Ni el 'Profe' Ortega ni el Método Pintus, el enemigo es el calendario

En el Metropolitano la parroquia atlética mira con recelo al ‘Profe’ Ortega por la plaga de lesiones que afecta a la plantilla, mientras el madridismo, al que se le hincha el pecho al hablar del Método Pintus, también ha torcido el gesto ante la acumulación de lesionados que suma el vestuario blanco en los últimos tiempos. Pero la realidad es que ni el preparador argentino ni el italiano tienen culpa de lo que está ocurriendo. Más bien son víctimas de un calendario infernal que está causando estragos entre los jugadores a los que entrenan.

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De hecho, a día de hoy, las sesiones de trabajo de las plantilla de Primera División tienen más de preventivas que de otra cosa. Se trata de acondicionar a los jugadores con jornadas de recuperación o de activación para evitar que se multipliquen las molestias musculares o de intentar curar golpes sin apenas tiempo entre partido y partido.

26 partidos en cuatro meses y 26 lesionados

El pasado 23 de noviembre Real Sociedad y Betis eran los dos equipos que más partidos acumulaban en este arranque de temporada con 18 partidos jugados (Liga, Copa y competiciones europeas), lo que equivale a 1620 minutos de juego. Entre ese día y el 21 de diciembre, última jornada de Liga del año, jugarán ocho más para sumar un total de 26 en cuatro meses. Habrán jugado fin de semana y entre semana desde entonces hasta las vacaciones navideñas.

Y lo mismo se puede achacar a Real Madrid, Atlético o Barcelona, con la excepción de que no han jugado partidos de Copa del Rey al estar exentos por jugar la Supercopa de España, competición que disputarán en Arabia Saudí a la vuelta de Navidad. Courtois, Militao, Vinicius, Tchouameni, Camavinga, Bellingham, Modric, Mendy, Alaba, Arda Güler y Carvajal están o han pasado por la enfermería en el Bernabéu. Lemar, Savic, Barrios, De Paul, Oblak, Giménez, Koke, Memphis, Vitolo, Soyuncu, Morata y Reinildo, en el Atlético. Ter Stegen, Araujo, Christensen, Iñígo Martínez, Balde, Koundé, Pedri, De Jong, Lewandowski, Lavine y Gavi han caído en algún momento en el Barça. Listas extensibles a todos los equipos de Primera División, especialmente a los que juegan competición europea, sea Champions, Europa League o Conference, al afrontar partidos entre semana y los fines de semanas. Así, el Betis ha sufrido 26 lesiones en este primer trimestre, la Real Sociedad ha llegado a 24, hasta 22 ha tenido el Atlético y con 19 aparecen Real Madrid y Barcelona

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A eso se suma, al menos en este primer trimestre de temporada, las ventanas de selecciones, en las que además, la llegada de Luis de la Fuente ha diversificado mucho las convocatorias, repartiendo el peso entre más equipos. Ya no copan las listas los jugadores del Madrid o del Barcelona, ahora son los de la Real Sociedad los que mandan, pero también hay jugadores de Osasuna, Atlético, Granada, Girona, Athletic o Sevilla. Lejos de descansar, los futbolistas acumulan más viajes, con el stress físico que eso supone, y se producen lesiones como las que han sufrido Gavi, Marco Asensio o Nico Williams.

Viajes publicitarios, premios...

Y en ocasiones se suman a eso viajes relámpagos como el que tuvo que realizar la pasada semana Jude Bellingham a Turín para recoger el premio ‘Goldeboy’ al mejor jugador joven de la temporada. Viaje que realizó el inglés después de resentirse en el partido que jugó el Madrid ante el Nápoles, en el que amagó con ser sustituido al descanso y acabó jugando todo el partido. También llegó lesionado en avión Eduardo Camavinga, después de que en un entrenamiento con Francia se le cayese encima de la pierna Dembelé y le produjese una rotura del ligamento lateral externo de su rodilla derecha.

Todo este ritmo frenético en la enfermería ha llegado a cobrarse víctimas como el jefe de los servicios médicos del Real Madrid, el croata Nico Mihic, al que la gestión del tratamiento de la lesión de menisco y puesta a punto de Arda Güler terminó por costarle el despido fulminante al agotar la paciencia de la directiva blanca tras sus continuas recaídas.

Verbalizaba el problema Pep Guardiola después de perder a De Bruyne antes de la disputa de la última Supercopa de Eurocopa: “Los tiempos han cambiado mucho. Ya veis cuántos cruzados ha habido en este principio de temporada. Te hacen viajar a Asia y América por cuestiones de 'business', te hacen jugar partidos durísimos contra rivales muy fuertes en campos en malas condiciones… y la gente cae, cae y vuelve a caer. Recuerdo mi primer año en el Barça: tuvimos 25 días para trabajar hasta jugar el primer partido… Hoy no hay vacaciones y ahora están organizando un Mundial de Clubes con 24 equipos. No hay verano ni descanso para los jugadores…”.

Si además de jugar muchos partidos, los calendarios se hacen sin dar facilidades a los futbolistas, entonces el problema se agudiza. El Real Madrid, por ejemplo, contaba con jugar el 20 de diciembre ante el Alavés para poder dar un día libre más a los futbolistas. Pero LaLiga ha programado el partido el jueves 21 a las 21:30 horas. Además de perder ese día, al ser tan tarde no pueden aprovechar los últimos vuelos del día para viajar con las familias a sus países de origen a ver a las familias. A Sudamérica, por ejemplo, los viajes son nocturnos, por lo que les tocará esperar hasta el 22 a última hora del día para viajar. El 27 estarán de vuelta para reiniciar la actividad, ya que jugarán el 3 de enero ante el Mallorca a las 19:15 el partido correspondiente a la jornada 19.

Para más inri, el día 21 es el designado por el Tribunal de la Haya para pronunciarse sobre el caso de la Superliga, por lo que el equipo jugará después de conocer el veredicto, algo que no ha sentado bien en las altas esferas del Bernabéu. Un calendario que no gusta a los clubes, que exprime a los jugadores y que ha saturado de fútbol a unos espectadores que cada vez le prestan menos atención en la televisión.