MONIUMENTOS NATURALES MÁLAGA

Seis monumentos naturales para visitar en Málaga

En Málaga existen un total de 13 espacios naturales repartidos por la provincia reconocidos como monumentos naturales y protegidos por la Junta de Andalucía, debido al valor científico, cultural o paisajístico que poseen cada uno

Estos parajes ofrecen paisajes únicos y espacios para disfrutar  de la amplia oferta de naturaleza que atesora la provincia

monumento

monumento / L.O.

Inés Villanueva

Una vez superados los días del año donde se alcanzan temperaturas muy elevadas, damos a conocer seis monumentos naturales que pueden visitarse en la provincia de Málaga aprovechando que ahora se puede disfrutar de un tiempo más estable.

Los Monumentos Naturales son espacios o elementos de la naturaleza constituidos básicamente por formaciones de notoria singularidad, rareza o belleza, que merecen ser objeto de protección especial. La declaración de un espacio o elemento como Monumento Natural se hace por Decreto del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía.

1. Dunas de Artola o Cabopino

Sistemas de dunas fósiles y móviles que conforman un enclave natural en un entorno profundamente transformado como es la costa marbellí que además alberga un elemento de arquitectura militar y defensiva, Torre de los Ladrones, declarada Bien de Interés Cultural.

Los vientos dominantes de dirección noroeste y las corrientes litorales aportaron incesantemente materiales arenosos hasta formar un cordón dunar de una veintena de kilómetros de longitud. En la actualidad, este cordón se ha visto reducido, permaneciendo el Monumento Natural de las Dunas de Artola como testigo, de lo que tiempo atrás fue, esta área de la costa malagueña.

Es posible apreciar en este privilegiado enclave tres tipos de dunas. En primera línea de playa, aparecen dunas con cierta movilidad, fáciles de distinguir por presentar rizaduras o ripples. Más al interior, como una barrera paralela a la costa, se encuentran las dunas móviles inactivas, cubiertas ya de vegetación. Y en una posición más alejada, se hallan las dunas fósiles inmóviles, invadidas de un denso pinar.

Las dunas presentan una interesante vegetación adaptada a soportar la fuerte insolación, la escasez de agua y el continuo azote del viento. Entre las especies más comunes se encuentran el barrón o el cardo marítimo y, en la proximidad de la playa, es fácil observar el perfumado narciso de mar. Más alejados de la costa, son habituales arbustos como la sabina caudada. Para conocer esta peculiar riqueza natural, nada mejor que pasear entre las dunas por alguno de los senderos habilitados, ya que el pisoteo podría perjudicar su dinámica natural.

2. Nacimiento del río Genal

El Monumento Natural Nacimiento del Río Genal es un afloramiento natural del acuífero de Sierra Blanca, donde el agua cristalina surge a borbotones de las entrañas de una bella oquedad. En su primer andar, el río, afluente del Guadiaro, parte en dos el callejero y las huertas de la localidad que lo ve nacer: Igualeja, un encantador pueblo blanco situado en la cabecera del río Genal, en el marco de la Serranía de Ronda y muy próximo al parque natural de la Sierra de las Nieves. Un laberinto de calles empinadas y casonas que igual se agarran a los abruptos paredones que horadan la roca.

Situado en la parte alta de la localidad, junto a un área recreativa, el agua brota en un paraje encantado cargado de vegetación, saltos de agua y destellos de luz. En época de lluvias, cuando aumenta considerablemente el nivel de su cauce, se produce lo que los igualejeños llaman ‘reventar el nacimiento’: una sonora e impresionante explosión de agua, pues no en vano el nacimiento es lo que los geólogos llaman un sifón.

En estas quebradas tierras de castaños y olivos, la horizontalidad es casi imposible. Todas las lomas confluyen en el lecho del Genal, un hilo hídrico cargado de salvaje frondosidad apenas apagada por algunos huertos que domestican el paisaje. La vegetación de ribera dominante está formada por álamos blancos, olmos, fresnos, sauces, alisos, que junto a adelfas, mimbres, tarajes, juncos, agracejos y durillos sombrean el cauce.

3. Cueva del Gato

El manantial presenta unas aguas permanentes y cristalinas después de superar un tramo subterráneo de más de cuatro kilómetros, desde su infiltración en la Garganta del Hundidero hasta la salida por la Cueva del Gato. 

La cueva del Gato es en realidad la boca sur del sistema espeleológico denominado sistema Hundidero-Gato, aunque habitualmente se suele conocer a todo el conjunto por el nombre de esta, su boca más famosa. Se trata del sistema más importante de Andalucía con más de 9.000 metros topografiados y uno de los mayores de España, con agua permanente, simas, lagos, sifones y cierta peligrosidad debido a que las intensas lluvias de la zona hacen variar el cauce subterráneo con gran rapidez, unido a la temperatura de sus aguas, ha provocado la muerte a varias personas.

