PREVENCIÓN DEL SUICIDIO

Andalucía formará a las enfermeras escolares para prevenir suicidios adolescentes

El plan andaluz prevé incorporar 318 efectivos más a las plantillas para atender la salud mental

Mensajes para visibilizar el suicidio en una manifestación de jóvenes en favor de la salud mental.

Mensajes para visibilizar el suicidio en una manifestación de jóvenes en favor de la salud mental. / Pilar Cortés

Isabel Morillo

Isabel Morillo

Hablar del suicidio ha dejado de ser tabú y mirar de frente la enfermedad mental da mucho vértigo, más aún cuando los datos atañen a menores. Los datos que maneja la Junta de Andalucía, a través de sus atenciones en urgencias, señalan que 5.042 personas trataron de quitarse la vida en 2022. De ellos 342 eran menores. Los suicidios consumados en Andalucía fueron 849 en 2021. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicados en febrero de 2023, indican que, en 2021, murieron por suicidio 4.003 personas en España. Eso arroja una tasa de 8,45 personas por cada 100.000 habitantes.

El Gobierno andaluz ha impulsado un programa de prevención del suicidio ante la escalada en las cifras. Una de las mayores preocupaciones está en los menores. En los institutos las autolesiones y las conductas suicidas son cada vez motivo de más alarma para los orientadores. Cada vez a edades más tempranas. No dan abasto. La plantilla recoge un orientador por cada instituto, para más de un millar de alumnos. Para los colegios de Primaria hay un orientador para cada tres o cuatro centros. Cifras que sindicatos como CSIF califican de muy insuficientes.

El plan andaluz prevé incorporar 318 efectivos más a las plantillas para atender la salud mental. Entre ellos 78 psicólogos clínicos, más psiquiatras, terapeutas, orientadores, trabajadores sociales o enfermeras. Las cifras para el resto de categoría no están desglosadas. Incorporaciones que la oposición en el Parlamento andaluz y las asociaciones han alertado de que es a todas luces insuficiente.

La Junta defiende que serán las enfermeras escolares las que participen, junto a los orientadores, en un protocolo específico para prevenir y detectar conductas suicidas en los centros escolares. La realidad es que hay 413 enfermeras escolares para más de 7.000 centros en Andalucía. El Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería ha advertido de que esa figura, creada tras la pandemia, es “anecdótica” y “claramente insuficiente”. La comunidad andaluza cuenta con un profesional de enfermería escolar por cada casi 4.000 alumnos. Es decir, hay 400 enfermeras escolares para un total de 1,5 millones de alumnos, “unos datos tan preocupantes como insuficientes”, señalan los profesionales.

Los "grandes olvidados"

María Jesús de León es presidenta de UBUNTU-Asociación Andaluza de Supervivientes por Suicidio de un Ser Querido, la única asociación específica en la comunidad relacionada con el suicidio. Tras estudiar lo poco que conocen del plan andaluz, no han contactado con ellos nadie ni desde el Parlamento, donde ha existido un grupo de trabajo a iniciativa de Adelante Andalucía, ni desde la Consejería de Salud, que impulsa el plan, señalan que es “un programa sobre el papel pero sin más medidas ni más recursos reales”, “de cara a la galería”. Su asociación nació hace tres años para ayudar a los familiares a pasar un duelo que parte de “un shock traumático”. “Los supervivientes”, como se llama a quienes pierden a un ser querido por un suicidio, “son los grandes olvidados” y se convierten además en uno de los grandes grupos de riesgo, donde hay más posibilidades de que se repitan las conductas suicidas. “Cuando a un padre se le suicida un hijo no puede ser que tarden seis meses en llamarlo de la sanidad pública y el tratamiento se limite a recetar psicofármacos”, lamentan desde Ubuntu. Ellos tienen en marcha seis grupos de duelo en Andalucía y otro on line que atiende a familiares incluso al otro lado del Atlántico.

Según el INE un total de 3.475 menores españoles (desde los 5 hasta los 19 años) han fallecido por suicidio en el periodo temporal de 1980-2021. Y 132.486 personas (de todos los rangos de edad) han sido registradas como muerte por suicidio desde que se recogen estos datos. Además, si por cada muerte por suicido se calculan unos 20 intentos, se estimarían en este periodo temporal un total de 2,6 millones de personas con tentativas de suicidio u otras conductas suicidas. Uno de los mayores problemas, admite la Junta de Andalucía, es la falta de datos. No hay una fotografía precisa de cuál es la situación y por eso el programa puesto en marcha incide apunta a la creación de un registro de conducta suicida. Se realizará “un mapeo de muertes por suicidio en Andalucía”, una página web para difundir datos, dar información y sensibilizar sobre esta realidad y se investigará sobre conducta suicida en la comunidad autónoma.

Depresión en adolescentes

El Estudio Psice, “La salud mental de los adolescentes en contextos educativos”, elaborado la Fundación Española para la Promoción y el Desarrollo de la Psicología Científica y Profesional, en colaboración con el Consejo General de Psicología y las comunidades autónomas, es uno de los pocos documentos que arroja una foto fija de cuál es la realidad de los menores frente a la enfermedad mental en estos momentos. Un total de 8749 estudiantes participaron en la encuesta, con una media de edad fue 14,1 años (de 11 a 18 años), el 54,2% mujer. El 12% de los adolescentes presentaron problemas emocionales y conductuales. El 6% informó de síntomas graves de depresión, mientras que un 26% presentaron síntomas de depresión de intensidad moderada. Además, el 15% de los jóvenes refirieron síntomas de ansiedad graves y el 20% síntomas de ansiedad moderados. Un 4,9% de los adolescentes indicó que en algún momento había intentado quitarse la vida.

El Programa de Prevención de la Conducta Suicida en Andalucía 2023-2026, aprobada el pasado martes, según explica Trinidad Rus, directora general de Atención Sociosanitaria, Salud Mental y Adicciones, se lleva gestando desde 2019. La pandemia alertó sobre el aumento de las cifras. Se pasó de 111.92 citas asistenciales en 2018 a 149.515 en 2022. Rus defiende que el programa marca las líneas básicas sobre las que la Junta debe trabajar y que se irá incorporando personal.

Ayuda a las familias

El Gobierno andaluz defiende que los trastornos mentales graves deben de ir tratándose de forma más comunitaria y en menor medida a través de ingresos en centros cerrados. “Es importante que las familias sepan manejar la situación y mejorar la convivencia”, señala Rus. En el mapa sanitario andaluz se apuesta por las unidades de salud mental comunitaria. Hay 78 diseñadas para toda Andalucía.

Se vigilará de forma más estrecha a personas con problemas de salud mental grave o con discapacidad intelectual, porque los datos indican que la tasa de suicidio es mayor en este colectivo y también a las personas con adicciones, que suelen desarrollar en más grado enfermedades mentales. La salud mental en niños y adolescentes y la de personas con ansiedad y depresión “de forma sistematizada” son otros grupos prioritarios en este plan.

El programa andaluz incluye otras medidas como restringir el acceso a lugares con alta incidencia de suicidio o aumentar el control sobre armas, internet, tóxicos, alcohol y drogas, que ayudan a las personas a suicidarse. También propone campañas de prevención en las farmacias. Se creará además un Código Suicidio en Andalucía, que dictará con claridad a los profesionales como actuar y qué pasos seguir ante estos casos.

El Teléfono de la Esperanza está disponible las 24 horas y es el 717 003 717. El Ministerio de Sanidad promueve la Línea 024 de atención a la conducta suicida