MESA DE EXPERTOS

La regulación, factor crucial para una moda sostenible

Apostar por la economía circular, transformar los residuos en recursos e impulsar el gran cambio hacia un modelo verde son algunos de los objetivos que persigue el sector textil en su adaptación a los nuevos tiempos

De izquierda a derecha, Gianluca Pugliese, CEO y fundador de Lowpoly; Isabel Rivadulla, directora de Comunicación y Marketing de Signus; Isabel Benítez, periodista; Mariana Gramut, cofundadora y CEO en T-Neutral; Gema Gómez, directora ejecutiva y fundadora de Show Fashion Next, y Carlos Truyol, director general de Ria Menorca.

De izquierda a derecha, Gianluca Pugliese, CEO y fundador de Lowpoly; Isabel Rivadulla, directora de Comunicación y Marketing de Signus; Isabel Benítez, periodista; Mariana Gramut, cofundadora y CEO en T-Neutral; Gema Gómez, directora ejecutiva y fundadora de Show Fashion Next, y Carlos Truyol, director general de Ria Menorca. / Jorge Zorrilla

Cristina Andrade del Alcázar

Cristina Andrade del Alcázar

La industria de la moda se enfrenta actualmente a un proceso de transformación para hacer frente a las nuevas necesidades medioambientales y poder sobrevivir en un mundo en el que la sostenibilidad de las empresas es cada día más importante.

El exceso de volumen de fabricación, sumado a la tendencia del fast fashion (moda rápida) y la compra de productos a bajo precio que no cumplen los estándares de calidad mínimos hacen que este sector tenga que cambiar por completo el ciclo de vida de sus prendas y medir el impacto de los materiales que utiliza.

Bajo el título Moda sostenible, EL PERIÓDICO DE ESPAÑA y Prensa Ibérica, con el patrocinio de Signus, organizaron en Madrid una mesa con especialistas en diferentes áreas para analizar en qué situación se encuentra la sostenibilidad en el sector de la moda.

Isabel Rivadulla, directora de Comunicación y Marketing de Signus, una entidad que gestiona y promueve la reutilización de neumáticos para diversos fines, se mostró optimista sobre el ritmo que está tomando la industria de la moda en materia de sostenibilidad y está convencida de que el sector "está cambiando mucho, aunque a veces no lo percibamos". Reconoció que, aunque "el volumen de fabricación en la industria textil sigue siendo muy grande, ya se está empezando a avanzar hacia otro tipo de modelo y las empresas grandes lo empiezan a demostrar". 

Mariana Gramunt, cofundadora y CEO de T-Neutral, una startup que ayuda a las empresas a convertir sus residuos en recursos, afirmó que el sector está "en un punto en el que todavía no somos conscientes de que los cambios que tiene que hacer la industria no son cosméticos". Gramunt puso de relieve el papel clave de la tecnología "para crear avances, medir e innovar en nuevos métodos de trabajo y de producción para poder reciclar los materiales e imprimirlos con 3D". 

Gema Gómez es directora ejecutiva y fundadora de Slow Fashion Next, una plataforma de formación y divulgación de moda, sostenibilidad y negocio que se ha convertido en un referente dentro del sector de la moda sostenible. "Estamos en un momento incómodo donde hay muchas presiones y se ve claramente que el modelo tiene que cambiar por propio sentido común", apuntó la directiva.

Sostuvo que la denominada ultra fast fashion "no va a ser sostenible jamás por mucho que mejoremos los materiales y los procesos". "El volumen está en contra de los límites planetarios y, por lo tanto, si queremos seguir viviendo en este planeta tenemos que buscar una manera de producir dentro de esos límites", aseguró la representante de Slow Fashion Next.

Carlos Truyol, director general de Ria Menorca, una compañía especializada en calzado, coincidió en que la industria de la moda se encuentra en un momento de "crisis de consumo y de reinvención en el que las empresas estamos aprendiendo a gestionar nuestros residuos". "Es el momento de ver hacia dónde vamos y cómo tenemos que hacerlo porque esta regeneración también tiene sus preocupaciones", añadió.

