EDUCACIÓN

La universidad saudí ofreció 60.000 euros a científicos españoles para que fingieran que trabajaban allí

Las propuestas llegaron, a través de un mediador, en los últimos años a investigadores de las instituciones académicas de Vigo y Santiago, pero las rechazaron

Laboratorio de materiales de la Universidad de Vigo en Ourense.

Laboratorio de materiales de la Universidad de Vigo en Ourense. / IÑAKI OSORIO

X. A. Taboada

Las universidades de Arabia Saudí anhelan escalar en el escalafón del ranking de Shanghái, el listado más influyente del mundo que determina el orden de las mejores instituciones académicas. Y para ello no dudan en recurrir a trampas para ascender puestos artificialmente, como pagar a investigadores muy relevantes para que, ficticiamente, declaren que trabajan para ellas. Estas ofertas, según pudo saber Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica, también llegaron a investigadores de las universidades gallegas –al menos a las de Vigo y Santiago–, poniéndoles encima de la mesa un contrato anual de 60.000 euros. Todas fueron rechazadas.

Arabia Saudí no busca cualquier científico, sino solo los que figuran en la lista Highly Cited Researchers (HCR), elaborada por la empresa inglesa Clarivate, que cada año selecciona a los 7.000 que más son citados por sus colegas en todo el mundo. El contar con este personal en las universidades les permite ascender en el ranking de Shanghái porque es uno de los indicadores que se tienen en cuenta a la hora establecer la jerarquía mundial.

Lo que pasa es que en esta lista de HCR, Clarivate no verifica los datos sobre el lugar de trabajo. Una vez identificados los científicos de referencia por su alta producción y el eco de sus trabajos en el resto de la profesión, Clarivate les pide de forma personal y directa que ellos digan a qué universidad o centro de investigación están afiliados, es decir, cuál es su lugar de trabajo. Para ello les envía una notificación –ante la que cualquier profesional se siente halagado por pertenecer a un selecto grupo– a mediados de septiembre para que en el plazo de un mes comuniquen dónde investigan para incorporar esa información a su base de datos.

Y es en este periodo de tiempo, de apenas un mes, cuando las universidades saudíes, a través de un mediador, se ponen en contacto con los investigadores preseleccionados para pagarles a cambio de que declaren a Clarivate que están afiliados a una institución académica de Arabia Saudí, para de esta forma ganar puntos en el ranking de Shanghái.

Para ello le ofrecen un contrato que ampare esta afiliación, aunque en realidad el investigador seguiría trabajando en su lugar habitual, eso al margen de que este tipo de relación contractual podría ser ilegal en función del vínculo con su universidad y de que es un engaño. De hecho, según la información revelada por El País, varios destacados investigadores en España fueron sancionados o tuvieron que renunciar al descubrirse este doble juego.

Modelo de contrato

Estas ofertas para mentir se trasladan a investigadores de todo el mundo que figuran en la lista HCR y, por supuesto, también tocaron, en los últimos años, las universidades de Vigo (que tiene a dos profesores actualmente) y a la de Santiago (ahora no tiene ninguno). Según el modelo de contrato –al que accedió este periódico– que en su momento se hizo llegar a un investigador altamente citado de la Universidad de Vigo, se le ofrecían 60.000 euros por un año, además de una beca de otros 100.000 para realizar proyectos de investigación. Estas cantidades hoy podrían ser mayores. A cambio, el beneficiario tendría que declarar a Clarivate que trabaja en primer lugar para una universidad de Arabia Saudí, país al que tendría que acudir tres o cuatro veces al año, participar en videoconferencias, firmar determinados estudios en colaboración con otros colegas o impartir clase.

Según informa El País, una empresa que actuaría como intermediaria, y cobrando por ello, entre Arabia Saudí y los investigadores españoles altamente citados es UP4 Institute do Sciences, precisamente la firma para la que estuvieron contratados a principios de este año dos investigadores bajo sospecha del Centro Tecnolóxico da Carne, dependiente de la Xunta de Galicia, que declararon en 2022 que su centro de trabajo habitual es la Universidad Rey Abdulaziz, pese a que están en Ourense. Tras descubrirse este hecho, ellos aseguran que les inscribieron sin su consentimiento.

Los investigadores de Ourense: una explicación bajo sospecha

Rubén Domínguez y Mirian Pateiro son dos investigadores de la Xunta en el Centro Tecnolóxico da Carne (CTC) que declararon el pasado año la Universidad Rey Abdulaziz como su lugar de trabajo principal. Pero ellos trasladaron a la Xunta que no tienen ningún contrato con la universidad saudí y que solo mantuvieron una relación mercantil con UP4 Institute of Sciences –empresa que actúa de mediadora con Arabia Saudí– en los meses que no estuvieron en el CTC. La Consellería do Medio Rural aseguró que fueron inscritos sin su consentimiento.

Sin embargo, su afiliación a la Rey Abdulaziz figura en la lista de Clarivate, empresa que aseguró, ante un consulta de este periódico, que se les preguntó específicamente a ellos sobre su lugar de trabajo. En septiembre de 2022 se les notificó que estaban en la lista y les solicitaron que validaran sus nombres y afiliaciones, proporcionándoles un enlace a una encuesta personalizada que tenían que contestar antes del 8 de octubre. Por tanto, al explicación de los investigadores ofrece muchas dudas sobre su veracidad.