CASTILLA Y LEÓN

Incendios en Zamora: 60 horas de pánico, dos fallecidos y cerca de 30.000 hectáreas quemadas

Las labores de extinción se presuponen intensas debido a la enorme extensión quemada y a una meteorología adversa

Una joven observa las llamas en el incendio de Zamora. EFE

Una joven observa las llamas en el incendio de Zamora. EFE

Diego G. Tabaco

Para los habitantes de las comarcas de Alba, Tábara, Valverde o Tera echar la vista atrás hasta el domingo supondrá regresar a un mundo que tardará en volver. En apenas sesenta horas, las miles de hectáreas que se encuentran entre Losacio y Santa Croya de Tera han cambiado el verde de los montes por el gris de un paisaje lunar.

Sesenta horas que se han saldado con la muerte de dos personas, con cerca de 30.000 hectáreas quemadas —según las mediciones por satélite, aunque la Junta rebaja esta cifra— y con miles de evacuados que este miércoles, al fin, pudieron volver a sus casas. Una pesadilla que en realidad comenzó en la tarde del pasado 15 de junio (cuando comenzó el incendio que calcinó otras 30.000 hectáreas en la Sierra de la Culebra) y cuya peor parte parece haber terminado al fin pero cuyas consecuencias serán visibles durante décadas.

A última hora de la tarde de este miércoles el incendio de Losacio permanecía con nivel 2 de peligrosidad y activo. Las labores de extinción se presumen intensas debido a su extensión y las condiciones meteorológicas adversas. Los trabajos de las últimas horas se han centrado en zonas donde ha habido reproducciones. La buena evolución prevista permitió que, en la mañana de ayer, se autorizara el regreso a sus viviendas de los habitantes de Escober de Tábara, Litos, Bercianos de Valverde, Pueblica de Valverde, Santa María de Valverde, Morales de Valverde, Villanueva de las Peras, Faramontanos de Tábara, San Pedro de Zamudia, Micereces de Tera, Aguilar de Tera, Villaveza de Valverde, Friera de Valverde y Navianos de Alba. Los vecinos de Sesnández de Tábara finalmente a sus casas en la tarde del martes. Todas las carreteras están ya abiertas y los trenes circulan con normalidad por la provincia.

Por su parte, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, dio ayer “por descontado” y “por supuesto” la declaración de zona gravemente afectada por una emergencia de Protección Civil, conocida como zona catastrófica, de las comarcas que se han visto afectadas por los incendios forestales en la comunidad, entre ellas Zamora. Virginia Barcones, que presidió en Tordesillas una Comisión de Asistencia, garantizó la ayuda del Gobierno para recuperar las zonas afectadas, tanto en lo forestal, como en términos hidrológicos, así como para que la población cuente con lo necesario para que pueda continuar con su vida.

En ese sentido, la delegada aseguró que el Gobierno está demostrando “compromiso y responsabilidad” a la hora de combatir las llamas y mitigar sus efectos. Así, señaló que están “volcados” en ayudar a la Junta, la administración que recordó es competente desde 1984 en materia de prevención y extinción de incendios. “El Estado está haciendo todo lo que está en su mano para ayudar a apagarlos”, dijo.

Barcones insistió en que “por desgracia” cada vez son “más devastadores”, por lo que manifestó es una “prioridad absoluta” evitar que se conviertan en catástrofes de esta magnitud, algo que insistió ya se demostró el año pasado después de lo ocurrido con el incendio de la Sierra de la Paramera, en Ávila.

Por lo demás, el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz Arranz, afirmó que todavía es pronto para hacer una estimación de las hectáreas afectadas en los peores incendios que azotan la comunidad, pero apuntó que el de Losacio “rondará posiblemente las 20.000 hectáreas”, el de Monsagro (Salamanca), superará las 10.000 con la parte extremeña, y el de Cebreros (Ávila), más de 3.000.

Arranz recordó que en una primera estimación apuntaron a 32.000 hectáreas en el incendio de la Sierra de la Culebra, y al final fueron 24.000, por lo que instó a ser cautos en los datos, porque hay que analizar todas las zonas afectadas, porque hay áreas interiores que están sin quemar. Con todo, sentenció que “son muchas hectáreas quemadas en una semana excepcional en toda España”. Las mediciones por satélite apuntan a una extensión quemada más cercana a las 30.000 hectáreas, cifra que incluso se atreven a superar algunas fuentes.