Gianluca Pugliese, CEO y fundador de Lowpoly, empresa dedicada a la fabricación digital e impresión 3D con enfoque sostenible, puntualizó que esta tendencia tiene "una parte mala y otra buena" y es que "la sostenibilidad está de moda". Asimismo, coincidió también en señalar que existe "una necesidad de cambio de modelo, no sólo en las prácticas sino en el fast fashion".

Circularidad

Mariana Gramunt reflexionó sobre la necesidad de impulsar un modelo circular en el que las empresas estén conectadas y conozcan "el potencial de transformación" de sus productos. "Si mides tu huella textil y tienes en cuenta lo que entra y lo que sale, te percatas de que todo afecta a todos y que tienes que involucrar a la empresa en todos los niveles", subrayó. Para que esto ocurra, la cofundadora de T-Neutral admitió que la compañía debe tener "fuerza, capacidad y recursos económicos y humanos" para poder ponerlo en marcha.

Gianluca Pugliese agregó la dificultad añadida que tienen las pequeñas y medianas empresas para implementar este cambio de modelo. "Están en un limbo en el que tienen que sacar el producto, pero sus clientes no van a pagar el coste", indicó. También enfatizó que "ahora mismo hay una falta enorme de personal y empresas que quieran desarrollar estos materiales". 

Por su parte, Isabel Rivadulla remarcó que una de las cuestiones a las que se enfrenta España es a la falta de "industrialización" del sector textil, en el que muchas partes de la cadena de producción se encuentran a día de hoy fuera del territorio nacional.

Isabel Rivadulla, directora de Comunicación y Marketing de Signus.

Isabel Rivadulla, directora de Comunicación y Marketing de Signus. / Jorge Zorrilla

Gema Gómez señaló que hay que ser "más estratégicos y visionarios". "Si quieres ser una empresa y vivir como una empresa, tienes que empezar a pensar cómo haces las cosas, a dominar tu cadena, tu producto, tu diseño, tus alianzas y tus colaboraciones. Porque esto va de colaboraciones, de sostenerse, de cuidarse y de colaborar en red", sostuvo. 

De residuos a recursos

Una de las prioridades de T-Neutral es concienciar a las empresas de su responsabilidad social. Para ello, explica Mariana Gramunt, "hemos eliminado la palabra residuo de las métricas y hablamos de recursos desde el principio para sacarle el máximo valor posible a los flujos que estamos midiendo". La plataforma lidera actualmente un proceso de transformación para que las empresas "comiencen a cambiar su mentalidad y conocer los distintos flujos que se generan en sus talleres" de manera que, al conocer su residuo, las compañías puedan poner en marcha proyectos más eficientes y rentables.

Desde Signus trabajan con neumáticos reciclados que utilizan para elaborar productos sostenibles. "Nuestro objetivo en el mundo de la moda es que los diseñadores empiecen a percibir el neumático como un material más porque tiene características muy interesantes que se podrían aplicar no sólo en el calzado sino también en otros accesorios", expuso Isabel Rivadulla.

Precisamente la empresa que dirige Carlos Truyol desarrolla desde hace tiempo la suela de sus zapatillas con neumáticos reciclados y, además, implementa ya el uso de otros materiales como el plástico para generar un círculo eficiente de sostenibilidad.

El director general de Ria Menorca puso de manifiesto el problema de "sobrecostes" que sufren las corporaciones cuando deciden trabajar con productos sostenibles. "La gente no entiende por qué está pagando más por materiales que ‘coges de la basura’, pero es que el proceso es mucho más complejo porque tienes que coger ese material, tratarlo y no está optimizado", lamentó.

Gianluca Pugliese cree que "el consumidor todavía no está listo" para esta transformación y sigue "interesado en un tipo de estética que a día de hoy le da un producto hecho con material virgen; quieren una prenda sostenible pero con el acabado de una pieza de toda la vida". 

