EL CORREO DE ANDALUCÍA

La Feria de Sevilla brilla porque ellos la limpian: "Son días de disfrutar, pero para eso estamos nosotros"

Daniel Castellano, uno de los 591 trabajadores desplegados por Lipasam en esta Feria de Sevilla, lleva 22 años participando en las labores de limpieza de un Real que debe amanecer como nuevo

Iván González continúa su jornada de limpieza en el Real en Sevilla.

Iván González continúa su jornada de limpieza en el Real en Sevilla. / Jorge Jiménez

Rafa Aranda

Mañana, tarde y noche. Durante todo el día y durante toda la semana. Ahí han estado ellos para quitar del albero jarras de rebujito, vasos de plástico, colillas, botellas de vidrio, vómitos o cajas de cartón, entre otras muchísimas cosas. Sin los operarios de limpieza, el Real de la Feria de Sevilla se convertiría en un vertedero en menos de 24 horas. "Es un orgullo cuando al acabar el trabajo miras hacia atrás y ves que se queda todo limpio", relata Daniel Castellano, capataz de Lipasam, la empresa de limpieza pública del Ayuntamiento de Sevilla.

Cualquiera que haya estado por la noche en el recinto ferial y haya mirado al suelo puede hacerse una idea de todo lo que hay que quitar cada madrugada. De hecho, este miércoles se batió el récord histórico de basura recogida en un día de Feria, hasta 335.660 kilos, un 14,7% más que en el mismo día en 2023. "Fue un día bastante complicado. El terrizo prácticamente no se veía, estaba totalmente lleno", describe Castellano a este medio.

Primero como peón, luego conductor y ahora como capataz. Desde 2002 lleva formando parte del dispositivo de limpieza de la Feria de Sevilla. Y este año, como él, otras 590 personas más desplegadas en el Real durante toda la semana, junto a 113 vehículos, para que cada mañana todo esté en estado de revista. "Son días de disfrutar, pero para eso estamos nosotros también, para limpiar todo lo que conlleva eso", cuenta con satisfacción.

No es sencillo, en una de las semanas grandes de la ciudad, cuando miles de personas se reúnen para cantar y bailar, tener que recoger los residuos de los demás. “Sabemos que nos dedicamos a Sevilla", asegura. "Muchas veces anteponemos el trabajo que tenemos a cosas familiares. Pero todo el mundo nos lo agradece", añade desde la contraportada de una Feria en la que no puede "trasnochar" pero sí "disfrutarla también, no solo trabajarla".

El equipo de baldeo de Lipasam dirigido por Daniel Castellano

El equipo de baldeo de Lipasam dirigido por Daniel Castellano / Jorge Jiménez

"El civismo podríamos trabajarlo más"

¿Está la gente concienciada? ¿Se respeta a los operarios de limpieza? "Hay de todo", reconoce Castellano. “Sabemos que viene todo el mundo de fiesta y a pasárselo bien y a veces tenemos algún percance con gente que se pone en medio. El típico baile intentando parar la maquinaria", explica, aunque "al final todo sale bien" gracias a la ayuda de la Policía.

Para este trabajador de Lipasam, la gente todavía debería estar más concienciada: “El civismo lo podríamos trabajar un poco más, pero yo creo que nos comprende". Aunque más allá va Iván González, uno de sus operarios, mientras termina un turno que comenzaba a las seis de la mañana: "La gente, por desgracia, no suele hacer caso de nada. Por mucho que se diga, no se conciencia".

De hecho, González describe así el panorama que se suelen encontrar: "Lo difícil y lo peligroso, sobre todo a primera hora, es que hay mucha gente que va borracha. Puedes tener un problema con ellos, se pueden meter por debajo de un vehículo, chocarse o llevarse herramientas. Hacen todo tipo de cosas. Es complicado trabajar con gente así, pero es lo que hay”.

15 años trabajando en la Feria son suficientes para reconocer que se trata de un empleo "muy duro y muy complicado". "Después reconforta cuando lo ves", admite. Por eso, Castellano lanza el siguiente mensaje: “Que vengan a disfrutar conscientes de que hay un trabajo amplio por detrás, que nos intenten facilitar todo lo posible la maquinaria y la limpieza. Todo lo que no esté en el suelo no los ahorraríamos nosotros de recoger".

Operarios de Lipasam del turno de mañana en la Feria de Sevilla.

Operarios de Lipasam del turno de mañana en la Feria de Sevilla. / Jorge Jiménez

Tres turnos y diferentes trabajos

Daniel Castellano se encarga de la organización de ocho equipos de baldeo, formado cada uno por cuatro operarios, un conductor, un oficial que lleva la manguera, y dos peones que hacen los remates y terminan de dejar todo perfecto.

Dentro de los tres turnos que hay (mañana, tarde y noche) para cubrir las 24 horas del día, su equipo hace un trabajo previo con máquinas de gran tonelaje desde las cuatro de la madrugada. A las cinco, se incorporan los operarios que realizan el barrido manual de los terrizos. Y a las seis, comienza el baldeo.

"Por la mañana ya se ha desalojado o se está desalojando la Feria. Pero en el turno de noche no tienes esa ventaja. Tienes que estar trabajando con la gente en la calle", describe el capataz. "En el turno de noche sí que no quiero estar, debe ser el peor”, añade Iván González.

Operarios del dispositivo especial de Lipasam en la Feria de Abril.

Operarios del dispositivo especial de Lipasam en la Feria de Abril. / Jorge Jiménez

Junto a los que se encargan de la limpieza, hay un departamento de inspección que ha llevado a cabo una campaña informativa explicando a los titulares de las casetas la correcta presentación de los residuos. Además, como refuerzo este año, al margen de las 205 contrataciones que se han hecho para esta Feria, se han colocado varios puntos de recogida de residuos en Flota de Indias, Remeros de Sevilla y Juan Pablo III, que han facilitado bastante el trabajo a los operarios y a los propios trabajadores de las casetas.

"A todos los sevillanos les gusta la Feria", afirma Castellano. A ellos, a los operarios de limpieza, también. Su jornada laboral es un acto de amor (y sacrificio) diario hacia la ciudad para que la Feria de Sevilla luzca hermosa y limpia para recibir cada día a miles de visitantes.