Opinión | ANDALUCÍA

Una Andalucía más fuerte en una España mejor

Habrá personas que piensen que una pandemia mundial de la gravedad de la que estamos atravesando no es el momento idóneo para hablar del futuro. Que es imprescindible abandonar nuestros sueños para atender en exclusiva a lo más urgente y perentorio. No soy de esos, ni eso es lo que hemos hecho los andaluces desde que comenzó este tiempo terrible.

A lo largo de la pandemia, en Andalucía hemos trabajado en todo momento en un doble plano. Por un lado, garantizando la mejor atención médica para los andaluces e impulsando el proceso de vacunación como mejor solución para salvaguardar su salud. La prueba son los 850 millones que vamos a invertir en infraestructuras sanitarias a lo largo de este año y el próximo y también el altísimo nivel de vacunación mantenido desde el inicio de la campaña.

Pero siempre en paralelo a la actuación en el ámbito sanitario, hemos trabajado con la vista puesta en el futuro, preparando el terreno como el labrador que aloma su tierra a la espera de que llegue el tiempo de la siembra, con la seguridad de que, más pronto que tarde, saldremos de esta situación y de que ese momento no puede sorprendernos sin haber hecho los deberes.

Andalucía había empezado a recorrer, justo antes de la llegada del virus, un camino más que esperanzador"

Bien es cierto que Andalucía había empezado a recorrer, justo antes de la llegada del virus de la Covid-19, un camino más que esperanzador. La pandemia, que tanto dolor ha generado en miles de familias andaluzas, supuso también desde el punto de vista económico un brusco frenazo para nuestro crecimiento.

Justo antes de marzo de 2019, Andalucía había batido ya récords de exportaciones y de creación de empleo y de empresas. A ello contribuimos desde el Gobierno andaluz con la mayor rebaja de impuestos que nunca se había aplicado en Andalucía y con una simplificación de trámites administrativos que tuvo un inmediato reflejo en la reactivación de un dinamismo económico que había permanecido muchos años al ralentí. El Fórmula 1 andaluz estaba de nuevo en marcha cuando todos nuestros esquemas, en Andalucía y en el mundo, se vinieron de pronto abajo.

El canciller alemán Willy Brandt, que resistió al nazismo y puso las bases de la reunificación de Alemania, escribió que los que están atrapados en el pasado nunca podrán dominar el futuro. Pienso, como él, que de nada vale atormentarse con la idea vana de lo que podría haber sido y no fue.

El empuje que Andalucía había conocido en el año anterior a la pandemia, gracias a las nuevas fórmulas impulsadas por el Gobierno del cambio pero, sobre todo, al talento de los andaluces, nos había demostrado que esta tierra tenía capacidad y fuerza para salir del marasmo de las décadas anteriores, y que sólo necesitaba imaginación y audacia para ponerla en funcionamiento. En definitiva, necesitaba un gobierno que realmente creyera en sus posibilidades.

Con esa premisa hemos seguido trabajando. A lo largo de los últimos meses, se han activado nuevas medidas de apoyo a los emprendedores, estamos elaborando una nueva Ley del Suelo que minimizará la burocracia sin poner en riesgo la sostenibilidad ambiental, hemos acordado con las principales asociaciones empresariales y sindicales dos planes de reactivación y hemos puesto en marcha una unidad aceleradora de proyectos para facilitar inversiones en Andalucía.

Y el esfuerzo está dando resultados. Los indicadores económicos reflejan que Andalucía está creciendo por encima de la media de las comunidades españolas: en agosto, uno de cada tres parados menos fue un andaluz; el PIB, que ya cayó menos en la etapa dura de la pandemia, se recupera a un ritmo mayor que la media española; la inversión extranjera superó en el primer trimestre los 300 millones de euros, la cifra más alta desde 2010; y algo de lo que me siento muy orgulloso, porque es reflejo del talento de los andaluces y de su capacidad de liderazgo: por primera vez en la historia, somos la comunidad española con más autónomos.

Estamos convencidos, además, de que esta recuperación es compatible con el respeto al medio natural, tan vulnerable como consecuencia del cambio climático, y hemos empeñado nuestro esfuerzo en una Revolución Verde que implica a todas las consejerías.

Los andaluces estamos elevando ya los pilares de un porvenir más próspero, sostenible y justo para todos"

En el mundo cambiante en el que vivimos, predecir el futuro, aún el más inmediato, resulta una tarea imposible. Pero si no podemos saber qué será de Andalucía y de España a la vuelta de diez o veinte años, sí podemos decir, con seguridad de acertar, que los andaluces estamos elevando ya los pilares de un porvenir más próspero, sostenible y justo para todos.

En definitiva, los pilares de una Andalucía más fuerte en una España mejor, porque, que a nadie le quepa duda, el camino al crecimiento de nuestro país pasa necesariamente por Andalucía.

Quiero concluir este artículo expresando, en nombre de los andaluces, mis mejores deseos a los responsables y trabajadores de este nuevo diario, porque este periódico que hoy nace forma también parte del futuro que estamos construyendo.

La libertad, la participación sosegada en la vida pública y la transmisión de opiniones y contenidos que nos enriquezcan son elementos fundamentales que un medio de comunicación puede y debe aportar a la sociedad del porvenir. No concibo el futuro sin un Periodismo comprometido e independiente, que nos ayude a discriminar lo realmente relevante de lo insustancial y que nos mantenga siempre abiertos los ojos y los oídos. Bienvenido sea EL PERIÓDICO DE ESPAÑA a la construcción del futuro.