El Monumento Natural Cueva del Gato está formado por la caverna y la cavidad que da salida a las aguas del río Guadares o Gaduares. Situado en el municipio de Benaoján, a unos pocos kilómetros de Ronda y en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, ofrece un gran valor paisajístico, tanto por sus componentes naturales como culturales.

Es de interés la confluencia de los ríos Guadares y Guadiaro, poblada por una representativa vegetación de ribera que permite observar diversas aves acuáticas, como garzas reales, cormoranes, azulones, ruiseñores, etc. La cavidad alberga también una de las mayores colonias sedentarias de murciélagos cavernícolas, importantes pinturas rupestres, tanto en la boca como en el interior de la cavidad, y cultura material del Neolítico (cerámica cardial). Este hecho ha propiciado su declaración como Bien de Interés Cultural. 

En el entorno se pueden apreciar otros elementos etnográficos de interés como el Puente del Pontón, el Molino de las Cuatro Paradas y el camino medieval, antigua calzada romana.

4. El Tornillo de El Torcal

En este lugar, los sedimentos marinos de hace 150 millones de años, han sufrido con el paso del tiempo la erosión provocada por la lluvia, el viento y el hielo de forma constante. El resultado ha sido la aparición de una sorprendente ciudad de piedra, con pasadizos laberínticos, cavidades y curiosas formas en las rocas. Este monumento natural se encuentra en el interior del Paraje Natural Torcal de Antequera

En el Torcal, el paisaje se encuentra salpicado por infinidad de esculturas naturales, talladas sobre la roca caliza, que sorprenden al visitante a cada paso. Una de ellas es conocida como el Tornillo del Torcal, declarado monumento natural por su original aspecto. Su nombre se debe a que recuerda la cotidiana forma de un tornillo de grandes dimensiones. Esta figura es además una muestra de cómo los antiguos sedimentos marinos fueron depositados en estratos horizontales que, al quedar a la intemperie, resultaron modelados por la erosión.El Tornillo del Torcal, que cuenta con una superficie de 1.953 metros, fue declarado Monumento Natural en el año 2001

Al pie de este espacio, Villanueva de la Concepción, también conocida como La Villa del Torcal, merece su visita. Su excelente ubicación, a tan sólo 30 minutos de Málaga y a 20 de Antequera, hace que este lugar sea cada vez más frecuentado por los amantes del turismo de interior.

5. Tajo de Ronda

Una formación geológica de notoria singularidad y belleza paisajística; un escenario pintoresco de sobresaliente carácter cultural e histórico surgido a partir de la acción erosiva del río Guadalevín durante milenios.

Situado en pleno casco urbano de la ciudad de Ronda, mide 500 metros de lontigud y 100 metros de profundidad, y tiene una anchura de 50 metros. Presenta un gran escarpe que se abre hacia "La Caldera", hondonada de forma circular. En sus riscos habita una importante colonia de cernícalo primilla, que nidifica en sus paredes. También se encuentra la chova, el halcón peregrino, el búho real y el vencejo, entre otras especies.

6. Cañón de las Buitreras

En la periferia oriental del Parque Natural de Los Alcornocales y a caballo de los municipios de Cortes de la Frontera, Benarrabá y Benalauría, se encuentra este espectacular Monumento Natural del Cañón de las Buitreras, del que sorprende la verticalidad de sus paredes y los más de 100 metros de profundidad, que llegan a ser 200 en la Garganta de las Buitreras.

El río Guadiaro, con su acción incesante y callada, ha labrado este estrecho tajo sobre las calizas y margocalizas que dan forma a las serranías de Ronda y Grazalema. La fuerza erosiva del río, junto a un alto índice de precipitaciones, han moldeado retorcidos pasadizos e increíbles cavidades propias de los paisajes kársticos. La presencia de ciertos desniveles que tiene el río que salvar, dando lugar a numerosas e imponentes cascadas, aportan aún más belleza al entorno.

En las proximidades del cañón hay presencia de un encinar entremezclado con sabinas, lentiscos y algarrobos. Pero la especie vegetal que llama especialmente la atención es el palmito, la única palmera propia del continente europeo. Aquí esta palmera recuerda a sus parientes más exóticas, con ejemplares que superan los dos metros de altura.

El nombre del cañón no es fortuito, pues en sus agrestes cortados nidifica una importante colonia de buitres leonados. Con la ayuda de unos prismáticos se puede disfrutar de la observación de otras aves, como las palomas zurita y bravía o el mirlo acuático. Además, en sus aguas vive la nutria.

También el hombre ha participado en dar forma al paisaje con la construcción de impresionantes túneles y puentes que permiten el paso de la línea ferroviaria Algeciras-Ronda. En esta línea es interesante la presencia de un azud o conducción de agua conocido como Puente de los Alemanes, ubicado en uno de los lugares más pintorescos y que se eleva 60 metros sobre el fondo del barranco.

Se trata de un lugar excepcional para realizar descenso de barrancos, autorizado únicamente entre el 15 de julio y el 15 de diciembre.