LIBROS
Cómo empezar una biblioteca en casa: una guía para los amantes de la literatura
Estas son algunas sugerencias para organizar tu colección de libros: desde ideas de cómo decorar tu estantería a cómo ordenar los volúmenes
Coleccionar libros es una pasión paralela al placer por la lectura. Aún así, es habitual seguir acumulando novelas -que te observan fijamente desde los estantes- mientras se adquieren nuevos ejemplares. La consecuencia directa es no saber por cuál empezar a leer, y las montañas de volúmenes se siguen superponiendo entre sí hasta prácticamente olvidar cuáles componen nuestra selección y, por ende, no son leídos. Ese consumo llevado a sus límites, que casi roza la adicción en los lectores más impulsivos, no es el único problema, pues llegado un punto, si los libros no se almacenan correctamente, comenzarán a estropearse.
No es necesario llegar a tal extremo. Cabe recordar que un libro no es un producto de consumo más: si es leído en el momento correcto, puede llegar a cambiar tu forma de entender el mundo y, por qué no, salvar el tuyo propio. Leer nos convierte en personas activas, no pasivas, por lo que es necesario hacer que cada obra cuente. Dicho esto, hay mil maneras distintas de crear una biblioteca personalizada en casa. Si no sabes por dónde empezar, aquí va una sugerencia con una pequeña guía para los amantes de la literatura.
Un lugar adecuado
En primer lugar, los libros, para no chafarse, deben guardarse en posición vertical, evitando que los tomos queden inclinados o apretujados. Hay cientos de estanterías para todos los gustos y colores, pero lo primordial es saber cómo aprovechar el espacio. Si con un único mueble no es suficiente, cualquier rincón en casa puede ser un lugar pontencial en el que se puedan almacenar nuestras colecciones: huecos en escaleras, debajo de las ventanas, como cabecero de la cama, en el interior de una columna, en armarios...
A nivel decorativo, una estantería puede tener más potencial que únicamente recoger nuestros libros. Se pueden incluir distintos elementos -plantas, fotografías, láminas, etc.- que hagan que este mueble sea único y refleje nuestro estilo propio. Hay quienes incluso añaden luces led en los estantes, las combinaciones son infinitas.
Es importante que nuestro lugar habitual de lectura cuente con una buena iluminación, preferiblemente natural, aunque también hay muchas opciones de lámparas adecuadas para la vista.
De la A a la Z
Hay quienes prefieren colocar sus tomos por colores y hacer de la sala un auténtico arco iris. Otra opción es hacerlo por tamaños. Estas tendecias son muy habituales encontrarlas en booktok -la comunidad de lectores de TikTok- porque tienen un gran impacto visual, aunque hay otras alternativas que resultan más prácticas.
Una forma rápida y cómoda de clasificar nuestros ejemplares es hacerlo por géneros y autores. En ese sentido, se podrían agrupar todas las obras de un mismo escritor que sigan la misma temática y, además, seguir un orden alfabético por apellido y por libros. De esa forma, es muy sencillo encontrar el volumen concreto que estamos buscando y coleccionar nuestros géneros predilectos. Y si ya queremos darle una vuelta y tener a mano esas historias de mesilla que se han convertido en nuestras lecturas de referencia de todos los tiempos, siempre se puede hacer una pequeña selección de nuestros grandes favoritos en un estante concreto al que acudir todas las veces que necesitemos.
Hacer inventario
Si siempre tienes un libro entre las manos y eres dueño de toda una biblioteca en casa, tener un registro facilitará la localización de tus ejemplares, sobre todo en caso de consulta rápida para saber si dispones o no de una obra particular. Para los más románticos, siempre quedará el lápiz y el cuaderno, pero también hay distintas herramientas gratuitas en Internet que facilitan la creación de los listados. Están por ejemplo LibratyThing, Libib o AllMyBooks, pero también se puede utilizar una hoja de cálculo en la nube y tenerla siempre disponible en el móvil.
Romantizar la lectura
Después de haber considerado cuál será nuestra estantería más adecuada y la forma de organizar nuestra colección, también se puede dar un paso más allá y dejar nuestra huella en cada uno de nuestros libros. Es de gran utilidad firmar la primera página con nuestro nombre para así, en caso de perderlo o prestarlo, saber siempre a quién pertenece para poder devolverlo. Esto es todo un clásico, pero para darle un toque más íntimo, también se puede añadir la fecha de finalización de lectura.
Este sello personal se redondea con los ex-libris, estas estampas con nuestro nombre abrazadas por los lectores más románticos. Y para los más atrevidos, siempre se pueden añadir post-its y anotaciones para recordar qué fragmentos de las historias nos emocionaron más.
Hay miles de formas de crear una biblioteca personal en casa. Esta guía recoge una serie de recomendaciones para los amantes de la literatura, pero las combinaciones son ilimitadas y nunca hay una única forma de crear este espacio personal. Sucede al final lo mismo con la lectura: hay tantas formas de acercarse a una historia que el horizonte que encontramos en ella será diferente para al de otra persona que haya leído el mismo libro. Porque la literatura es el reino de la libertad.
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