CASO DANI ALVES

La víctima de Dani Alves, en su declaración ante los Mossos: “Le tenía que decir que era su putita”

La declaración de la joven de 23 años relata cómo el jugador la obligó a entrar en el baño del reservado, la abofeteó y la violó 

"Me resistí, pero él era mucho más fuerte que yo", asegura la víctima

Esta es la declaración de la víctima de Dani Alves: "Le tenía que decir que era su putita"

Vídeo: / PI Studio

Héctor González

Héctor González

El pasado 2 de enero, la mujer de 23 años presuntamente violada por Dani Alves declaró ante la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS) de los Mossos d'Esquadra en la comisaría de Les Corts de Barcelona. Durante una hora y media, la víctima relató a los investigadores cómo accedió al reservado VIP de la discoteca Sutton junto con Dani Alves y un amigo mexicano el pasado 30 de diciembre, cómo acabó en el baño donde se produjo la presunta agresión, qué sucedió en su interior y cómo actuó posteriormente el personal de la sala, que no dudó en activar el protocolo contra agresiones machistas y alertar a los Mossos d'Esquadra.

"Yo no sabía qué había detrás de esa puerta, pensé que habría otra zona VIP", explicó la joven sobre el baño al que la obligó a pasar el jugador brasileño, tal y como ha desvelado el diario La Vanguardia, que ha tenido acceso a la declaración. Una vez dentro del minúsculo lavabo, el ex del Barcelona le dijo a la chica que no podía marcharse, a pesar de sus ruegos, y que "le tenía que decir que era su putita". Seguidamente, intentó obligarla a practicarle una felación, a lo que ella se resistió. El futbolista reaccionó abofeteándola repetidas veces y con violencia, para finalmente violarla.

"Me resistí, pero él era mucho más fuerte que yo", asegura la víctima. Mientras sucedían los hechos, tal y como expuso en su declaración y ratificó ante la jueza el pasado viernes, la joven llegó a sentir que se ahogaba por la angustia que estaba experimentando. Una vez todo había acabado, la mujer quiso salir corriendo del baño, pero el jugador se lo impidió, ordenándole que no podía salir hasta que él no hubiese abandonado el lugar. Cuando por fin pudo marcharse de allí, la joven se reunió con sus amigas, con quienes había acudido a la discoteca, y, visiblemente afectada, les contó lo que le había sucedido.

En ese momento, las tres jóvenes decidieron irse de la discoteca. Sin embargo, al pasar por la puerta, uno de los porteros del establecimiento, con quien la víctima había bromeado al entrar, le preguntó qué le pasaba al verla llorar. Ante la respuesta de la joven, que volvió a romperse emocionalmente, el vigilante de seguridad la condujo a un despacho y llamó al jefe de la sala, quien, tras escuchar el relato de la mujer, avisó inmediatamente a los Mossos.

En prisión a la espera de que se aclaren los hechos

La jueza que lleva el caso, Anna Marín, ordenó el pasado viernes el ingreso en prisión provisional sin fianza para Dani Alves, tras escuchar ambas declaraciones. Primero, la de la víctima, que ratificó en su totalidad lo relatado en la denuncia, y después la del jugador, que negó la agresión sexual.

Cuando acabó su declaración, Alves volvió a los calabozos judiciales a la espera de que la jueza decidiera si aceptaba o no las medidas solicitadas por la fiscalía y la acusación particular. Al final, la magistrada acordó su encarcelamiento, dando credibilidad absoluta a la versión de la víctima y no a la del jugador.

La togada no solo ha tenido en cuenta la credibilidad de la mujer que fue atacada sexualmente, sino que también considera que sus palabras han sido corroboradas por otras diligencias de investigación, como son los informes forenses, huellas dactilares, las cámaras de seguridad y las declaraciones del personal de la discoteca. 

La decisión de encarcelar al jugador se sustenta en que este no tiene un domicilio en España y, por lo tanto, existe un alto riesgo de fuga. Asimismo, la jueza ha considerado la capacidad económica de Alves para poder fugarse y el hecho de que España no tiene convenio de extradición con Brasil.