos en el África Occidental, Malí, Burkina Faso y Guinea, que están en plena transición democrática, que son prorrusos y antioccidentales", alerta la investigadora antes de referirse al fracaso de la llamada Operación Barkhane, la campaña militar francesa en Malí de apoyo a la lucha contra la guerrillas yihadistas y que el presidente Emmanuel Macrón ordenó retirar en febrero pasado. "Las tropas francesas han tenido que irse por un diversos motivos, pero sobre todo porque el gobierno maliense no quería continuar ese pacto de defensa".

En la misma dirección apunta el periodista canario José Naranjo, afincado en Senegal desde hace años y conocedor estrecho de la realidad africana. "Estamos hablando de un conflicto en Malí que dura más de diez años, que ha ido a más y para el que no se ve solución a corto plazo", señala antes de reiterar que "la operación francesa ha sido un fracaso porque no ha conseguido frenar el yihadismo. Es más, cada vez hay más países afectados, sobre todo Burkina Faso y Níger, y se ha extendido con incidentes puntuales en Benin, Togo y Costa de Marfil".

"La operación francesa ha sido un fracaso porque no ha conseguido frenar el yihadismo. Es más, cada vez hay más países afectados"

José Naranjo

— Periodista conocedor del Sahel

Según Naranjo, "todo esto cabalga a lomos de un creciente sentimiento antioccidental, donde Rusia ha podido jugar un papel en campañas de agitación y propaganda, financiando activistas", explica Naranjo.

Esto significa, señala el periodista, que "lo que les preocupa es que Rusia está empezando a dominar el Sahel, y lo de Rusia es anterior a la invasión de Ucrania, con el desembarco de instructores militares y mercenarios a finales del año pasado". "La OTAN mueve ficha y mira hacia África cuando siente que el que hoy por hoy representa la gran amenaza para la paz mundial, Rusia, según su perspectiva, domina la situación sobre el terreno. Hasta ahora no parece que las víctimas, la desestabilización, los desplazados les hubiera inquietado demasiado", lamenta. 

Naranjo insiste en que el leit motiv de la nueva preocupación occidental es la presencia rusa. «El conflicto lleva años pero hasta ahora no le ha inquietado. Lo que les preocupa es que los rusos tomen posiciones en un lugar en el que socios de la OTAN habían estado operando militarmente», señala en referencia a la presencia francesa y de otros países coaligados como Alemania o España, que también han optado en los últimos tiempos por replegar sus tropas en la zona.

Vigilancia y acción

La pregunta que se hacen los analistas es qué tipo de acciones puede emprender la OTAN y sus integrantes para tener más presencia, capacidad de influencia y preservar la seguridad en todo lo que para Occidente eso significa: procesos democráticos internos, acabar con la amenaza yihadista y las guerrillas del entorno del Estado Islámico, y controlar el fenómeno migratorio. "La OTAN es algo más que aviones, buques de guerra o tanques. Esa dimensión militar es algo posterior a otras actividades de la organización, como los servicios de información y de inteligencia, y despliegue de medidas de vigilancia o cooperación con los gobiernos democráticos", afirma José Segura. "Los países del la UE se están retirando porque están siendo derrotados. Por eso se ha hecho con el control político determinadas fuerzas vinculadas a Putin en estos países como los mercenarios rusos de Wagner. No podemos dejar que eso se consolide. No digo que la OTAN tenga que disparar tiros, pero lo que sí hay que hacer es consolidar gobiernos democráticos y defender los intereses ciudadanos de esos países», recalca el responsable de Casa África.

Los especialistas aclaran que dar estabilidad política a esos países no reducirá la migración

De León duda en este sentido sobre el tipo de respuesta que pueda dar la Alianza Atlántica: "Me preocupa cómo la OTAN va a querer entrar en ese avispero, sobre todo porque esto lo hace para contener a Rusia en la zona. Está bien que lo haga a nivel estratégico, pero yo lo haría con precaución a nivel operacional", explica. Según ella, la OTAN va a intervenir a través de Níger como país más prooccidental, algo en lo que se muestra de acuerdo José Naranjo, quien señala que "los servicios de inteligencia juegan un papel importante en la zona" y que las posibilidades de actuar dependerá de cada país. "Los dos países más importantes para Occidente son Níger y Chad, desde donde va a tratar operar y controlar, además de Senegal, aunque está en la periferia del conflicto". 

En materia de inmigración, todos los expertos consultados coinciden en señalar que, la estabilidad puede controlar puntualmente algunos desplazamientos, pero no el fenómeno en sí. "Sabemos que el 85 % de la migración tiene un origen económico y eso va a seguir dominando ese fenómeno. Lo que si pueden hacer la OTAN y la UE es apoyar programas de buena gobernanza y desarrollo, pero la contención militar va más dirigida a la lucha contraterrorista y el crimen organizado", señala De León.