PROBLEMA ESTRUCTURAL

Los jóvenes no se pueden emancipar hasta los 30,3 años, la edad más alta de las últimas décadas

Afrontar un alquiler en solitario implica destinar el 83,7% del salario neto, según el último informe del Consejo de la Juventud de España

Una joven tiende la ropa en su piso.

Una joven tiende la ropa en su piso. / ZOWY VOETEN

Olga Pereda

España tiene, actualmente, la edad media de emancipación más alta de los últimos 20 años: 30,3 años. La tasa de emancipación juvenil se estanca en el 15,9%, muy por debajo de los niveles europeos con una tasa media de 31,9%.

Los jóvenes españoles no son ni más vagos ni más perezosos, simplemente hay que tener en cuenta que la vivienda es un trauma. Para afrontar un alquiler en solitario, una persona joven debe destinar el 83,7% de su salario neto actual. El panorama económico es el siguiente: una de cada cinco personas de menos de 30 años con un puesto de trabajo se encuentra en pobreza o riesgo de exclusión social.

"La falta de acción en política de vivienda en España deriva en unas consecuencias negativas para toda la población y, en especial, para la juventud"

Andrea González Henry

— Presidenta del CJE

Estas son las demoledoras conclusiones del nuevo informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE), plataforma que agrupa a más de 60 entidades juveniles. “Las personas jóvenes no pueden emanciparse hasta que dejan de ser jóvenes. Esto es un síntoma muy preocupante que demuestra que los problemas estructurales de la juventud siguen muy presentes y condicionan la vida adulta” subrayan los autores del estudio, que se realiza dos veces al año.

En la presentación del informe, esta mañana en Madrid, la presidenta del CJE, Andrea González Henry, ha criticado “la falta de acción en política de vivienda en España”, que deriva en unas “consecuencias negativas” para toda la población y, en especial, para la juventud, que sigue sin poder emanciparse “por una pérdida de poder adquisitivo, agravada por los precios de alquiler y compra de vivienda”.

En la misma línea, el vicepresidente del organismo, Juan Antonio Báez, ha calificado las políticas de juventud de “una huida hacia adelante” que no solucionan de manera estructural los problemas principales de la juventud: vivienda y empleo.

"Los problemas principales de la juventud son la vivienda y el empleo"

Juan Antonio Báez

— Vicepresidente del CJE

Endeudarse en exceso

Durante el segundo semestre de 2022 el porcentaje de población joven que salió de la casa de sus padres o tutores para vivir por sus propios medios se estancó. “Las subidas en los precios del alquiler y compra de vivienda hace que sea imposible emanciparse sin sobreendeudarse”, subraya el Observatorio. 

En España, la tasa de emancipación no llega al 16% y se estanca en el 15,9%. Mientras, en la UE, el porcentaje medio es el doble: 31,9%. “Para los jóvenes españoles, emanciparse siempre ha sido más difícil que para un europeo. Es, prácticamente, una quimera”.

Gastos inasumibles

¿Por qué es casi imposible emanciparse en España? El informe destaca que, lamentablemente, tener empleo no es suficiente para poder acceder a una vivienda en España. Pese a que el salario medio de una persona joven subió un 4,6%, estableciéndose en los 13.079,19 euros netos al año (o 1.089,93 euros netos al mes), el precio de las viviendas en alquiler lo hizo un 7,55 %. El alquiler medio de una vivienda es de 912 euros. Es decir, una persona joven tendría que dedicar el 83,7% de su sueldo.

Además, hay que tener en cuenta los gastos habituales: 141 euros de media para los recibos de agua, luz y gas, etc.). Es decir, la suma total da 1.053 euros al mes, el 96,6% de su sueldo. Al joven que se emancipa solo le quedan 36,93 euros para adquirir alimentos, comprar ropa y gastar en ocio, “algo completamente inasumible”, subraya el Observatorio. 

Pobreza

El informe hace hincapié en que una de cada cinco personas de menos de 30 años con un puesto de trabajo se encuentra en situación de pobreza o riesgo de exclusión social. “Este fenómeno, el de personas jóvenes que siguen siendo pobres aunque trabajen, debería ser una de las prioridades de la clase política, ya que la imposibilidad de acceder a unas condiciones que permitan poder vivir de forma digna e independiente causa no solo problemas materiales en la juventud, sino que también afecta a su salud mental”.

Incluso con estudios superiores

Tener estudios superiores tampoco garantiza, en ningún caso, poder emanciparse. Solo el 22,9% de las personas jóvenes que habían completado enseñanzas de Formación Profesional de nivel superior o estudios universitarios se habían podido emancipar. Además, para las personas jóvenes que no siguen estudiando la tasa de emancipación es similar a la de quienes tienen estudios superiores y entre quienes no los tenían.

Una de cada tres personas jóvenes que viven de alquiler lo hacen compartiendo la vivienda

Ante la imposibilidad de alquilar en solitario, una de cada tres personas jóvenes que viven de alquiler lo hacen compartiendo la vivienda. El alquiler medio de una habitación está en 282,19 euros, el 25,9 % del salario medio joven, una cifra que está “peligrosamente cerca” de la recomendación a la que llegan la mayoría de los estudios, que establecen que el precio de la vivienda habitual no debería suponer más del 30% del salario de una persona.

Pagar una hipoteca

La opción de pagar una hipoteca también resulta casi imposible. El primer motivo es la cantidad de dinero que hay que tener ahorrado para afrontar la compra de una piso: 49.852,20 euros, el equivalente a 3,8 años completos de sueldo de un menor de 30 años.

Aquellos que consiguen acceder a una hipoteca, deben afrontar un importe medio de la primera mensualidad de 661,33 euros, el 60,7% del sueldo medio de una persona asalariada de menos de 30 años.

La tasa de paro juvenil sigue siendo mucho mayor que la de la población general: el 22,2% frente al 12,9%. “Su tasa de paro es similar a la que se registró en 2008 con el estallido de la crisis económica y financiera. Tras la reforma laboral, se puede afirmar que la temporalidad, un problema tradicionalmente endémico de la población joven, se ha reducido bastante, pasando de un 55,4% a finales de 2021 a un 38,9% en el último trimestre de 2022”, concluye el Observatorio.