ASTURIAS

La sidra asturiana deberá esperar a 2024 para ser Patrimonio Mundial

La Unesco relega su evaluación ante el exceso de candidaturas para recibir este prestigioso reconocimiento

Participantes en el escanciado institucional de la Universidad de Oviedo en apoyo de la candidatura ante la Unesco para que la bebida regional sea Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Participantes en el escanciado institucional de la Universidad de Oviedo en apoyo de la candidatura ante la Unesco para que la bebida regional sea Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. / Irma Collín

Marcos Palicio / Antonio Lorca

La sidra tendrá que esperar para ser declarada Patrimonio Mundial Inmaterial de la Unesco. La decisión sobre el ascenso de la candidatura de la cultura sidrera asturiana a esta exclusiva consideración no se adoptará hasta noviembre de 2024. La Unesco ha decidido renunciar a incluir la evaluación de esta distinción en el ciclo 2022-2023 y a valorar por tanto la designación de la candidatura sidrera en noviembre de 2023.

La sidra es excedente de cupo. Su exclusión obedece únicamente al elevado número de aspirantes presentados desde países con menos presencia que España en la Lista Representativa. Como quiera que la Unesco sólo analiza cada año 55 candidaturas, que prioriza las de los países menos representados y España ya cuenta con veinte aspirantes, las aspiraciones asturianas han quedado pospuestas y el sobre con las razones que las avalan no se abrirá hasta dentro de algo más de dos años.

En esas circunstancias, la decisión sobre la sidra entrará obligatoriamente, y ahora ya seguro, en noviembre de 2024, dado que todos los estados tienen derecho a que uno de sus expedientes se analice cada dos ciclos y que la cultura sidrera es oficialmente el aspirante español por acuerdo del Consejo del Patrimonio Histórico Español adoptado en noviembre de 2021.

MEJORES SIDRAS DEL AÑO

Los expertos sidreros asturianos, reunidos en la localidad de Nava, han evaluado los mejores caldos de la región, repartidos en diez apartados premiados. Los miembros del jurado valoraron sobre cien puntos cada uno de los productos que probaron y lo hicieron dividiendo su puntuación en cuatro apartados: visual, olfativo, gustativo y, por último, impresión general.

El concurso comenzó con la sidra de mesa de nueva expresión, en la que el jurado tuvo que elegir entre solo dos productos. La votación estuvo reñida pero finalmente fue la 1947 de Viuda de Angelón, de Nava, la que se llevó la victoria. A continuación, los seis catadores probaron los tres caldos participantes en la modalidad de sidra espumosa exógena. Los sumilleres se quedaron con Lagar de Camín, de Lagares Asturianos, de Gijón.

Pero si hubo una modalidad que estuvo reñida y en la que sí que la participación fue estimable esa es la de sidra espumosa endógena, donde se presentaron cinco productores. La victoria fue para Ramos del Valle brut, de Sidra Fran, de Lugones (Siero). La siguiente en juzgarse fue la sidra envasada en botellas de un tercio, también con buena participación, puesto que fueron cuatro los productos que los sumilleres tuvieron que probar antes de escoger La Naveta Sidra Brut, de la empresa local Paca y Tola Bebidas. La misma empresa se llevó el premio a la mejor sidra rosada entre los dos participantes que hubo, con el producto Naveta Roxa.

El premio a la mejor sidra de hielo fue, por su parte, para Valverán 20 Manzanas, de la empresa Pomaradas y Lagares de Sariego. El mejor aperitivo de manzana, para el que hubo otros dos aspirantes, fue a parar a Alma de Trabanco Vermout en Rama con Sidra Natural, de la empresa gijonesa Sidra Trabanco. Por último, sin necesidad de puntuarse, ya que solo se presentó un producto, aunque muy celebrado por los sumilleres, estuvo el mejor vinagre, que fue para el Vinagre Ecológico de Sidra Camín, de Lagares Asturianos.

Los apartados al mejor aguardiente joven y mejor aguardiente viejo, quedaron desiertos al no presentarse ningún concursante.

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