FÚTBOL (CHAMPIONS)

"Manchester, el nuevo Liverpool": un paseo por la ciudad de los ladrillos rojos

La cuna de la revolución industrial es hoy una ciudad 'cool' llena de tesoros escondidos en unas calles donde se respira modernidad y tradición

Imagen de la ciudad de Manchester

Imagen de la ciudad de Manchester / Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Michael Robinson, liverpudlian militante, solía decir con su socarronería habitual: “Los de Manchester nos han 'robado' el puerto, nos han quitado los grupos de música y nos van a quitar hasta el fútbol”. Lo decía mientras veía cómo el Manchester City desplegaba el fútbol que le ha inculcado Guardiola, porque al United de los Fergie Boys ya los había dado por amortizados. Pero esa frase condensa mucho de lo que es hoy el Manchester actual.

Taarush, que llegó a esta ciudad hace veinte años desde Londres, comparte un café con nosotros en la barra de la cafetería del Native, uno de los cuatro almacenes más emblemáticos de la ciudad. Este edificio histórico fue diseñado para almacenar el algodón que llegaba de Estados Unidos antes de viajar a Londres y hoy, restaurado, es un icono de Manchester reconvertido en un hotel de apartamentos de columnas anchas de hierro forjado y techos con bóveda de ladrillo rojo. “Manchester le ha ganado el pulso a Liverpool, que se ha quedado atrás. Esta ciudad es ahora más cool y el fútbol tiene mucha culpa de ello”, afirma mientras sirve un café de origen colombiano.

El hotel Native de Manchester, antiguo almacén de algodón

El hotel Native de Manchester, antiguo almacén de algodón / Fermín de la Calle

Liverpool y Manchester, distanciados por 50 kilómetros que recorren 251 trenes a diario, siempre se han vigilado de reojo. Y ahora los mancunian presumen de haber capitalizado el tráfico marítimo que remonta el Mersey por el canal de 58 kilómetros que une Manchester con el mar de Irlanda. Allí Trafford Park, el polígono industrial más grande de Europa, ejerce de motor de una ciudad que además ha sabido reinventarse abriendo camino en otras áreas que hacen de Manchester un sitio atractivo.

El Northern Quarter

El Northern Quarter de Manchester es uno de los sitios de referencia de la escena musical inglesa. Y siendo cierto que los Beatles salieron de Liverpool, la cantera de bandas de Manchester es inagotable. Empezando por los Bee Gees, que comenzaron aquí antes de mudarse a Australia, pasando por The Hollies, The Happy Mondays, New Order, The Smiths, The Stone Roses, Simply Red, Swing Out Sister, The Charlatans, The Beautiful South, The Chemical Brothers, The Verve, M People, Take that, Oasis, New Hope Club… Media ciudad entona el ‘Hey Jude’ como propio, la sky blue, que aunque sea un clásico de Liverpool también se han apoderado de ella. Los mismos que cantan el ‘Blue Moon’ antes de que el árbitro pite el inicio de los partidos del City. Esta parte celeste de Manchester considera casi unos dioses a Oasis, y especialmente a Noel Gallagher, el más citizen de los hermanos. “Los Gallagher están sobrevalorados. Saben tanto de música como de fútbol”, apunta con sorna Emma, una camarera de la barra del 'The Old Nags Head', el pub santuario de George Best donde todos son, “obviusly”, del United.

Imagen de la ciudad de Manchester

Imagen de la ciudad de Manchester / Fermín de la Calle

Recorrer paseando las 4,4 millas que separan Old Trafford del Etihad ofrece una buena perspectiva de cómo está cambiando esta coqueta ciudad en la que los edificios de cristal y aluminio cohabitan con el ladrillo rojo y los canales que recuerdan que esta ciudad fue la cuna de la revolución industrial. Seguimos el paseo hasta Deansgate, para entrar en la preciosa Biblioteca John Rylands, un edificio neogótico victoriano tardío. Apenas a 200 metros de allí pasamos por una tienda de discos de mucha solera donde nos hacemos con un vinilo de ‘The Smiths’ antes de enfilar las callejuelas del centro camino de la ‘Classic Football Shirts Shop’, lugar de peregrinaje de los aficionados del fútbol que llegan buscando tesoros entre las miles de camisetas de fútbol que esconde la tienda.

Desde allí se puede acercar uno al Etihad andando o subirse al tranvía que le lleva hasta el estadio, donde emerge, tras la estatua de la Santísima Trinida celeste (Colin Bell, Francis Lee y Mike Summerbee), una ostentosa pancarta en la fachada del estadio donde se puede leer “The best team of the land and all the world”. Como si su autoestima necesitase verse reafirmada por tamaña lona.

Imagen de la pancarta que preside el Etihad Stadium

Imagen de la pancarta que preside el Etihad Stadium / Fermín de la Calle

Dentro, donde el estadio se les está quedando pequeño, siguen forradas las paredes de los pasillos con recortes de los momentos icónicos del club, incluido aquel el gol de Kun Agüero en el descuento que les dio la primera Premier. Una enorme foto de Rodri con la Champions preside la sala de prensa en la que Ancelotti se sentó junto a Bellingham para advertirle que a Guardiola que se quedase tranquilo, “no voy a hacer magia”. Esa magia que destilan las calles de esta ciudad sexy que ha ido mutando durante estos últimos ocho años en los que Pep, al que le gusta pasear por ellas de incógnito al atardecer con su gorra de paño y una bufanda, ha cambiado también la fisionomía de la Premier. Dicen que "Manchester es el nuevo Liverpool", pero como recuerda la más icónica de las pintadas que queda aún viva en las paredes de sus calles: “Esto es Manchester, aquí hacemos las cosas de forma diferente”.