FARO DE VIGO

Lechones criados a la antigua usanza en Nudesa

Su módulo experimental de maternidad libre en Cruces aumenta la tasa de supervivencia en las crías y reduce el estrés en las madres

Lechones criados a la antigua usanza en Nudesa

NUDESA

Salomé Soutelo

En 2018 Nudesa comenzó a desarrollar la sala de maternidad suelta en su granja de Vila de Cruces, con un espacio reservado para las madres recién paridas y sus piaras dentro de la propia maternidad. Esta iniciativa consiguió el premio GandAgro Innova del año pasado. Pero es que Nudesa, ya por esta explotación cruceña, había recibido en 2019 un Premio Especial MAPA del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a la mejor granja de España en cuanto a sanidad, bienestar animal y medio ambiente.

En este módulo entran las cerdas una semana antes del parto –cuando comenzó la iniciativa lo hacían cuatro días después de parir– y permanecen en él durante toda la lactación. La sala de maternidad suelta tiene una capacidad para 8 ó 9 cerdas paridas y sus lechones, que suelen ser de 13 ó 14 por cada madre. Las cerdas y sus crías se colocan en grupos sociales, con superficies calefactadas, ventilación forzada, control ambiental y acceso a materiales de enriquecimiento. Al poder moverse libremente, la empresa notó que las madres tenían menos riesgos de sufrir problemas sanitarios y que empezaban a desarrollar comportamientos más naturales, como la construcción de nidos y una mayor interacción con sus crías.

Y al mismo tiempo, “se mejora la calidad de vida de los lechones, al tener tasas de supervivencia más altas” porque interactúan más entre ellos pero también con su madre, indican desde la firma. Esto, a su vez, permite que haya una inmunidad más homogénea, pero también un desarrollo físico y social más saludable de las crías.

¿Ocurre algo si los pequeños se alimentan de cerdas que no son sus madres? En absoluto, porque “el 95% de los lechones maman en su madre, fue algo que estudiamos y que comprobamos identificando cada camada de manera diferente”. Es cierto que los lechones más pequeños sí que cambian de madre a la hora de querer alimentarse, pero las cerdas aceptan sin problemas a crías de otra piara.

Más productividad a largo plazo

Por así decirlo, el sistema de maternidad suelta de Nudesa recupera la cría y cebo de lechones “como los de antes”, cuando los pequeños estaban libres en la cuadra donde nacían, salían con su madre a alimentarse en la finca anexa e incluso a comer bellotas en la carballeira más cercana. Este sistema de más espacio que perduró durante décadas en las explotaciones para autoconsumo, volvió a recuperarse desde hace unos años pero en explotaciones industriales de los países escandinavos, Reino Unido, Austria, Suiza y Países Bajos. “La tendencia global se está moviendo hacia métodos de cría más sostenibles y modelos de producción con mayores estándares de calidad, impulsados tanto por las regulaciones gubernamentales como por la demanda de los consumidores”, añade Nudesa. La firma trasdezana incide en su apuesta por mejorar el bienestar animal y la sostenibilidad, a la vez que contribuye a reducir el impacto ambiental, “por eso no dudamos en la creación de este módulo en nuestra granja de Cruces para tenerlo estudiado y desarrollado antes de que sea obligatorio por ley”. Y, aunque la implementación de estos sistemas de maternidad libre precisan de una inversión inicial, “la mejora en sanidad y el bienestar de las cerdas y lechones nos lleva a una mayor productividad a largo plazo”.

Estas iniciativas por el bienestar de sus animales ya han obtenido su reconocimiento en varias ediciones de los Premios Porc D’Or, conocidos como los Óscar del sector porcino. Al margen del citado galardón para la granja cruceña en 2019, la de O Pino fue reconocida en 2009 por aplicar el plan sanitario, medio ambienta y de bienestar animal más riguroso, y en 2019 fue Granja Sueiro, de A Baiña, la que se impuso por superar la legislación en bioseguridad, sanidad animal, impacto ambiental y bienestar animal más riguroso.