Normativa

Isabel Rivadulla indicó que "el punto de inflexión" para que el sector se haya empezado a tomar en serio su responsabilidad con el medioambiente ha sido la puesta en marcha de normativas que regulan sus actividades. "Aunque se ha puesto de moda hablar de sostenibilidad, hasta que no nos obligaron a cumplir con una serie de parámetros no se hacía porque, al final, es un proceso difícil para una compañía", argumentó.

La representante de Signus remarcó, por su parte, que todo este proceso lleva "a una transformación que viviremos próximamente". "A lo mejor muchas empresas no estaban muy dispuestas pero no les quedará más remedio", sentenció.

Rivadulla también destacó que actualmente "existe una norma europea que pone dificultades a las organizaciones que quieren hacer greenwashing" y aquellas que usan esta práctica de marketing verde "van a tener que hacerlo de verdad porque tienen que demostrar que todos estos cambios empiezan a ser reales".

Mariana Gramunt admitió que las normativas "lo han cambiado un poco todo". "La presión que ejercen está poniendo en jaque ciertos paradigmas, obligando a dar transparencia en ciertas áreas y arrojando luz sobre algunas prácticas", agregó.

Gianluca Pugliese coincidía en este aspecto en que la regulación actual "está empujando a comprometerse más e ir hacia un cambio más interesante en el que el consumidor busque algo más sostenible". Aún así, el CEO y fundador de Lowpoly reconoció que "la diferencia de precio todavía no se valora" porque sigue siendo "más fácil comprar prendas baratas y tirarlas si se rompen". "Todavía falta una parte importante de divulgación y educación", apostilló.

La falta de conocimiento de los consumidores hace que resulte más complicada esta transformación. "Al final, el poder lo tienen los consumidores y si ellos quisieran comprar sólo cosas sostenibles, cualquier tipo de marca tendría que adaptarse a ello". 

Añadió que "no tenemos una cultura de cuidado, nos hemos individualizado mucho". "Cuando tienes una visión más amplia y ves las conexiones es cuando entiendes por qué es tan importante", subrayó.

Supervivencia

Los expertos aseguran que el futuro de la moda será sostenible o no será. Isabel Rivadulla advirtió que "va a haber cambios brutales" y que aquellas compañías que no se adapten "no llegarán". "Estamos ahora en un momento de transformación que me genera mucha curiosidad e ilusión porque creo que realmente de aquí a 2030 vamos a asistir a un cambio de modelo", apuntó la representante de Signus.

Rivadulla afirmó además que la población es hoy consciente de que tiene que reciclar y separar. Por ello, animó a "dejar de gastar el dinero en campañas de concienciación y empezar a ver cómo impulsar ese cambio".

Gema Gómez resaltó que "las empresas que no hagan la cosas bien no van a sobrevivir" y recalcó que o las corporaciones se ponen "manos a la obra o no va a haber nada dentro de unos años". "Al final las empresas se tienen que preguntar si quieren estar aquí dentro de equis tiempo porque cada vez se va a dar más razón a la sostenibilidad", subrayó.

Mariana Gramunt incidió en que uno de los beneficios que aporta la sostenibilidad en este sector es "el bien común y nos beneficia a todos". Sin embargo, puntualizó que esta transformación "requiere de un impulso innovador" y que se está empezando a notar que la industria de la moda "debe decidir hacia dónde va porque no podemos continuar como hasta ahora".

Para Carlos Truyol la sostenibilidad no sólo debe estar presente en el reciclaje de residuos sino también en todo el proceso de producción. Por eso, desde Ria Menorca apuestan por llevar a cabo prácticas responsables que van más allá del producto y que pasan por hacer un uso eficiente de la energía que utilizan en sus instalaciones.

Gianluca Pugliese aseguró que cada día conoce "un material nuevo procedente de plantas, biodegradable y que no contiene microplásticos, que se puede utilizar para sustituir el textil y hacerlo más sostenible". El representante de Lowpoly insiste además en que hay que "trabajar en esa dirección" y decidir "hacia dónde quiere ir el sector".

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