Opinión | CEUTA

Deseo una España vertebrada, cohesionada y protagonista en Europa

Cuando me preguntan cómo imagino España dentro de una década, cómo espero que sea, mi primera reflexión es que deseo una España que haya superado, de manera definitiva, las devastadoras consecuencias económicas y sociales de la pandemia que aún nos azota, y que haya logrado un modelo económico más sólido y estable, con mayor capacidad para generar empleo y que sea, a su vez, garantía de unos servicios públicos de calidad y de la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Una España, en definitiva, que haya recuperado el pulso, la senda del crecimiento y que haya aprovechado los fondos europeos para dejar atrás la grave crisis provocada por el Covid-19.

También deseo una España que apueste decididamente por el conocimiento, que sea vanguardia en innovación, que prime el talento y el emprendimiento. Una España que sea una tierra de oportunidades, especialmente para los jóvenes, y que aumente su capacidad para la generación de empleo.  

Espero y deseo ver dentro de unos años a España como protagonista en Europa, que nuestro país sea parte fundamental en la consolidación del proyecto europeo, frente a las posiciones que lo ponen en riesgo y, por lo tanto, la necesidad de una actitud positiva en favor de la integración, la convergencia y la solidaridad en un escenario común que ha de seguir siendo un espacio de libertad, paz y defensa de los derechos humanos. Europa es fundamental, pero también deseo una España que cuide sus vínculos, históricos y culturales con Hispanoamérica y el Mediterráneo.

Una España en la que tengan plena vigencia los principios y valores que son los pilares de nuestra Constitución y modelo de convivencia. Una España cohesionada, unida y vertebrada en la que se preste especial atención a la realidad extrapeninsular y, en particular, al singular hecho fronterizo de nuestras dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla.

Ceuta, una gran desconocida

Quiero aprovechar la oportunidad que me brinda EL PERIÓDICO DE ESPAÑA para hablar también de Ceuta, de cómo esperamos verla en unos años. 

2021 está siendo un año especialmente difícil para nosotros. Un año en el que a la crisis económica producida por el cierre fronterizo y la pandemia se sumó, en mayo, una tercera, provocada por los acontecimientos de los días 17 y 18, cuando miles de personas, más de 12.000 según nuestras estimaciones, accedieron irregularmente a Ceuta. En 24 horas, o un poco más, sortearon la frontera un número total de personas equivalente al 15% de nuestra población, y otras tantas o más estaban esperando seguir este mismo camino. No es ninguna exageración si digo que ha sido el momento más difícil de nuestra historia reciente. No es ninguna exageración si digo que Ceuta tuvo el alma en vilo y que teníamos la sensación de estar al borde del abismo. 

Este episodio nos desveló dónde están las amenazas y las debilidades, pero también dónde están las fortalezas. Nos desveló que la supervivencia de nuestras dos ciudades autónomas, y me permito en este caso hablar de la ciudad de Melilla, merecen una acción decidida, enérgica, transversal y coordinada por parte del Estado, con el objetivo de alcanzar en nuestras dos ciudades unos niveles de calidad en los servicios públicos, de prosperidad económica, de capacidad de crear empleo y de cohesión social equiparables a las medias nacionales. Y eso es lo que aspiro para mi ciudad, un porvenir seguro, estable y próspero.

Ceuta tiene muchos problemas, algunos de envergadura, pero quiero repetirlo una vez más: Ceuta no es un problema. Ceuta vive un momento crucial en el que resulta ineludible, además de posible, aspirar a un modelo económico que garantice un futuro de seguridad y estabilidad para nuestra ciudad. Y aunque nos pese, Ceuta sigue siendo, en el conjunto de España, la gran desconocida en muchos aspectos, también en el de los atractivos que nuestra ciudad ofrece para invertir, emprender o localizarse.

Ceuta tiene potencial de desarrollo, y tenemos motivos muy sólidos para creerlo, con sectores y actividades con evidentes posibilidades de crecimiento, como son los casos del turismo, el puerto, los servicios profesionales y a las empresas, la industria digital, el medio ambiente o la economía del conocimiento, entre otros. 

Ceuta es un ejemplo de voluntad para superar las dificultades por adversas que sean"

Ceuta es un ejemplo de lealtad, de voluntad para superar las dificultades por adversas que sean, y que es un ejemplo de hacer del respeto de personas de distintos credos y razas, una manera de ser y de vivir, de vivir compartiendo, de convivir. Ceuta es la capital del respeto, de la concordia y de la convivencia. Todos unidos en la vocación de construir cada día una ciudad mejor, más avanzada y, además, de construirla entre todos.

Todos iguales en derechos, deberes y obligaciones. Todos compartiendo el sentimiento común de pertenencia a España como patria común e indivisible de todos los españoles, una unidad en este sentimiento que es fundamental al servicio de la causa de nuestra ciudad. Una ciudad que merece la pena conocer y sentir. 

Antes de terminar con esta reflexión no quiero dejar pasar la oportunidad de desear los mayores éxitos a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA en esta nueva aventura editorial. La pluralidad informativa es fundamental en un Estado de Derecho como es el nuestro, en el que los medios de comunicación constituyen un referente. La pluralidad informativa proporciona a los ciudadanos la posibilidad para acceder a diferentes puntos de vista, a diferentes enfoques y a una oferta de medios que ofrece diversas perspectivas de la realidad como información. Gracias por ser guía de una sociedad mejor formada e informada.